Alternancia (II)
Ramón Zurita Sahagún miércoles 27, Ene 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Tlaxcala es la entidad en la que la alternancia se ha movido en todos los extremos, aunque finalmente lo ha hecho alrededor de puros gobernantes que migraron del PRI a otras opciones unas cuantas semanas antes del proceso electoral.
Alfonso Sánchez Anaya, un priista que se mantuvo como militante por varios años, decidió salir de las filas del tricolor cuando la candidatura de su partido recayó en Joaquín Cisneros, hijo de un ex gobernador de esa entidad.
Sánchez Anaya fue de los primeros priístas que se aventuraron a competir con los colores del PRD y ganar un gobierno estatal. Al término de su mandato, su esposa, María del Carmen Ramírez, se empecinó en querer ser candidata y el PRD perdió la elección.
La ganó Héctor Ortiz, otro ex priista convertido en oposición, cuando supo que no sería el candidato del tricolor.
Ortiz le ganó al hoy gobernador Mariano González Zarur, cobijado con la bandera de Acción Nacional, para que seis años más tarde el PRI recuperara la administración estatal, con una nueva participación de González Zarur, quien en esta ocasión si pudo ganar.
Tlaxcala es el estado con mayor alternancia de cuantos hay en el país, ya que supera a Morelos y Baja California Sur que han tenido administraciones estatales de los tres principales partidos (PRI, PAN y PRD).
Mientras los morelenses han ido del PRI al PAN (dos gobiernos consecutivos) y al PRD, los bajacalifornianos del sur migraron del PRI al PRD y luego al PAN, los tlaxcaltecas pasaron del PRI al PRD, luego al PAN y regresaron al PRI y ahora pueden ir nuevamente con el PRD o PAN o hasta seguir con el PRI.
La no alianza entre PAN y PRD pulverizará el voto, algo que puede favorecer al tricolor, con todo y que panistas y perredistas llevan (en opinión de los analistas) mejores candidatas que el PRI.
Adriana Dávila Fernández será la abanderada de Acción Nacional, mientras que Lorena Cuéllar lo hará por el PRD y todavía existe la opción de que Martha Palafox candidata de Morena pulverice más el voto, lo que tendería a favorecer al candidato priísta.
Dávila Fernández perdió hace seis años ante González Zarur, Lorena Cuéllar ganó la senaduría de mayoría hace cuatro años en fórmula con Martha Palafox, mientras que el candidato del PRI, Marco Antonio Mena, parece no convencer a nadie.
En Zacatecas se podría producir una nueva alternancia, ya que el abanderado del PRI pasará muchos malos momentos si es que pretende ganar el proceso electoral del próximo cinco de junio.
Alejandro Tello va como abanderado del partido tricolor que actualmente gobierna bajo el mando de Miguel Alonso Reyes, pero enfrente tendrá a dos opositores de peso: David Monreal Ávila (hermano del ex gobernador Ricardo Monreal Ávila), propuesto por Morena y Pedro de León Mojarro, apoyado por la alianza firmada entre Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática.
De León Mojarro, cuñado del gobernador Alonso Reyes, buscó la nominación por el PRI y al serle negada se fue a la coalición formada por los partidos de derecha e izquierda, mientras que David Monreal es senador y convertirán a Zacatecas en una entidad con resultados electorales repartidos en tercios.
Esos siete estados ya pasaron por la alternancia y puede presentarse de nueva cuenta un cambio de siglas en las administraciones estatales.
De los cinco estados restantes, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz, nunca han tenido un gobierno ajeno al PRI, aunque algunos de ellos se aproximaron en diversas ocasiones.
Durango ha tenido enfrente en diversas ocasiones la formación de coaliciones entre izquierda y derecha, las que no han tenido éxito.
Rodolfo Elizondo Torres, fue uno de los primeros candidatos presentados como parte de ese experimento conformado por el partido de derecha y los de izquierda. Maximiliano Silerio Esparza le ganó sin grandes complicaciones en 1992, al competir Elizondo Torres por segunda ocasión, ya que le sacó más de 15 puntos porcentuales.
Esos sí, hace seis años, izquierda y derecha establecieron un nuevo acuerdo alrededor de la candidatura del ex priista José Rosas Aispuro, el que se acercó hasta un punto porcentual del ganador, Jorge Herrera Caldera. Once mil votos separaron al ganador del perdedor.
Ahora Rosas Aispuro repite como candidato de la misma coalición y se espera que en esta ocasión si pueda derrotar al priismo que lleva como abanderado a Esteban Villegas.
En Hidalgo, los priistas parecen inamovibles, ya que gana con amplia ventaja, sin importar el tamaño del candidato que les presente la oposición.
Hace seis años, Xóchitl Gálvez Ruiz, como candidata panista intentó, sin éxito, arrebatar la plaza al tricolor y quedó corta.
Con una coalición formada por Acción Nacional, el Partido de la Revolución Democrática y Convergencia, Xóchitl se quedó a cinco puntos porcentuales (45 mil votos de diferencia) del priista Francisco Olvera Ruiz, quien fue avalado por los Partidos Verde Ecologista de México y Nueva Alianza.
Cinco años antes (2005), el ex priista José Guadarrama Márquez quedó muy lejano del hoy secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con una votación de 369 mil sufragios del priista contra 206 mil del perredista.
Eso sí, un año más tarde, el propio Guadarrama Márquez venció en las urnas por un escaño al ex gobernador Jesús Murillo Karam.
Ahora perredistas y panistas buscan presentar un candidato común, para intentar vencer la férrea resistencia de los priistas que aparecen como grandes favoritos en cada uno de los sondeos y encuestas que se levantan antes de la nominación de candidatos. Hidalgo se advierte como una frontera difícil para la alternancia.