Orejas del gobierno
Alberto Vieyra G. jueves 22, Jun 2017De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Qué son los Illuminati o la cofradía del ojo que todo lo ve?
Es la pregunta que me hacen mis tres lectores y radioescuchas, y en dicha cofradía figuran los Rockefeller, los cocacoleros, los Walton, los Warren Buffet, Bill Gates, y tal y tal de las grandes élites políticas y económicas del mundo occidental.
Se trata de una rama de la masonería, que por cierto en México lleva a cabo algunas ceremonias secretas, teniendo como escenario el cráter del Nevado de Toluca, donde hay dos lagunas, en las cuales nadaba en general Lázaro Cárdenas, y hoy vedadas para los sencillos habitantes después que se decretó la privatización de esa histórica reserva ecológica de México.
El ojo que todo lo ve es un poderoso símbolo esotérico, que es mal interpretado y mal utilizado hoy en día; pocos saben lo que representaba originalmente. En sus inicios, era un símbolo de un poder espiritual o Dios, un atento vigilante de la humanidad. Actualmente tiene diferentes significados.
Hoy, el ojo que todo lo ve es más probable que sea visto como un símbolo Illuminati de control y vigilancia por parte de las élites, que dirigen el espectáculo sobre este planeta.
Tal vez esto ayude a explicar cuál es la filosofía de los Illuminati y del gobierno, dado a la tarea de vigilar o espiar, como el ojo que todo lo ve, a sencillos habitantes, luchadores sociales, políticos, artistas, deportistas, intelectuales y a periodistas incómodos, a través de un sofisticado sistema de software/malware, capaz de apoderarse de su teléfono móvil para escuchar y ver todo lo que hacemos las 24 horas del día, para después chantajearnos y exhibirnos.
Esas son las actuales orejas del gobierno, que están hasta en la sopa violando flagrantemente los derechos humanos. “¿A qué tipo de democracia aspira el gobierno, que un día condena la violencia contra los comunicadores y el otro los espía para saber sus secretos?”.
Es la pregunta que se hace mi colega, Luis Pablo Beauregard, en uno de sus artículos publicado esta semana en el diario “El País”. Y es también la interrogante que nos hacemos los mexicanos sobre un gobierno que espía a quienes no debe espiar, y no espía a los que debe espiar, es decir, si el gobierno contrató a la empresa israelí NSO Group para intervenir celulares, de que era sólo para espiar a malandrines y terroristas. Yo me pregunto: ¿Por qué los mafiosos siguen sueltos y haciendo de las suyas, y por qué se asesina a los periodistas?
¿O quizá ese sistema de espionaje será para proteger a las mafias?
El escándalo por el espionaje le está dando la vuelta al mundo, y México es exhibido como una nación en la que se violan los derechos humanos.
¿Será necesario que los organismos internacionales como la ONU, intervengan para parar esa deleznable práctica que nos exhibe como una nación atrasada?