¿Apariciones forzadas?
¬ Juan Manuel Magaña martes 17, Jun 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sacó ayer una nueva cifra de desaparecidos en el país: “alrededor de 16 mil”, dijo.
Ante los cuestionamientos del semanario de “The Economist” sobre la incertidumbre en torno a la cifra de desaparecidos en México y el método con el que el gobierno de la República calcula estas cifras, el secretario aseguró que simplemente se trata de una base de datos que se actualiza día con día, a la vez que rechazó que exista discrepancia entre los números que manejan las autoridades federales con las locales.
Así lo trató de explicar: “La lista original de 27 mil, que solamente se estaba llenando pero no se le daba su revisión y actualización. ¿Por qué requiere revisión y actualización? Porque el ejemplo que le acabo de poner, de la señorita que no regresó a tiempo a su hogar y fueron a levantar una denuncia, pues resulta que sí regresa, pero los papás ya no se ocupan de informarlo a la autoridad, se siguió incrementando a partir de 2012, con otro número aproximado de 10 mil, 14 mil, y también se redujo a 8 mil en la revisión.
El caso es que se redujo en una sola lista que hoy tenemos en alrededor de 16 mil”.
Si usted no lo entendió, acá se lo explico. Al inicio de la actual administración priísta, en enero de 2013, Lía Limón, subsecretaria de Derechos Humanos de Segob, confirmó que la cifra de desaparecidos, producto del horror que el calderonismo le hizo vivir a este país, era de 26 mil personas. La suma era bastante creíble, aun cuando para mucho podría ser mayor, si se considera el inmenso número de muertos de la guerra de Felipe Calderón: unos cien mil.
El 20 de mayo, el ombudsman de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva, precisó otra suma al comparecer ante el Senado: 24 mi 800. La cifra luego cambió a 13 mil cuando el procurador Murillo Karam la dijo, un día después, en una reunión privada con familiares de las víctimas. Argumentó que el nuevo dato surgió después de efectuada “una depuración”.
Apenas el pasado 22 de mayo, mientras familiares de víctimas pedían en el Senado la creación de una comisión especial para los desaparecidos, el propio Osorio Chong explicó durante su comparecencia ante las Comisiones de Gobernación y de Seguridad Pública que tras realizar una depuración de los datos, la cifra disminuyó a 13 mil, pues se localizó a 14 mil 688 personas vivas y 748 muertas. No obstante, apuntó, de 2012 a 2014 se reportaron nuevamente 16 mil no localizados, de los cuales se han encontrado 8 mil vivos y 385 muertos, con lo que la cifra era ya de únicamente 8 mil no localizados.
Son tan sólo 8 mil las personas “no localizadas” en nuestro país, subrayó Osorio, lo cual contrastaba con la cifra de 24 mil 800 presentada por el ombudsman y no se diga con los 26 mil de la subsecretaría Lía Limón. Osorio incluso detalló que de 2006 a 2012 se registraron casi 27 mil personas no localizadas. Es decir, se refirió a las cifras que seguramente a Calderón se le antojó dejar al siguiente gobierno. Y nótese que aquí hay mil desaparecidos más sobre la cifra de Lía Limón.
En la entrega de ayer hablábamos de que en febrero de 2013 fue Osorio Chong el que habló de 70 mil muertos en la guerra de Calderón. Sólo esos, dijo, porque no existe la suficiente información sobre el tema debido a que la anterior administración dejó de hacer “un conteo oficial”, lo que también dificulta dar una cifra exacta no sólo sobre muertos sino también sobre desaparecidos.
Hoy niega la cifra que él mismo dio hace un mes y arriesga el monto de 16 mil desaparecidos. Pero digamos que no el secretario, sino el gobierno da la impresión de no tener claro lo que afirma.
Decir que estos datos tienen sustento porque se lograron con una llamada telefónica o acudiendo a los domicilios de las personas reportadas o dando seguimiento a una denuncia que en muchos casos se trató de personas que se escaparon con el novio, que se fueron a trabajar a los Estados Unidos o de conflictos matrimoniales en los que se abandonó el hogar, es como querer banalizar y hasta querer hacer fácil la aparición de desaparecidos.
Ya se ha dicho que en miles de madres que aún buscan a sus hijos, la danza de las cifras que se trae la autoridad parece más un intento por disminuir el tamaño real y el impacto del problema.











