Reforma política del DF pasó el filtro estatal
¬ Mario San Martí miércoles 20, Ene 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- Seguirá el debate, el Constituyente, el motivo
- Ciudad de México, cada vez más cerca
Por ser una reforma a la Carta Magna, con la que se dará vida a la Ciudad de México, el último paso para su constitucionalidad requería la aprobación de 16 congresos estatales, trámite que ya se superó porque a fines de la semana pasada, en más de 20 entidades federativas, ya tenía el voto aprobatorio, por lo que se da por hecho que será en la próxima sesión de la Comisión Permanente cuando el Congreso de la Unión declare formalmente aprobada la minuta con proyecto en materia de Reforma Política del Distrito Federal, misma que deberá ser remitida al Ejecutivo Federal para los efectos de su promulgación.
Empero, no obstante que dicha reforma ya pasó el filtro estatal, también se da por hecho que en los posicionamientos durante la referida declaratoria algunos legisladores subirán a tribuna para continuar el debate, no del cambio de nombre a Ciudad de México, ni de la posibilidad para que la Asamblea Legislativa adquiera facultades para presentar iniciativas de ley igual que al interior de la República, ni tampoco por el hecho de que se amplían los derechos políticos de los habitantes de la nueva Ciudad de México, no, ahora el debate se centrará en aspectos políticos.
Y es que, en la aprobación de la minuta que el Senado de la República envío a la Cámara baja, un cuestionamiento constante fue el hecho de que para la elaboración de la Constitución Política, que regirá los destinos de la ciudad naciente, el documento final surgirá de una asamblea constituyente, donde participarán los ejecutivos federal y local, legisladores federales y locales.
Ese argumento de supuesta “intromisión a la soberanía”, sin duda, se volverá a escuchar en el Salón Verde del Palacio de San Lázaro y también nuevamente será un argumento que pocos oídos tendrá entre la mayoría de diputados y senadores que integran la Permanente, y esto último por una cuestión lógica donde los números hablan: En la aprobación de dicha minuta con proyecto de reforma, en la Cámara de Diputados, se registraron 386 votos a favor, 33 en contra y una abstención, eso sin contar la mayoría en el senado y en los congresos locales, pero sobre todo la mayoría de los capitalinos que quieren un cambio en lo político.
Entonces, en términos de juegos de azar, podríamos decir que “la suerte está echada” para la Reforma Política del D.F., que va y ya nadie la detiene porque, además, en términos astrológicos, se puede observar que “los astros se han alineado a favor de tan importante proyecto”.
Hay disensos, nadie lo niega, pero en esta ocasión los consensos son abrumadores a favor de una Ciudad de México que sea parte de la Federación, que goce de autonomía en su régimen interior y en su organización política y administrativa. En eso hay acuerdo, ahora hay que ponerse a trabajar en la redacción del documento que defina la fecha y hora de nacimiento de la nueva ciudad, la de México. Estaremos atentos del proceso.
IMPERFECTA, PERO VA.- Es cierto que sobre el tema hay mucho por hacer y debatir, pero también es cierto que en política se avanza donde hay acuerdos y se alcanzan los consensos, la Reforma del Distrito Federal es uno de esos casos.
A manera de ejemplo, nos vienen a la mente algunas actividades de cabildeo que, sobre este asunto, realizaron algunos legisladores locales como las que en su momento impulsó el presidente de la Comisión Especial para la Reforma Política del DF, de la Asamblea Legislativa (ALDF), el diputado José Encarnación Alfaro Cázares, quien en más de una ocasión le escuchamos decir que en este proceso había quienes opinaban que se trataba de una reforma “imperfecta”, pero muy enfático respondía que “el problema es que por quererla hacer perfecta se está impidiendo a la ciudad avanzar en su situación política”, por lo que dijo que “el mal mayor es que no se apruebe y el mal menor es que se apruebe”. Y así, con algunas imperfecciones esa reforma ya es ley.
“Hay que aprobarla”, repetía el priísta Alfaro Cázares “porque sólo así la ciudadanía capitalina podrá aspirar a tener un mejor gobierno, con seguridad pública más eficaz; con rendición de cuentas y manejo de recursos con mayor transparencia; con más y mejores servicios, entre otros beneficios”. Ojalá.
REFORMA A LA VISTA.- Pues sí, tal vez hoy sean meras noticias o formen parte del debate y la agenda pública, pero un día de estos los que viven o nacieron en la capital despertarán con nuevos derechos en lo político y en lo administrativo. Por ejemplo, la capital de la república ya no será llamada Distrito Federal sino Ciudad de México; en materia de gobernabilidad, el jefe de gobierno podrá designar o remover libremente a su procurador de Justicia y al secretario de Seguridad Pública, trámite que en estos momentos aún requiere del visto bueno del Ejecutivo federal. El jefe de gobierno no podrá ocupar nuevamente el cargo, ni siquiera como interino, provisional, sustituto o encargado del despacho.
En cuanto a la organización y funcionamiento del Congreso de la ciudad de México, éste tendrá facultades que hasta ahora no tiene, como aprobar el presupuesto de egresos de la ciudad, incluidas las remuneraciones de los servidores públicos. El voto del Congreso de la Ciudad de México será computable para las reformas constitucionales que tenga que decidir el Congreso de la Unión. En fin, los días del Distrito Federal están contados, lo ideal sería que con la llegada de esta reforma también desaparecieran las imperfecciones que hay en la ciudad capital. Veremos.