Barack Obama luchaba por evitar camino a la parálisis
* Especiales, Mundo martes 1, Oct 2013- Unos 800 mil empleados de gobierno estaban por quedarse en casa sin goce de sueldo
El Senado de Estados Unidos rechazó un proyecto de ley de finanzas aprobado el fin de semana por la Cámara de Representantes, con lo cual aumenta el riesgo de una parálisis gubernamental a partir de este martes.
Los 54 senadores demócratas, que son mayoría, votaron contra la ley presupuestaria y la devolvieron a la Cámara baja, pues por un lado permitiría financiar al Estado federal, pero por otro socavaba la ley sobre asistencia médica de Barack Obama.
La Cámara de Representantes adoptó el domingo un proyecto de presupuesto hasta el 15 de diciembre para negociar en ese plazo un presupuesto para todo el año fiscal 2014. Pero, bajo la presión de los representantes ultraconservadores del Tea Party, se añadieron dos enmiendas al texto: postergar por un año la aplicación de la reforma de salud impulsada por Obama, y la eliminación de un gravamen sobre los equipamientos médicos creado por esa norma.
Los senadores demócratas lo tomaron como una provocación, y reformularon el texto para garantizar la aplicación de la reforma sanitaria, la más importante en lo que va de la gestión Obama. La ley conocida como “Obamacare” hace obligatorios los seguros de salud y destina fondos públicos para subsidiar a las personas que no tienen capacidad de adquirirlos. Los republicanos entienden que la norma disparará el ya abultado déficit fiscal.
La votación fue de 54 a 46 y con ese rechazo del Senado a lo aprobado por los representantes se hace casi inevitable que el gobierno tenga que suspender por falta de fondos algunas de sus actividades no esenciales desde el primer minuto de este día, cuando termina el actual año fiscal.
“El destino del país está en juego”, dijo el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, tras la votación. Y es que ayer se esperaba que ambas cámaras, cada una controlada por un partido diferente, puedan acordar un texto común e impedir un cierre parcial de los servicios públicos.
El personal de las administraciones podría ser reducido al mínimo vital por tiempo indeterminado a partir de este martes si los congresistas no aprobaban una ley de finanzas temporal antes de la medianoche de ayer, hora oficial del comienzo del ejercicio presupuestario 2014. El Congreso debe votar además un aumento del límite legal de endeudamiento del país, actualmente en 16.7 billones de dólares, sin lo cual EU se arriesga a la primera moratoria de su historia a partir del 17 de octubre.
Ayer, cientos de miles de funcionarios públicos estadunidenses salieron a trabajar en medio del forcejeo presupuestal entre el gobierno y el Congreso. El presidente Barack Obama dijo en la tarde que todavía se podía evitar una paralización parcial del gobierno y acusó a los republicanos de la Cámara de Representantes de fabricar una crisis. Anunció que se reuniría con los líderes del Congreso para tratar de evitar la parálisis de los servicios públicos, pero advirtió que no iba a negociar bajo amenaza.
El mandatario reiteró que no está dispuesto a negociar bajo la amenaza de que 800 mil empleados públicos se queden temporalmente sin trabajo o el país caiga en default. “No estoy resignado para nada” a que los servicios públicos se cierren, dijo. La única forma de negociar, declaró, “es que todos nos sentemos a discutir de buena fe”, sin la “amenaza” de un cierre temporal de los servicios públicos.
Obama advirtió que “tampoco pueden adelantarse negociaciones sensatas bajo la amenaza de una moratoria”, que sería la primera en la historia de EU. De acuerdo con un sondeo de CNN, para un 46 por ciento de los estadunidenses el cierre parcial de las oficinas públicas sería responsabilidad de los republicanos, mientras que un 36 por ciento culpa al gobierno de Obama.
Sin la adjudicación de nuevos fondos, algunas agencias del gobierno federal tendrán que licenciar sin goce de sueldo a más de 800 mil empleados de servicios considerados no esenciales, algo que el presidente Obama calificó de “automutilación” en su mensaje radial semanal del sábado.