El cuadrilátero y las luchas
¬ Juan Manuel Magaña lunes 14, Oct 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Cuando parecía que ya le iban a bajar, resultó ser todo lo contrario. La disidencia magisterial va (viene) por más.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación acaba de anunciar un incremento de sus movilizaciones que van desde bloqueos a las fronteras, pozos petroleros, casetas de peaje y centros comerciales tanto en el Distrito Federal como en los estados del país, hasta fortalecer el plantón en el DF y tratar de recuperar el Zócalo.
La CNTE aseguró que sus demandas ya van más allá de la abrogación de la reforma educativa y que sus integrantes iniciarán una nueva etapa en contra de las reformas estructurales: la hacendaria y la energética.
De hecho, el próximo 17 de octubre habrá una protesta masiva en la ciudad de México para impedir la reforma energética.
Se dijo que a partir de este lunes se reforzará el plantón nacional que mantiene en el Monumento a la Revolución y no descartó su regreso al Zócalo capitalino.
El anuncio, relativamente sorpresivo, se da cuando otro cambio en el escenario urbano ya se venía introduciendo: el del cerco que mantiene la Policía Federal desde el 13 de septiembre en el primer cuadro de la capital y que, por lo pronto, permanecerá al menos hasta el próximo martes, puesto que un día después inicia la 13 edición de la Feria Internacional del Libro de la Ciudad de México en el gran cuadrilátero de cemento.
Es clara la maniobra: no permitir una fisura por la que puedan colarse de nuevo los maestros y hacer que en modo continuo el Zócalo permanezca ocupado no precisamente por manifestaciones de inconformidad.
Ya incluso el centro de acopio de ayuda para damnificados por Ingrid y Manuel, de la administración capitalina, fue retirado de la plancha emblemática de cemento y ahora se encuentra en la esquina de 16 septiembre y Plaza de la Constitución, sobre la banqueta del antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde despacha el jefe de Gobierno.
Pero las vallas metálicas custodiadas por elementos de la Policía Federal ahí siguen, y cuidan que no se genere el vacío.
Cada quien hace su lucha, en esta intensa temporada de luchas y forcejeos en el país. Apenas el jueves, el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera había asegurado que al “compactar” el centro de acopio “ya no era necesario el cerco”. Parece que le falló.
Desde el pasado 13 de septiembre, la Policía Federal desalojó a los integrantes de la CNTE, quienes mantenían un plantón en el primer cuadro de la capital.
Calles como 20 de Noviembre han estado cerradas desde su cruce con Venustiano Carranza, donde agentes federales solicitan identificación para llegar a los edificios de gobierno o solo permiten acceder a quienes llevan ayuda para el centro de acopio instalado. Y así siguió ayer y seguirá dos días más: con cerco.
La feria cultural también ha dado su propia lucha, pues con el pretexto del centro de acopio, tuvo que ser aplazada. Pero ésta no claudicó en su exigencia de instalarse. Ahí participarán 250 casas editoriales y más de 100 autores que realizarán conferencias y presentaciones de libros.
Y ni modo que opere a partir de un cerco policial. Y ahora que la CNTE se mantiene al asedio, ¿qué impedirá la libre manifestación en ese enorme cuadrilátero?