Los diputados y la generosidad
¬ Augusto Corro miércoles 24, Sep 2014Punto por punto
Augusto Corro
Los legisladores estuvieron a punto de recibir elogios por su generosidad hacia los hermanos en desgracia, pero no lo hicieron.
El perredista Silvano Aureoles se pronunció por donar un año de su sueldo para ayudar a mitigar las penurias de los mexicanos flagelados por el huracán “Odile”, en Baja California Sur.
El ejemplo del legislador no fructificó y sólo consiguió, a regañadientes, la aportación económica de un día de salario, equivalente a 2 mil 500 pesos. La iniciativa de Aureoles se presentaba como una gran oportunidad para que los diputados se anotaran un punto a favor, luego de un sinnúmero de acciones reprobables a todas luces.
Claro, los legisladores no tenían la obligación de ser generosos, pero sí de mostrar un mínimo de solidaridad con los damnificados.
En cambio, si de gastarse el dinero público se tratara en este renglón no tendrían ningún problema.
Por ejemplo, las comisiones especiales en la Cámara de Diputados presentaron recibos de consumo en cantinas y restaurantes de lujo para justificar sus gastos, con un costo de más de 59 millones de pesos, en la presente legislatura.
De acuerdo con los comprobantes, las comidas no consisten en tacos de frijoles, como los consume Fox, sino que se trata de agasajos gastronómicos en restaurantes de lujo, como el Sir Winston Churchil, de Polanco.
La generosidad de Aureoles tampoco llamó la atención, pues como precandidato a la gubernatura de Michoacán, se encuentra en condiciones de invertir su sueldo y todo aquello que sea necesario a favor de su imagen política.
Pero, tristemente su iniciativa de generosidad no tuvo efecto en los diputados, que como se ve, donar un centavo de su bolsillo es algo doloroso y traumático.
¿YA HICIERON LAS PACES?
Supuestamente, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, y el ex mandatario Ulises Ruiz Ortiz estaban peleados a muerte, como se dice coloquialmente. Pero no fue tal. O quizá, ambos políticos ya fumaron la pipa de la paz y se olvidaron de sus viejas rencillas. En una fotografía reciente, del 13 de septiembre del presente año, se les ve a ambos políticos en el aeropuerto de Xoxocotlán, Oaxaca. Gabino y Ulises reflejaban tranquilidad y paz espiritual que solo se ven en las reuniones de grandes amigos.
Entre los políticos no causó impacto porque saben bien que los intereses personales son los que valen.
En el 2011, la administración de Cué acusó a Ulises de un daño al erario por más de 3 mil millones de pesos, de acuerdo con auditorías.
Una vez conocida esa situación irregular, se pensó que la cárcel esperaba a Ulises sin darle vueltas al asunto. No sucedió así. Pasó el tiempo y el hilo se reventó por lo más delgado y únicamente dos ex funcionarios fueron llevados ante la justicia.
El propio Ulises logró superar el temporal y ahora es flamante delegado priísta en Quintana Roo.
En tanto, Oaxaca padece la ingobernabilidad derivada de la ineptitud de Cué y por la manga ancha que les permitió a los maestros disidentes cogobernar en el estado.
Por cierto, el mandatario estatal enfrenta, en los momentos de escribir estas líneas, un problema con policías paristas que tomaron por la fuerza oficinas administrativas públicas.
Los uniformados inconformes demandaron las renuncias del jefe policiaco Esteva Salinas y del comisionado Cuauhtémoc Zúñiga, así como un 100% de aumento en haberes, viáticos, retiro digno y no represalias.
LOS NIÑOS MIGRANTES
La Comisión Internacional de los Derechos Humanos (CIDH) le da vueltas a la problemática de las familias y niños migrantes que viajan sin acompañante.
La policía fronteriza de Estados Unidos (EU) interceptó, desde el 2013 a la fecha, a más de 66 mil menores migrantes, sin compañía de adultos.
El asunto llamó la atención de los gobiernos de EU, México y de los países centroamericanos que pusieron todo su empeño, en los discursos, para buscar una solución.
Teóricamente, es decir en el papel, quedó resuelta la problemática; pero en la cruda realidad la situación es otra.
En esta ocasión la CIDH enviará una delegación a la frontera de EU para evaluar la situación de los derechos humanos de los menores mencionados. Se buscará saber en qué condiciones se llevó a cabo la intercepción y los procesos en los tribunales de inmigración.
En conclusión, le darán más vueltas a la problemática sin llegar a soluciones prácticas y rápidas. Obvio. Es como pedir peras al olmo.
Se ha dicho hasta el cansancio que los menores que viajan sin acompañante abandonaron su país de origen debido a que buscaban encontrarse con sus familiares, a la falta de empleo y principalmente por huir de la violencia.











