EU: The War of the Roses
¬ Juan Manuel Magaña martes 8, Oct 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Ha comenzado la segunda semana del cierre de la administración pública de Estados Unidos, como resultado de la falta de acuerdo legislativo sobre la ley de presupuesto 2013-2014.
Hay temor en el mundo entero de que el jueguito republicano cause daños severos a las economías nacionales.
A las advertencias de la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, que habló en una visita a Washington hace unos días, los políticos estadunidense se las pasaron por el arco del triunfo. Y no se diga a lo que todos los días reclama y critica su presidente Barack Obama.
Lagarde dijo en aquella ocasión que un fracaso en aumentar el techo de endeudamiento de Estados Unidos podría dañar seriamente no sólo a la economía estadunidense, sino a la economía global.
La de ella es una voz autorizada dado el observatorio desde el que mira la escena monetaria del mundo.
Se refería ni más ni menos a que ese fracaso podría derivar en una suspensión de pagos de Washington, cosa que tendría efectos devastadores sobre el sistema financiero internacional y haría prácticamente inevitable el inicio de una nueva recesión económica.
La incertidumbre ha generado fuerte inestabilidad en los principales mercados bursátiles, lo mismo que en la Bolsa Mexicana de Valores, al igual que en la paridad peso-dólar.
Ayer, Obama pidió al Congreso que acabe inmediatamente con la parálisis parcial de actividades gubernamentales y eleve el límite de endeudamiento público.
“Tengo la muy fuerte sospecha de que hay votos suficientes para aprobar la legislación. Voten. Llamen a una votación ahora mismo. Veamos qué pasa”, retó.
Habló, significativamente, durante una visita a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) precisamente para llamar la atención sobre la pérdida de servicios. Ese organismo tuvo que recurrir a empleados que estaban en licencia por la paralización para enfrentar la emergencia por la tormenta tropical Karen.
Lo más irónico es que, en realidad, a pesar de la guerra declarativa entre republicanos y demócratas, entre éstos no hay un choque de concepciones de política económica.
Todo tiene que ver con regateos políticos, mera mezquindad, sobre todo de los republicanos obstinados en doblegar a Obama en su renuencia a negociar la derogación de la reforma al sistema de salud pública estadunidense. Y Obama y los demócratas, ansiosos de sostener banderas sociales, culpan a los opositores de destruir la economía del país.
A medida que pasan los días, el nerviosismo pone a prueba la estabilidad de los mercados financieros, que podría desembocar en una fuga masiva de capitales y en una reacción en cadena en EU y en el mundo.
¿A qué juegan los políticos estadunidenses? Obama ha dicho la expresión “a quemar la casa” y, aunque parezca inconcebible, todo indica que así es. Me recuerdan una película que se llamó The War of the Roses, un matrimonio en guerra que destruyó materialmente su hogar, todo con tal de no ceder ninguna de las partes. Aquí la diferencia es que se van a extender a todo el vecindario.