Más destino fatal
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 9, Oct 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Como si no bastara, el tiempo se nubla aun más para México, y no me refiero a la temporada de lluvias.
Los datos más recientes del Fondo Monetario Internacional — el tremendo FMI- dicen que el país crecerá este año, otra vez, por abajo del promedio de América Latina.
Que el PIB mexicano repuntaría tan sólo 1.2 por ciento este año y únicamente 3 por ciento en 2014.
Apenas hace dos semanas, el gobierno mexicano decía que la economía crecería este año 1.7 por ciento, menos de la mitad del 3.5 por ciento considerado al inicio de 2013.
Pero el FMI hizo un ajuste de ni más ni menos que 1.7 puntos porcentuales en la previsión de nuestro crecimiento, dado que también apenas en julio había pronosticado un 2.9 por ciento.
Un repentino ensombrecer de nuestro futuro, ¿no es así?.
Y eso no quiere decir que, bueno, ya la cosa se compondrá el año que entra. No, pues mientras el gobierno mexicano anticipa un incremento del PIB de 3.9 por ciento —según el paquete económico enviado por el Ejecutivo al Congreso el 8 de septiembre—, el FMI prevé que el repunte sería de sólo 3.0 por ciento.
Con esos porcentajes nunca iremos a ningún lado. Y algo no está haciendo México para cambiar esto.
Se ve claro en las cifras del FMI. Los países en desarrollo, o emergentes, sí crecerán este año en 4.5 por ciento. El crecimiento de la economía mundial será de 2.9 por ciento, dos décimas de punto menos que las previstas por el organismo en julio pasado.
América Latina en conjunto logrará crecer 2.7 por ciento. ¿Qué nos pasa?
Según el FMI, y está visto, México enfrentará una caída de crecimiento mayor a la prevista para todo el mundo. Y lo más interesante es que el organismo consideró que la caída de la actividad económica es resultado de la disminución en el gasto público, la caída de la industria de la construcción y una menor demanda en Estados Unidos de exportaciones manufactureras mexicanas. De tres causas, dos son internas, así que no le podemos echar la culpa a nadie.
Se supone que parte de nuestros males podrían ser corregidos por la reforma hacendaria que el gobierno ha propuesto al Congreso. Incluso el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo, durante su participación en la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que está dispuesto a asumir el costo político de su plan.
También admitió: “Evidentemente no es nada popular, en ninguna parte del mundo, una reforma fiscal que está orientada a fortalecer la capacidad financiera del Estado mexicano y los tres órdenes de gobierno”.
Y hasta reconoció que las reformas estructurales que ha promovido han generado resistencias y desgaste para el gobierno.
Tan es así lo que dice Peña, que el coordinador de diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, mostró los malabares que se están haciendo para aprobar lo hacendario: que las principales fuerzas políticas en San Lázaro acordaron corregir el Paquete Fiscal del Ejecutivo, para no cobrar el IVA en colegiaturas, renta, compra y venta de casa habitación, pero aclaró que se mantendrá el espírtu del proyecto para que paguen más, quienes más tienen.
Yo me pregunto si ¿con eso ya la hicimos?