Olímpicos, entre lo bueno y lo malo
Sin categoría lunes 15, Ago 2016Como veo, doy
Jorg Palacios
- Televisión pública, forma diferente de ver el deporte
- Federaciones ¿culpables?
Sí después de los malos resultados que hasta ahora han dado los representantes de México en los Juegos Olímpicos pudiéramos ver positivamente algo, sin duda sería el buen trabajo que ha desarrollado la televisión pública en la cobertura de los cotejos deportivos que se desarrollan en Brasil.
Tal vez las narraciones que se hacen de las disciplinas en competencia no tengan esa pasión y enjundia que comentaristas de la televisión comercial nos tienen acostumbrados, pero en general se ha visto que los de la tele de carácter público no le piden nada a las privadas, al contrario, se respira un aire nuevo, una nueva forma de ver y disfrutar el deporte desde la pantalla chica.
Lo relevante en este caso es que lo que hace dos años vimos como una novedad y un cambio en la programación de la televisión al transmitirse en televisión pública las competencias olímpicas de Invierno, desarrolladas en Sochi, Rusia, hoy vemos que después de esa primera experiencia en los llamados medios públicos de TV nos han vuelto a sorprender con sus transmisiones de las justas de la XXXI Olimpiada.
Diferentes, y eso es bueno.
En la cobertura participan Televisión Educativa, Canal 11, Canal 22, canal Mexiquense, TV UNAM y Capital 21, y otros que existen en las entidades federativas de la República Mexicana, desde donde los mexicanos han dado seguimiento a los pasos de las competencias donde participan los atletas mexicanos, sea en equipos o de participación individual.
Tener otras opciones de ver televisión de entrada ya representa un cambio en los hábitos del televidente, pero con lo visto es muy probable que a partir de ahora éstos intenten regresar con mayor frecuencia a esos canales que probablemente antes ni conocía y que ahora ha descubierto que no todo lo que ahí puede encontrar es deporte olímpico, no, ya se dieron cuenta que la oferta es variada y con contenidos que incluso muchos superan a los que se producen en los grandes estudios o con presupuestos millonarios.
Los medios públicos de TV, como se conocen a la Televisión Educativa, Canal 11, Canal 22, canal Mexiquense, TV UNAM y Capital 21, son estaciones que operan con recursos públicos limitados pero la calidad y contenidos diferentes que se pueden encontrar en su programación diaria se han dado a la par de los juegos de invierno de Sochi y ahora con los olímpicos de Brasil, o tal vez desde antes, y lo mejor es que nos son aburridos como seguramente algunos piensan si lo que se busca es espectacularidad, el show, la superproducción o la nota frívola.
Eso es lo positivo y rescatable de lo que hemos estado presenciando en las competencias olímpicas, donde por cierto, hasta el momento, no hay triunfos nacionales que se hayan traducido en alguna medalla, resultados que en su conjunto el ingenio mexicano ya empieza a calificar jocosamente en el sentido de que los mexicanos son campeones de natación, por aquello de “nada de oro, nada de plata y nada de bronce”.
Y ya que estamos en la parte negativa de la participación de México en la justa olímpica, más allá de las eliminaciones que han tenido los representantes de disciplinas como el futbol, clavados, box, esgrima, gimnasia, remo, tiro con arco, marcha, maratón, bádminton, más allá de esas malas noticias, quienes en este rubro han dado de qué hablar, y mucho, son las autoridades deportivas.
Además de la ausencia de medallas, es notoria la ausencia del “mea culpa” de las autoridades del ramo, porque resulta que ahora nadie levanta la mano para asumir su parte de responsabilidad en la decepcionante participación de nuestro país en las justas olímpicas, nadie cuando antes de la inauguración todas se apuntaron para estar en primera fila en Brasil con el pretexto de que su presencia era necesaria para apoyar a quienes iban en busca de la corona de laureles.
El fuego cruzado de declaraciones echándose la culpa el uno al otro entre los encargados del deporte es lo que más ha llamado la atención de la opinión pública, el deporte en sí mismo quedó a un lado, y hoy la noticia son los de pantalón largo, las autoridades. Por supuesto que en este asunto no se puede hablar de la responsabilidad de un solo dirigente deportivo, y tampoco debemos olvidar todos estos atletas los manejan sus federaciones.
Es cierto, en la Conade y COM hay responsabilidad, pero en general muy pocas de las críticas vertidas con ganas de encontrar culpables de la pobre actuación del equipo olímpico mexicano han puesto su mirada en dirección de las federaciones, a lo que mucha gente se pregunta ¿dónde están?, ¿qué federativo del deporte ha dado la cara?
De ellos ni sus luces, seguramente –como se rumora- andan ocupados cobrando jugosos contratos de publicidad, ya que si no lo hacen antes de que concluyan las justas olímpicas es probable que el dinero ya no llegue, pues hasta donde sabemos ningún atleta mexicano está en el ánimo de seguir allegando dinero a los dirigentes cuando éstos no los han apoyado en su preparación, ahí están los ejemplos de dos deportistas que se presentaron a la competencia con uniformes parchados, y hasta ahí porque, como veo, doy.