AMLO, por el secuestro del Congreso
Roberto Vizcaíno jueves 28, Oct 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El escándalo, las agresiones de Fernández Noroña contra Molinar Horcasitas forman parte de un evidentemente ordenamiento del jefe máximo, el de Macuspana, para obstruir y hacerle la vida imposible al centro de su odio, al presidente Felipe Calderón
Una simple revisión de las intervenciones de Andrés Manuel López Obrador de finales de la campaña electoral presidencial de 2006 -incluida aquella donde le dice a Fox: ¡Cállate chachalaca!-, dejan en claro que nunca se preparó por si perdía.
Los testimonios y hechos indican que por ello dejó a sus enemigos internos en el PRD el reparto de los cargos legislativos. Era obvio que no importaba quiénes iban al Senado y mucho menos a la Cámara de Diputados.
Sus cercanos lo acompañarían en la estructura de la Presidencia de la República y el Congreso –como el resto del país-, simplemente haría lo que él quisiera, lo que él ordenara.
Pero perdió.
Y no pudo evitar que Felipe Calderón tomara protesta como Presidente de la República.
Desde entonces su rencor no sólo lo desborda a él, sino que inunda a los suyos, ciertamente mucho menos que en aquel 2006, pero aún segmentos importantes de la población.
Su error de no participar en el reparto de cargos legislativos de aquel año, le impide tener ahora bajo su control al total de los perredistas tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
Sin embargo algunos senadores del PRD, PT y Convergencia donde están algunos que no eran sus seguidores, han decidido reagruparse y formar –más allá de las siglas de sus respectivos partidos-, una bancada de 19 fieles representantes lopezobradoristas en la Cámara alta.
El grupo de 19 pejistas, de un total de 128 senadores, de ninguna forma representa un segmento importante, pero si un factor de constantes roces y querellas internas que complican y distorsionan la labor legislativa.
Esto es más evidente en la Cámara de Diputados, donde los afines a López Obrador podrían sumar los 40 diputados de entre los 500 que integran esa legislatura.
Al igual que en el Senado, los diputados federales lopezobradoristas provienen de las bancadas del PT, Convergencia y PRD.
Los punteros del pejismo ahí son sin ninguna duda Gerardo Fernández Noroña, Mario Di Costanzo, el exconsejero electoral Jaime Cárdenas, Agustín Guerrero (quien es el representante además de René Bejarano y Dolores Padierna), José Narro Céspedes, Leticia Contreras y Alejandro Encinas, quien es además el coordinador de los diputados del PRD.
De ese grupo salen las pancartas, surgen las tomas de tribuna y todos los reclamos e interferencias cuando se tratan los asuntos del gobierno de Calderón.
Es por ejemplo Gerardo Fernández Noroña quien se ha significado por proferir los cada vez más agresivos calificativos e imputaciones contra los secretarios de Estado que acuden a las comparencias convocadas por los diputados.
Fue él quien antenoche le imputó a gritos en el Salón Verde de San Lázaro al titular de Comunicaciones y Transportes, al panista Juan Molinar Horcasitas ser asesino, cínico, desvergonzado, un mala-entraña abominable, incompetente, demagogo, ladrón que debiera estar en la cárcel.
Todo eso se lo espetó Fernández Noroña a Molinar en medio de un ataque de histeria, manotazos y gritos que obligaron al presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, al priísta mexiquense José Rubí Salazar a suspender la comparecencia.
Quedaron para el registro legislativo las palabras e imputaciones de Fernández Noroña quien dijo:
“… hay tres funcionarios que son una vergüenza mayor que (Felipe) Calderón, que es mucho decir, una vergüenza mayor que Calderón ¿puede haber eso? Sí: Molinar Horcasitas, García Luna y Lozano… Son de un cinismo, de una desvergüenza, de una malaentraña abominable… ¡Ustedes deberían estar todos en la cárcel, todos!… a usted no lo eligió nadie, a usted lo puso su jefe Calderón, porque además se necesita, se necesita para aceptarle un trabajo a un borrachín como Calderón… a un usurpador cómo él… a un tipo que tiene una calidad moral tan ínfima…
“… si no le gusta, ¡me tiene sin cuidado que no le guste!… Para eso estoy haciendo uso de la palabra y de la libre expresión, y no le acepto ninguna interrupción, no le acepto ninguna interrupción… Es mi derecho decir que Calderón es un alcohólico, un irresponsable, un asesino que ha bañado a este país en sangre, y que tiene patas pa’rriba a la nación…
“¡Le digo a Calderón como quiero!… (Molinar se levanta e intenta retirarse)… bien que se vaya… ¡Qué delicado de piel saliste Molinar!… (Molinar regresa)… si se va a quedar, ¡que se aguante!, pero que no me salga con sus sensibilidades… si mi tono no les gusta, me tiene absolutamente sin cuidado porque este es mi derecho de libre expresión y de representación… no me merece ningún respeto, pero además no le estoy faltando al respeto. Cuando le digo que se robaron la Presidencia, se la robaron; cuando le digo que son asesinos, son asesinos…”
No es nuevo este lenguaje, tono ni imputaciones. Las ha vertido Fernández Noroña sobre prácticamente todos los colaboradores de Calderón que han pasado por la Cámara de Diputados. Con ello ha desviado una a una las comparecencias que han terminado en escándalo. Es una práctica que determina el secuestro del Congreso, el sometimiento del trabajo legislativo y de la rendición de cuentas al caos, la violencia y la anarquía.
Es evidentemente un ordenamiento del jefe máximo, el de Macuspana, para obstruir y hacerle la vida imposible al centro de su odio, al presidente Felipe Calderón.
Es la decisión de sabotearlo todo, de dinamitar los acuerdos, cualquier intento a avanzar desde el Congreso.
PRONTO, OTRO PRI: Prácticamente no hay priísta que ahora no reniegue de la gestión de Beatriz Paredes al frente del tricolor: “no sólo lo ha usado para sus intereses personales, lo ha hundido en la inacción, en el vacío político, en la inexistencia. Hoy, con ella ahí, la sede nacional del PRI es un edificio desierto, solitario, abandonado… la fuerza de nuestro partido está en los estados, ahí si que tiene vida”, dice un ex diputado quien sólo pone un ejemplo de lo que ha sido la dirigencia por concluir:
“Oye, ¿a quien se le ocurre hacer una reunión del Consejo Político Nacional del partido en Chihuahua el viernes 17 de septiembre?… ¡¡¡en medio del megapuente de los días patrios¡¡¡… fue obviamente para que fuesen los menos posibles, para hacer lo que ella quiera”, reprocha a la tlaxcalteca.
“Pero eso ya pronto va a cambiar”, dice exhalando, como aliviado.
Y sí, otros muchos priístas ven que el posible liderazgo del gobernador coahuilense Humberto Moreira será una especie de rescate, resurgimiento de este partido.
En este contexto es que Moreira respondió a los periodistas, quienes le preguntaron: ¿Cómo va lo del PRI?
“Bien. Estoy esperando que llegue el mes de diciembre. En noviembre, diciembre, el Consejo Político decidirá el método de la elección interna… si es abierta se emitiría la convocatoria en diciembre o en enero. Y por el 20 de febrero sería la elección, y el 4 de marzo el relevo.
“¿Qué espero? Que se emita la convocatoria, y a partir de ahí, buscar participar en esta contienda”.
– Oiga, ¿cómo siente a los otros gobernadores?
“He platicando con ellos antes de tomar esta decisión, y muchos están con nuestro proyecto, a favor de que participe… yo soy priísta de toda la vida”.
– ¿Será la suya candidatura de unidad?
“¿Candidato único?… porque unidos estamos dentro del partido, y podemos transitar en una elección con reglas claras de no fisuras, no fracturas, no divisiones. Se puede dar esa condición si la mayoría nos ponemos de acuerdo. Lo importante es la elección del 2012, de que salga fortalecido el partido, de que no haya ninguna fractura”.
– ¿Y cuándo pide licencia?
“Yo creo que en enero”.
Esto lo respondió el gobernador Moreira durante una visita a la Cámara de Diputados, cuya crónica hicimos en este mismo espacio ayer, pero a la que le faltaron estas precisiones y una más: la de que la llegada del mandatario coahuilense arrinconó a Beatriz Paredes, quien de repente vio cómo prácticamente todos los diputados del tricolor se fueron de su lado para rodear, conversar y apersonarse con Moreira.
Fue un adelanto de lo que vivirá luego del 4 de marzo próximo cuando entregue la presidencia del PRI.