Enero 29, 2016, fecha de nacimiento de la CDMX
¬ Mario San Martí miércoles 27, Ene 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- Expertos, instituciones y sociedad civil, en la redacción de la nueva Constitución
Será el próximo viernes 29 la fecha histórica que quedará inscrita en el calendario cívico capitalino como el día en que la ciudad de México volvió a nacer, ese día el presidente Enrique Peña Nieto, promulgará la reforma política con la cual se elimina oficialmente la denominación de Distrito Federal para convertirse en Ciudad de México, entidad federativa.
Como recordamos, la referida reforma constitucional fue aprobada en diciembre pasado por el Congreso de la Unión, y a principios de este año la mayoría de las entidades federativas le dieron el visto bueno con su aprobación, por lo que podemos decir que es una reforma que dará vida a la primera constitución del siglo XXI y ésta se podrá enmarcar en los festejos de la celebración del centenario de la Carta Magna de 1917.
Pero por qué decimos que la Ciudad de México vuelve a nacer, pues porque la historia registra que desde su fundación, en 1325, lo que hoy conocíamos como Distrito Federal se llamó México Tenochtitlán.
Luego con la llegada de los españoles, en 1521 el conquistador Hernán Cortés fundó el ayuntamiento de México.
Desde entonces, hasta 1824, los pobladores de este territorio empezaron a llamarla Ciudad de México, ciudad que -con la adopción del sistema federalista en nuestro país- dio paso a la creación del Distrito Federal, aunque como símbolo de identidad y pertenencia sus habitantes siguieron hablando de la Ciudad de México, algo así como Ciudad de México para los cuates y Distrito Federal para los formalismos y actos protocolarios.
Durante la Colonia, en la Ciudad de México o el ayuntamiento de México, gobierno y las autoridades se legitimaban mediante procesos de elección, donde se elegía a titulares de ayuntamientos, consulados, concejo de indios, pero este sistema de elección o consulta siempre estuvo serios cuestionamientos por prácticas que no siempre fueron las correctas y sus vicios perduraron muchos años, como la compra de cargos, designaciones directas y hasta puesto hereditarios, y así, las reglas que en principio tuvieron el consenso por su aparente esquema de participación política, con el tiempo los disensos empezaron a aparecer por todas partes.
Con las modificaciones en 1824, las reglas no cambiaron mucho. EL DF no tenía una constitución, y el Jefe del Departamento o gobernador era nombrado por el jefe del Ejecutivo nacional.
En 1928 la Constitución fue reformada nuevamente, se suprimieron los municipios o ayuntamientos, y surgieron las delegaciones políticas, pero permanecía el cargo del Jefe del Departamento, nombrado por el Presidente de la República, y ahora adquiría facultades para designar a los titulares de las delegaciones.
En 1988, sesenta años después, el Distrito Federal dio un giro definitivo en sus aspiraciones democráticas y en lo político surgió la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, la cual once años después se constituiría en Asamblea Legislativa. En 1997 también, los habitantes del DF eligen por primera vez a su Jefe de Gobierno, por un único periodo de gobierno de tres años y a partir del 2000 serían periodos sexenales, fecha en la que también iniciarían los cargos de elección para los jefes delegacionales.
En fin, luego de este repaso histórico, no nos queda más que confirmar la teoría de los historiadores, quienes señalan que la historia sirve para entender el pasado, comprender el presente y vislumbrar el futuro.
Esa es la historia de los mexicas, citadinos, defeños, capitalinos o neo mexicas, es la historia de la Ciudad de México que hoy vuelve por sus fueros porque en realidad nunca se ha ido en la memoria de sus habitantes. Hoy nace como CD.MX., pero seguirá siendo Ciudad de México, así con todas sus letras.
ALGO DE MANCERA.- A propósito de la definición del término historia, los teóricos nos dicen que también es memoria.
El historiador Arnaldo Córdova señaló en uno de sus ensayos que “La historia es, ante todo, memoria del pasado en el presente”, y como lo que se está viviendo en la Ciudad de México es pasado y presente, pues vale recordar que como Jefe de Gobierno electo, Miguel Ángel Mancera definió que una de sus prioridades como gobernante era impulsar la tan anhelada reforma política para el Distrito Federal.
Del discurso pasó a los hechos, como tal se reunió con el entonces Presidente electo de México, con Enrique Peña Nieto, le expuso su agenda de trabajo, pidió apoyos para la consecución de obras y mejores servicios para los habitantes citadinos, cabildeó y cabildeó el tema político de su interés.
Con el apoyo del PRD, su iniciativa pronto rindió frutos, el tema quedó inscrito como una de las prioridades del llamado Pacto por México, ya no quitó el dedo del renglón. Hoy se dice que es una reforma de su autoría y sin duda pasará a la historia como el gobernante que impulsó y llevó a buen fin los trabajos que incluyen el cambio del estatus jurídico de la ciudad capital con una Constitución propia; cambio de nombre al Distrito Federal y hasta el nombrar directamente a los titulares de la Procuraduría de Justicia y de la secretaria de Seguridad Pública, entre otros puntos. “Historia pura”, nos dijo alguien por ahí.
LA CONSTITUCIÓN QUE VIENE.- El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, ha dado a conocer que convocará a expertos, instituciones y sociedad civil, para que participen en la elaboración del proyecto de Constitución de la Ciudad de México, y que en ella se debe buscar la reafirmación de derechos ganados en la capital del país y mejorar la participación de la gente.
Interesante, muy interesante el tema. Lo ideal sería que para estos trabajos no aparezcan grillos, merolicos o kamikazes de la política, porque de antemano sabemos que no ayudan, pero ahhh como estorban.