El registro de Morena
¬ Augusto Corro lunes 21, Jul 2014Punto por punto
Augusto Corro
El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) recibió el viernes pasado su registro oficial como partido político que le entregó el Instituto Nacional Electoral (INE). Inmediatamente, el dirigente Martí Batres destacó que con el surgimiento de esa agrupación resurge la izquierda como oposición. Como se sabe, la denominada izquierda mexicana ha padecido el divisionismo en sus filas como una maldición.
Si bien es cierto que en las temporadas electoreras logran limar sus asperezas e integrarse en un frente común, el gusto de la unidad no les dura mucho.
El caso más reciente se registró en las últimas elecciones presidenciales. El Partido de la Revolución Democrática (PRD), encabezó a “las izquierdas” en esa contienda electoral. Todos conocemos los resultados. Al ex candidato Andrés Manuel López Obrador (AMLO) le sucedió lo mismo que a la selección mexicana de futbol, volvió a quedarse en el ya merito. Luego de la derrota empezó a trabajar para salirse del perredismo.
Posteriormente, promovió a Morena y finalmente logró el registro. Cabe señalar que desde su primera derrota como aspirante presidencial, los seguidores presionaron al tabasqueño para que fundara su propio partido.
Sin embargo, fue hasta su segundo fracaso como candidato a presidente cuando se decidió abandonar las filas del desprestigiado PRD, cuyos dirigentes, “Los Chuchos” asumieron actitudes entreguistas al gobierno en turno.
Las izquierdas buscaron la unidad, con el propósito de fortalecerse. No funcionó el esfuerzo debido al cúmulo de intereses de los políticos de los diferentes niveles, que desaparecieron a la oposición política.
LA DESBANDADA PERREDISTA
Con la creación de Morena empezó una desbandada de militantes perredistas hacia las filas morenas. El éxodo empezó y seguramente se incrementará cuando se intensifiquen las campañas políticas con vistas a las elecciones del próximo año.
¿Resurgirá la izquierda como planteó Batres? Desde luego se trata de una pregunta compleja. Para empezar, la llamada izquierda se encuentra más que dividida. En el PRD, la ambición de “Los Chuchos” no permitirá que se apodere del partido alguien ajeno a ellos. Para eso apoyan, sin cortapisas, a Carlos Navarrete.
Cuauhtémoc Cárdenas, el candidato de unidad, pasó a segundo plano. El ex mejor alcalde del mundo, Marcelo Ebrard, casi desapareció del escenario político por el controvertido “affaire” de la Línea Dorada. Las tribus, una éstas encabezadas por René Bejarano, tiene una declarada guerra a los “dueños” del PRD.
El Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano se encuentran inmersos en su lucha por la sobrevivencia política. ¿Se unirán a Morena?
En lo general, la izquierda, en el presente, se encuentra sin una salida fácil. El caso concreto de Morena nos dice que faltan líderes. López Obrador es el único que sobresale en el nuevo partido.
Batres decepcionó a los lopezobradoristas cuando su jefe padeció una afección cardíaca. Como nunca se sintió el vacío de liderazgo. Batres no mostró ni el coraje ni el empeño para enarbolar la bandera del lopezobradorismo.
Más de uno piensa que Morena es un partido más en el espectro político nacional, que tarde o temprano caerá en los graves errores que se practican en otros organismos políticos, como son el “dedazo”, la ambición por el poder y el divisionismo interno. Dichos factores no permitirán el resurgimiento de Morena como oposición.
Por cierto, el propio López Obrador ya se encargó de practicar el “dedazo” y designó a sus incondicionales como candidatos a gobernadores. En las listas palomeadas, los candidatos a mandatarios estatales son: Layda Sansores, Campeche; María de la Luz Núñez Ramos, Michoacán; Sergio Serrano Soriano, San Luis Potosí; Lázaro Mazón, Guerrero, y Javier Lamarque Cano, Sonora.
EL DECORO PANISTA
¿En qué momento perdieron los panistas el decoro y las buenas maneras? Difícil saberlo, aunque cuando llegaron al poder les facilitó ser altaneros, prepotentes, groseros y abusivos.
En las últimas semanas se agudizó la mala conducta (por decir lo menos) de los militantes blanquiazules. El último hecho negativo estuvo protagonizado por el presidente municipal de Ciudad Delicias, Chihuahua, Jaime Beltrán del Río. En la televisión local apareció una foto del edil, cerveza en mano, en un brindis con varias personas, entre otras, su jefe de prensa. Esto provocó la ira del secretario particular del panista, Víctor Hernández Figueroa.
El funcionario al ver que su patrón era “balconeado”, lo primero que hizo fue hablarle al director de la televisora, Iván Guzmán, con el propósito de amenazarlo y agredirlo verbalmente. La imagen del munícipe no causó impacto, pues todo mundo sabe en Ciudad Delicias que es aficionado a empinar el codo en eventos públicos, como son las funciones de box, etc.
En un lenguaje que sonrojaría a un carretonero, Hernández Figueroa amenazó con tomar “acciones” (no dijo cuáles) si volvía a aparecer la foto de su jefe, en estado etílico, en la televisión.
La semana pasada, los escándalos panistas fueron tratados en el seno de la jerarquía panista. La conducta de los funcionarios y militantes blanquiazules fue analizada detenidamente.
¿Y cuál creen que fue la conclusión a la que se llegó? Pues que se trataba de una campaña de desprestigio”, con miras a las elecciones intermedias de 2015. Por lo menos este fue el sentir del ex presidente del partido blanquiazul, Luis Felipe Bravo Mena. ¿Cómo se debe entender al grupo de nazis panistas de Jalisco, a los ex funcionarios de la Benito Juárez que golpearon, brutalmente, a un brasileño; a la agresión a una periodista por parte de una política, en la sede panista de Coyoacán y la muerte de una persona arrollada por el automóvil de una regidora panista ebria, en Veracruz?
El presidente municipal de Ciudad Delicias, Beltrán del Río, ya es identificado como adorador del dios Baco y no serán sus empleados, con amenazas, quienes le mejoren la figura.











