Los intelectuales de Mamá Rosa
Francisco Rodríguez lunes 21, Jul 2014Índice político
Francisco Rodríguez
Desde que aparecieron, en 1969, los ameritados estudios que Lewis A. Coser editó como Men of Ideas, libro en el que se discutía el papel de los intelectuales y el poder, en México se empezó a tomar conciencia del papel fundamental que desarrollaban estos personajes, cercanos a los círculos de decisión, por medio de sus consejos, orientaciones y vivencias.
Los intelectuales han sido promotores de grandes movimientos, rebeliones, revoluciones o mínimo modas del comportamiento social. Pero, como somos aquí, se codiciaba el título de intelectual para vivir sin trabajar, posando con los de a de veras, pegando con la zurda y cobrando en todos lados con la diestra.
Con una palmada o un saludo de Octavio Paz, era suficiente para ser considerado como intelectual. Si Daniel Cosío Villegas era el elegido, las asesorías eran más caras. En un tiempo, fue suficiente ser invitado a una carta de abajo firmantes. Para acceder, bastaba una llamada o un saludo de Carlos Payán o de Pepe Woldenberg. Un café con Monsiváis era pase seguro. Una mención en público de Carlos Fuentes, y directo y sin escalas al banquete de Petronio. Publicar un artículo con los orgánicos de “Nexos” o de “Vuelta”, y ya, ¡a otra cosa mariposa!, con casa en el bucólico y caro barrio de San Ángel.
Llevar apellido compuesto heredado de los dos de papi (Reyes Heroles, Silva Herzog, et al) y las becas al extranjero llovían del cielo… que los beneficiarios surcaban en aviones oficiales.
Hoy los mecenas han bajado de peso y categoría. Hoy basta con aparecer en Foro TV balbuceando dos o tres ideas ajenas para entrar a esa exclusiva y engañosa lista de intelectuales apantalla pen… dencieros. ¡Cómo hemos caído! La nuestra es una intelectualidad pulquera.
Los intelectuales de hoy son más falsos que un billete de a dos pesos. No sirven para nada —tampoco los de antes—, pero ante la ingenuidad rampante, ahora son quienes se reparten los contratos.
Lo peor es que hoy se erigen, al lado de Martita la de Vicente Fox, en defensores de Mamá Rosa.
¡Qué nivel! ¿O no?
OPERATIVO FUE
EXCESIVO
Aunque sí hay que consignar que, en este como en otros casos, los mexicanos no ganamos para tantos errores y zarandajas que el gobierno quiere hacernos creer. Son actos en los que se usa toda la fuerza del Estado para puro despropósito. Las reacciones europeas de perplejidad e indignación por el magno operativo del Ejército y la Policía Federal para tomar la casa de Mamá Rosa rayan en la compasión hacia nuestro sufrido pueblo. La multitud de efectivos, helicópteros y línea de mando, superaba, por mucho, a la que usaron los gringos para cazar a Osama Bin Laden.
Los cientos de elementos armados hasta los dientes para detener a dos o tres pederastas y a tres o cuatro desviadas, no justifican de ningún modo los errores en los que ha caído el gobierno para incoar acciones contra delincuentes más peligrosos que se han burlado del aparato coercitivo de la justicia.
En las calles se habla de un paripé más grosero que el del “michoacanazo”. En los órganos ministeriales no hay gente que tenga carrera ministerial… y así en todos los renglones de actividad política y pública.
Es excesivo, dicen, ¡hasta burlarse de sus osos!
Índice Flamígero: Ese boletín de prensa salido del GDF en el sentido de tramitar ante los poderes federales Legislativo y Ejecutivo que atiendan las peticiones de los manifestantes del Consejo Agrario Permanente, de El Barzón y de la CCI —que durarán tres días en las calles de la ciudad de México— huele a todo, menos a un acto de gobierno que se respete. Suena a petición de un empleado a su superior. Suena también a angustia de un protectorado frente al gobierno colonial. Suena a incompetencia “¡mejor ya vámonos!”.