Tiempo nublado
¬ Juan Manuel Magaña lunes 2, Sep 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
De pronto, el día se puso muy nublado.
Unas 15 filas de granaderos, otra de policías a caballo, la gruesa valla metálica y dos tanquetas de agua componían la espesa muralla que, en Fray Servando y avenida Congreso, esperaba contener a grupos que se movilizaban rumbo al Palacio Legislativo. Unos 6 mil policías tenían que resguardar San Lázaro.
Los “anarquistas” habían reaparecido. Nadie sabe quiénes son. Pero son los mismos que aparecieron el 1 de diciembre pasado e hicieron destrozos. Encapuchados, vestidos de negro. Con decenas de petardos, bombas “Molotov”, garrafones de gasolina y cientos de cohetes conocidos como “huevos de codorniz”. Y con muchas ganas de pelear, de incendiar, de sembrar el caos.
Y en consecuencia, los nubarrones llegaron al Senado. También elementos del Ejército se incorporaron al operativo de seguridad en el marco de la apertura de periodo ordinario de sesiones y de la recepción del Primer Informe de Peña Nieto.
México está nublado. Viene de semanas de movilización espectacular de la CNTE, en medio de voces que piden negociación o la represión. Ayer la disidencia magisterial enseñó el colmillo, al mostrar la suficiente habilidad de no dejarse infiltrar de “anarquistas”, para que no le responsabilizaran de la violencia.
Y el día se nubló, porque corrió la versión de que los coordinadores de los grupos parlamentarios del PAN y del PRD en la Cámara de Diputados impulsaban la propuesta de aprobar anoche la Ley del Servicio Profesional Docente. La que faltaba y la que tanto lío creó.
Por eso, los de la CNTE se movilizaron rumbo al Palacio Legislativo. Y la versión causaba debate en los diputados del PRD, porque su coordinador Silvano Aureoles Conejo, se manifestaba porque el dictamen de marras se aprobara lo más pronto posible. Y en la versión entraba Jesús Ortega Martínez, quien en acuerdo con Silvano Aureoles, y respaldado por “Los Chuchos”, era el promotor de la idea.
Y el contexto es complicado. La violencia de los cárteles no mengua. Se multiplican los grupos de autodefensa. La economía se contrae. El peso se debilita. No baja el desempleo. Y todavía no se arregla el problema con la CNTE, cuando ya Cuauhtémoc Cárdenas, después de 13 años de no ir a las calles, vuelve para iniciar otro ciclo de protestas, ahora contra de la iniciativa de reforma energética presentada por el Ejecutivo. Miles de personas se sumaron a su llamado, pero no tantas.
En la escena, nublada, fue introducida una secuencia que seguramente va a dominar septiembre y octubre: un sin fin de pancartas de rechazo a las reformas energética, educativa, fiscal y laboral.
Está en la agenda semanal la presentación de la reforma hacendaria gubernamental. Y para el próximo domingo, la concentración convocada por Andrés Manuel López Obrador al Zócalo. Hace unos 30 años que el poeta y Premio Nobel mexicano, Octavio Paz, escribió “Tiempo nublado”. De eso no hemos salido.











