La compra del voto
José Antonio López Sosa lunes 6, Jun 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
En la capital del país, prácticamente todos los partidos y candidatos se quejaron del contrario por comprar o intentar comprar votos durante la elección del Constituyente.
Al cierre de esta columna las acusaciones van y vienen en distintos medios de información, así como en sus cuentas de redes sociales.
Me resulta francamente increíble que, durante la jornada electoral el recurso político más usado sea el acusar de compra de votos al adversario, cuando en términos prácticos, todos, partidos y candidatos a ello se dedicaron durante la campaña electoral, a comprar votos con despensas, ayudas o mentiras.
Es evidente que se puede comprar un voto sin transgredir la ley, los juristas dirán que eso no es delito y tienen razón, sin embargo desde una visión estrictamente democrática, ello constituye un atentado contra la supuesta transparencia en una elección.
Todos, absolutamente todos los candidatos en la Ciudad de México, así como los partidos -en su caso-a los que pertenecen intentaron comprar los votos, el simple hecho de prometer algo que está fuera del alcance de un candidato constituye una intención de comprar un voto a cambio de mentiras.
Ahora bien, mientras todos intentan comprar votos (unos legal y otros ilegalmente), al mismo tiempo se quejan que el de en frente está comprando votos, una ridícula y pueril situación política que habla mucho de lo que en el fondo es la democracia mexicana, pura simulación.
Hoy lunes seguramente ya tendremos resultados preliminares, pronto vendrán los definitivos, yo me pregunto: ¿en qué cambiará la vida de los capitalinos comunes con la redacción del texto constitucional de la Ciudad de México?, porque los candidatos y partidos ofrecieron todo, menos explicar claramente los beneficios de una Constitución propia, así como el sentido de fondo que le pretenden dar.
Los mensajes electoreros rondaron en la demagogia, en dar agua potable, en frenar la delincuencia y en terminar con la impunidad, como si con redactarlo ello fuese posible.
En fin, intentaron todos comprar el voto, no nos queda como ciudadanos más que evitar que compren nuestra consciencia en los siguientes meses.
Habrá que vigilar a esos diputados constituyentes, habrá que comprobar una vez más si la democracia simulada mexicana sirve o no.
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