El efecto Snowden
¬ Juan Manuel Magaña jueves 11, Jul 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Tarde o temprano el saber de Snowden nos iba a afectar. Ha sembrado la idea de que, en el caso de México entre otros muchos, Estados Unidos no se dedica a espiar a enemigos o terroristas, sino a sus propios socios y aliados. Y eso insulta.
De acuerdo con documentos filtrados por el ex contratista de la Agencia de Seguridad Estadounidense (NSA), Edward Snowden, publicados por el diario brasileño O’Globo, México, entre otros países de América Latina, fue objeto de espionaje por Estados Unidos.
Se dijo, por ejemplo, que el imperio del norte levantó datos sobre petróleo y adquisiciones militares en Venezuela, e información sobre energía y narcóticos en México.
Se informa que para recabar esa información se usaron programas como el llamado Prism, que le permitieron a la agencia de seguridad estadounidense entrar en las cuentas personales de plataformas como Facebook, Google, Microsoft y YouTube.
Es decir, un agravio realizado de forma masiva a millones de personas en varios países del mundo, entre ellos México.
Las revelaciones hechas por Snowden, motivaron respuestas inmediatas de Ecuador, Argentina, Nicaragua, Honduras y Costa Rica, que han pedido explicaciones a Estados Unidos.
Incluso Brasil invitó al embajador de EU a dar detalles sobre el espionaje hacia brasileños.
Ya hasta España se quejó también ya frente a los representantes del Departamento de Estado de EU en su país.
El gobierno mexicano ha ido moldeando su respuesta con el tiempo. En un principio dijo que estaba “consciente de los alegatos y presuntas filtraciones reportados por los medios”. Antenoche endureció su postura y exigió al vecino ampliar la información acerca del espionaje hacia mexicanos.
Pero ayer de plano tuvo que hablar del asunto, aunque con cautela, el titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, dijo que “de comprobarse” que México fue espiado por Estados Unidos como se ha revelado en los días recientes, esto resulta “totalmente inaceptable”.
Informó que, a través de la cancillería, su gobierno ha pedido un informe sobre “toda esta especulación, estos temas que han surgido en (la) prensa”.
La dependencia tiene instrucciones para exigir una explicación “que esclarezca estos señalamientos o estas afirmaciones que se han hecho de un eventual espionaje y que queremos conocer si es tal y (de serlo) obviamente resulta inaceptable”
Por lo pronto, el Congreso presiona al gobierno a ser más enérgico en su respuesta, mientras que la Procuraduría General de la República dice que investigará lo relacionado con acuerdos del gobierno mexicano con Estados Unidos para llevar a cabo la intervención de llamadas telefónicas y de correos electrónicos.
Se refiere, ni más ni menos a que revisa documentos en los que al parecer se acredita que Felipe Calderón autorizó desde febrero de 2007 que autoridades estadunidenses instalaran en México equipos de intervención telefónica.
Aquí podría aparecer, para nosotros, el peine. El asunto va escalando.