Otro golpe demoledor al PRD
Augusto Corro miércoles 9, Ago 2017Punto por punto
Augusto Corro
Varios líderes perredistas decidieron apoyar el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador y rechazaron la idea de su dirigente Alejandra Barrales, que busca un Frente Opositor aliado con el Partido Acción Nacional (PAN).
En conferencia de prensa, Carlos Sotelo, del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD; el senador Raúl Morón y los ex dirigentes Pablo Gómez y Leonel Godoy, se pronunciaron por la unidad de las izquierdas.
Dijeron estar en contra de una alianza con el PAN en los próximos comicios federales.
“En 2018 derrotar al PRI y que no regrese el PAN. Ambos partidos son lo mismo, por ello no basta con derrotar al PRI”, declaró Sotelo.
Explicó que en el último Congreso Nacional perredista (2015), se estableció que el partido se opone al neoliberalismo y a los partidos que respaldan ese régimen político-económico, como el PRI y el PAN.
La inconformidad de los militantes perredistas y de sus dirigentes tarde o temprano iba a explotar. El perredismo inició su agonía desde aquel día que se registró la tragedia de los 43 normalistas de Ayotzinapa y de su nefasta política del ex gobernador Ángel Aguirre.
Con el remordimiento de conciencia, el entonces líder del PRD, Carlos Navarrete, fue a Guerrero a pedir perdón a los guerrerenses por la actuación del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, involucrado en la desaparición de los estudiantes.
A partir de esa fecha, el PRD empezó a padecer el descontento de sus militantes, que tampoco estaban de acuerdo con el entreguismo de sus dirigentes que apoyaron el Pacto por México. En el PRD se quedaron sin líder moral y los perredistas más representativos abandonaron el partido.
Su fundador, Cuauhtémoc Cárdenas, renunció y ahora anda como alma en pena en busca de que alguien le dé refugio. También un número considerable de senadores optó por irse a otro partido.
La dirigente Alejandra Barrales estuvo en el ojo del escándalo por su lujoso departamento en Miami, que contrasta con la pobreza en que viven innumerables perredistas. A toda esa lista de errores del perredismo, la pretendida alianza con el PAN fue la gota que derramó el vaso.
Ayer en este espacio hablamos de la crisis económica que flagela al PRD. No tienen el dinero necesario para la asamblea estatutaria que ordena el cambio de la dirigencia nacional. En esa crisis perredista, cuatro más de sus personajes decidieron marcar sus proyectos políticos y realizarlos en otro partido. ¿Qué sigue en el PRD? ¿Usted qué opina amable lector?
BORGE Y SU JUICIO
En dos meses, el ex gobernador priísta, Roberto Borge, rendirá cuentas de sus múltiples pillerías.
¿Qué tratamiento le dará el juez? ¿Será el mismo trato deferencial que reciben los ex gobernantes encarcelados? Sus delitos fueron graves y ameritan castigos ejemplares.
Sin embargo, se especula que con Borge la aplicación de la ley será suave, blanda.
Varios ex mandatarios priístas decidieron saquear los tesoros públicos y ahora son perseguidos, detenidos y llevados ante la justicia. Situación que no le preocupa a la cúpula de dirigentes tricolores.
Si los delincuentes que fungían como gobernantes tienen problemas con la ley, allá ellos. Son tiempos de preparar las elecciones del 2018 y nada los distrae de este tema.
Aunque la mala conducta de sus gobernadores sí influirá en el proceso electoral del próximo año por varias razones. Una de éstas es el enriquecimiento ilícito de los gobernadores.
En Veracruz, el PRI perdió porque pocos votaron por un partido que llevó al poder a uno de los peores mandatarios: Javier Duarte, el ahora huésped en el Reclusorio Norte.
Sigue, pues, el turno de Borge, que será juzgado por los negocios turbios que hizo con la venta de terrenos. ¿Y el asunto de la delincuencia organizada? ¿Y el enriquecimiento ilícito?
La opinión pública se encuentra muy pendiente de cómo actuarán los jueces en los procesos penales de esos pillos. Si no reciben el castigo merecido, el PRI tendrá más problemas en las elecciones del próximo año. ¿O no?
DIECINUEVE SACERDOTES ASESINADOS
Van 19 sacerdotes asesinados en lo que va de este sexenio. Algo cambió la conducta de los mexicanos que dejaron de respetar a los representantes de la Iglesia católica.
La última víctima fue el cura José Miguel Machorro, apuñado en la Catedral Metropolitana.
Es necesario revisar que llevó a nuestra sociedad a manifestarse con tanta violencia.