Tengo miedo
José Antonio López Sosa jueves 12, Abr 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Tengo miedo que el peso se devalúe constantemente, que pierda valor mi dinero y que mi poder adquisitivo merme cada sexenio.
Tengo miedo que los narcotraficantes gobiernen de facto territorios enteros del país, donde la autoridad no llega y la lucha por las plazas acabe con miles y miles de vidas.
Tengo miedo que la clase política use sus cargos para enriquecerse ilícitamente, para llevar una vida fuera de sus posibilidades salariales con cargo al erario.
Tengo miedo que la impunidad prive en este país, que los políticos que delinquen no tengan castigo y que un par de chivos expiatorios paguen por las decenas que roban sin medida.
Tengo miedo que nuestras autoridades migratorias, lejos de proteger nuestras fronteras cuiden los intereses de los Estados Unidos y además, entreguen migrantes centroamericanos a las organizaciones criminales a lo largo del país.
Tengo miedo que la Marina y el Ejército sean lanzados a las calles a luchar contra el crimen organizado, generando algo parecido a un estado de guerra en diversas regiones del país.
Tengo miedo que las fuerzas policiacas y militares del estado asesinen civiles inocentes y su primer respuesta sea contarlos entre los criminales.
Tengo miedo que la esposa del presidente compre una casa millonaria a un contratista del gobierno, argumentando que con sus ingresos la adquirió pero no lo demuestre con documentos.
Tengo miedo que la violencia se vuelva una constante y nos vayamos a convertir en una nación con más asesinatos violentos que países en guerra civil.
Tengo miedo que atenten contra la libertad de expresión de manera tal que, por un lado, seamos el país más peligroso para ejercer el periodismo y por otro, se controlen los contenidos a través de la publicidad oficial.
Me aterra que asesinen periodistas y no capturen a los criminales.
Tengo miedo de que en aras de una elección, nos infundan miedo para inducir nuestro voto de forma irracional.
¡Un momento!, todo esto que me da miedo, ¡ya sucedió!.
¿A qué más le podemos tener miedo pues?, ¿a perder lo que no tenemos?