Las Vegas y una historia de descontrol de armas en Estados Unidos
¬ Fernando Garcilita Herrera miércoles 4, Oct 2017Fernando Garcilita Herrera
La definición exacta de terror, es algo que te atemorice en el momento que menos esperas; curiosamente, esa definición no la aprendí en textos sobre el terrorismo, me la dijo Rafael Perrín, un director escénico cuando hablábamos del éxito de la “Mujer de negro”, una obra que lleva más de 20 años en el escenario.
Rafael me explicaba que el terror es alterar el estado mental de la gente, que quizás por eso provoca tanta atención y produce un efecto postraumático a quien lo padece.
Esta entrevista, que fue publicada en Diario Imagen, fue hace más de seis años y el término del terrorismo, cada vez se ha hecho más popular, por lo que ha pasado en Londres, Barcelona, París, Boston, Miami, y ahora en Las Vegas.
Empero, hay algo curioso en todo esto, porque los atacantes o terroristas son parte de un grupo radical que está en guerra con Estados Unidos, que atacan a personas inocentes en el momento menos esperado.
Lo que sucedió en Las Vegas fue un acto terrorista, pero que no vino de algún país ligado al Islam o de una célula terrorista, viene del propio sistema de gobierno de los Estados Unidos, que permite que cualquiera de sus ciudadanos, sin antecedentes penales, se arme, pero sin un control exacto del armamento que compra o de la cantidad de armas que posee.
Este señor, que ni siquiera vale la pena, escribir su nombre, se quedó varios días hospedado en el hotel Mandalay, con 19 rifles de largo alcance, para masacrar a un público que estaban en un concierto de música country al aire libre, para después quitarse la vida en su habitación.
La reforma a la segunda enmienda, que es la que permite que los estadounidenses porten armas y compren la cantidad que quieran, ha sido abordada por diversas administraciones, la de Bush, Clinton y Obama, por los tiroteos que han ocurrido en las escuelas de Estados Unidos, como la masacre de Columbine, de la cual el cineasta Michael Moore, hizo un documental.
Ante los agravios sucedidos en Las Vegas, se debería de reabrir el debate, sobre la modificación de esta enmienda, pero la posición de la administración conservadora de su actual presidente Donald Trump, ha dicho que no es momento de politizar, trayendo este debate a la mesa, para estar con las víctimas de lo ocurrido.
La realidad es que mientras no exista una regulación de armas en Estados Unidos, su gente sigue expuesta a este tipo de ataques, es por eso que no se atreven a sacar el tema, pues siempre ha dividido a su población, ya que los más radicales defienden su derecho a la portación de armas, contra los que buscan una reglamentación.
Donald Trump acusó a los mexicanos de violentos y de pandilleros, hizo un veto contra los musulmanes en sus primeros días de gobierno, pero no se ha dado cuenta que los principales problemas los tiene dentro de su propio país y sobre todo que señalando a las minorías como lo ha venido haciendo, no es la solución para proteger a su gente.