La fe de los cerdos se estrena en La Teatrería
Espectáculos jueves 26, Ene 2017- Es una obra extraña, en donde la saturación de fealdad conduce al espectador al meollo de lo humano, a ese pozo sin fondo del dolor que nos humaniza y en el que nos reconocemos todos
Asael Grande
Dirigida por Luis Bizarro, con texto original de Hugo Abraham Wirth, La Teatrería estrenó la puesta en escena de la compañía Teatro Bárbaro, La fe de los cerdos, obra protagonizada por Alejandro Navarrete, Rogelio Quintana, Rosa Peña, Yaundé Santana, Tania del Castillo, Miguel Serna y Fátima Íseck.
La fe de los cerdos transita en medio de una hediondez inmarcesible. En un aliento putrefacto de vísceras y guarradas nauseabundas. Brutalidad edificada, y de miseria, pero fácil de apreciar. El espejo de un tiempo que lo refleja todo, de este tiempo, en este tiempo, en el que se asienta el cristal roto y desolado de nuestro tejido social agónico y el temor que nos humaniza. Es un ilustre hallazgo de ironías entre lo brutal de la belleza y el dolor hermoso. La mutación del enigma. Realismo absurdo con un bestial sentido del humor y un suspenso siempre al filo de la butaca.
Es obra de una crueldad y una sordidez a las que es difícil encontrar parangón. Transcurre en medio de un hedor insoportable a muerto, a vísceras, a putrefacción, pero también a pura guarrería. Esta podredumbre es, ante todo, moral: hay tráfico y consumo de drogas, violación, incesto, venta de bebés, tortura y asesinato, engarzados en una creciente violencia sin respiro.
En una colonia popular de la Ciudad de México, Fabián, un miserable elevadorista adicto a la cocaína, ha descubierto el incesto y la corrupción en la familia que forman su esposa Catalina y sus cuñados Bernardo y Toby dedicados éstos a la piratería, narcotráfico y prostitución de menores. Sospecha que el hijo que tiene con su esposa no es suyo, intenta salvarlo de la terrible realidad que le espera vendiéndolo a una doctora con mucho dinero, pero, en un arranque de ira, agobiado por la voz de su conciencia, asesina a la familia completa.
La puesta escénica que deja ver el lado oscuro de una familia, de la venganza, el abuso sexual y las enfermedades provocadas por el exceso de cocaína, todo ello tratado con el realismo más febril y aderezado con humor negro. Es el reino de la marginación, con la escuálida presencia de la clase acomodada en el personaje más episódico y el póster de Thalía pegado en el muro del escenario. Es una obra extraña, en donde la saturación de fealdad conduce al espectador al meollo de lo humano, a ese pozo sin fondo del dolor que nos humaniza y en el que nos reconocemos todos.
La fe de los cerdos se presenta por corta temporada (desde el pasado 23 de enero al 1 de febrero) en La Teatrería los días lunes: 20:30, martes: 20:30 y miércoles: 20:30 horas.












