El valor civil
¬ Augusto Corro miércoles 9, Oct 2013Punto por punto
Augusto Corro
Hace un siglo, el 7 de octubre de 1913, el senador Belisario Domínguez fue asesinado por los esbirros del dictador Victoriano Huerta.
El legislador fue torturado y ultimado porque tuvo el valor civil de enfrentar al sátrapa desde la tribuna del Senado.
Dos fueron los discursos que pronunció el héroe chiapaneco que hicieron rabiar de enojo al alcohólico Huerta.
En medio de una batalla política, ante el pleno de senadores, Belisario Domínguez llamó a Huerta asesino y desequilibrado mental. El discurso se imprimió y se distribuyó entre la población. Esto ocurrió el 23 de septiembre.
El 29 del mismo mes, el legislador pronunció otro discurso más valiente contra el usurpador Huerta y que marcaría su destino:
“La representación nacional debe deponer de la Presidencia de la República a D. Victoriano Huerta, por ser él contra quien protestan con mucha razón, todos nuestros hermanos alzados en armas y por consiguiente por ser él quien menos puede llevar a efecto la pacificación, supremo anhelo de todos los mexicanos.
“(…) Penetrad en vosotros mismos, señores, y resolved esta pregunta: ¿qué se diría de la tripulación de un gran navío que en la más violenta tempestad y en un mar proceloso nombrara piloto a un carnicero que sin ningún conocimiento náutico navegara por primera vez y no tuviera más recomendación que la de haber traicionado y asesinado al capitán del barco”.
La represalia
Claro que el dictador no iba permitir tales señalamientos provenientes de un senador que hizo gala de valentía al criticarlo con una verdad irrefutable.
Huerta ordenó que Belisario Domínguez fuera asesinado. Los sicarios cumplieron esa orden fatídica. El 7 de octubre, en la noche, en el panteón de Xoco, por el sur de la capital, se cumplió el deseo del presidente.
El senador fue ultimado por los asesinos Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, José Hernández Ramírez y Gabriel Huerta.
El chiapaneco fue torturado y asesinado. De acuerdo con algunas versiones de historiadores, Aureliano Urrutia le cortó la lengua al senador y se la envió de regalo a Huerta.
Vida y obra
Belisario Domínguez nació el 25 de abril de 1863 en Comitán, Chiapas. Sus padres Cleofas y María del Pilar se empeñaron en brindarle una educación esmerada.
Los resultados convirtieron a su hijo Belisario en un ciudadano ejemplar comprometido con las causas de los pobres. Estudió en el Instituto Literario y Científico en San Cristóbal de las Casas.
En 1879 se fue a París para estudiar en La Sorbona. Una vez graduado regresó a Comitán donde se entregó a practicar su profesión y a atender a la gente de escasos recursos económicos a quienes no les cobraba la consulta y les regalaba las medicinas.
De inspiración liberal siempre tuvo inquietudes políticas, aunque en cargos menores. Fue presidente municipal de Comitán en 1909. En 1912 los chiapanecos le pidieron que participara en las elecciones para conseguir una senaduría. Si lo hizo pero como suplente de su amigo Leopoldo Gout. Su tiunfo fue arrollador.
Después, el titular Leopoldo murió y ocupó el cargo Belisario. Ahí empezó a escribir su historia de valor civil, un ejemplo de sacrificio total en defensa de sus ideales.
Belisario estuvo casado con Delina Zebadúa Palencia con quien procreó cuatro hijos: Matilde, Hermila, Ricardo y Carmen. Está ultima murió al nacer.
La vida y obra del valiente chiapaneco las tiene registradas la historia de México como un signo de la libertad de expresión: su sacrificio no fue en vano. Por cierto, a raíz de la muerte del senador, el gobierno de Victoriano Huerta comenzó a declinar.











