Alquiler de siglas
Ramón Zurita Sahagún jueves 10, Mar 2016De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿Qué pasó entre el Partido de la Revolución Democrática y el del Trabajo, que rompieron la sociedad mantenida durante varios lustros, tiempo en que los dirigidos por Alberto Anaya actuaron como simples rémoras del sol azteca?
¿Acaso la ayuda prestada por el PRD para que el PT mantuviera su registro no les fue suficiente?
Es cierto que el PT como algunos otros es un partido franquicia, dispuesto a alquilar sus siglas, pero sorprende como lo hace ahora fuera de su ideario ideológico.
Desde su fundación, el Partido del Trabajo mostró su tendencia de cercanía al poder, tal y como nació.
Su manejo ha sido similar al de otros organismos políticos minoritarios, a modo de franquicia, reservando su respaldo a los candidatos propuestos por otros partidos.
Poco es lo que ha ganado con candidatos propios, si acaso la alcaldía de Durango capital y algunas diputaciones y senadurías, principalmente de representación proporcional, en coalición con otros partidos.
Su primera candidata presidencial fue Cecilia Soto González (importada del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana) y les consiguió un sorpresivo 2.75 por ciento de los votos emitidos.
Después de esa primera incursión en la carrera presidencial, el partido que preside o maneja como dueño Alberto Anaya, prefirió aliarse con el partido ancla de la izquierda, el PRD, y apoyar al candidato que designaba el partido del sol azteca.
Así, el PT logró sobrevivir los comicios de 1997, 2000, 2003, 2006, 2009, 2012, hasta llegar a los de 2015, donde la sociedad con el PRD ya no fue total y tuvo que entrar el partido que hoy preside Agustín Basave en su rescate.
El PT consiguió sobrevivir el proceso electoral del 2015, gracias a la benevolencia del PRD, quien prefirió no postular candidato en el I distrito federal de Aguascalientes en una elección extraordinaria en diciembre de 2015, para que los votos de la izquierda fueran en respaldo del abanderado del PT.
De esa manera, el partido de Alberto Anaya conservó el registro, ya que alcanzó el tres por ciento necesario para ello.
Con el apoyo recibido por parte del PRD que le salvó la vida (y el dinero), se creyó que el agradecimiento de los petista sería dado en otra forma y no como ha reaccionado en los procesos electorales que tendrán lugar en junio próximo.
Por principio de cuentas, en Colima, el PT se alió al PRI y apoyó a su candidato Ignacio Peralta (quien ganó la elección) y no a la candidata del PRD Martha Zepeda.
Lorena Martínez Rodríguez, la candidata del PRI en Aguascalientes, obtuvo el respaldo de una gran alianza, en la que se incluye el PT. Chihuahua registra que los petistas se aliaron nuevamente con el PRI, alrededor de la figura de Enrique Serrano Escobar y no con el PRD como acostumbraban.
En Puebla, los petistas también eludieron respaldar al PRD y a su candidato al gobierno del estado y prefirieron pactar con el partido gobernante en esa entidad y apoyar al candidato de la mega-alianza formada por el PAN, Panal y otros partidos locales.
Cada uno de esos casos muestra su alianza con el partido en el poder y la conveniencia que encontró el PT en ese apoyo hacia el favorito, algo que los petistas parecieron aprender con el susto recibido en los comicios federales de 2015. Para Oaxaca, los petistas se comprometieron a participar en la alianza formada por el PRD con el PAN, misma que les permitió hace seis años ganar el estado.
Como en los otros estados, el PT actuaría en favor del partido gobernante, pero intempestivamente rompió el compromiso con esa alianza y hasta formalizó el respaldo a uno de los aspirantes del PRD que rompió con este partido. De esa manera como en los estados mencionados, el PT irá contra el PRD, su antiguo aliado, por lo que decidió respaldar al senador Benjamín Robles Montoya, inconforme con que la coalición PRD-PAN no se haya decidido por él.
Lo curioso de esto es que debido a su actuar, el PT podría quedarse sin candidato a gobernador, ya que Robles Montoya participó en la contienda interna del PRD y ya fue impugnado por aparecer ahora como abanderado del PT.
CABADA VA POR JUÁREZ
Fuerte competencia tendrá Héctor (Teto) Murguía Lardizábal en la disputa por la alcaldía de Ciudad Juárez, ya que Armando Cabada consiguió recolectar el suficiente número de firmas que le dan el aval como candidato independiente a ese ayuntamiento.
Un total de 88,610 firmas fueron recabadas por Cabada en este propósito, con lo que consiguió superar, por mucho, el número necesario de ellas.
El empresario ha tenido que sortear una serie de retos, entre los que se en cuentan impugnaciones por su calidad de independiente, aunque considera que presentó en tiempo y forma toda la documentación que le da derecho a competir en el proceso electoral del cinco de junio.
RUTA AL EDOMEX
Alfredo del Mazo Maza festejó con su compañero de legislatura, Tristán Canales Nájar, su nombramiento como presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados.
Dicha comisión parece estar asignada a los diputados federales provenientes del Estado de México, pues en tiempos recientes la han presidido Luis Videgaray Caso (secretario de Hacienda), José Manzur y ahora Del Mazo Maza.
Los cinco presidentes que antecedieron al ex director de Banobras y ex alcalde de Huixquilucan, lograron situarse bien: Videgaray, secretario de Hacienda; Nuvia Mayorga, Pueblos Indígenas, José Manzur, secretario de Gobierno de Edomex; Pedro Pablo Treviño, director de Lotería Nacional y Baltasar Hinojosa, candidato al gobierno de Tamaulipas.
¿Será también el trampolín adecuado hacia la candidatura anhelada para Del Mazo?











