De innovación y legado
Cine viernes 7, Ene 2011Vértebras del cine
Luis Diego Hernández Romero
Las manifestaciones a considerarse artísticas siempre han pertenecido a un grupo sometido a constantes modificaciones correspondientes a la propia evolución cultural. Sucedió con la fotografía, que por sus características alquímicas e instantáneas, fue excluida de la categoría, hasta que, paulatinamente consiguió su etiqueta artística. Un ejemplo relativamente más reciente, es el cine, el cual hasta lleva el sobrenombre de “séptimo arte”.
Por otro lado se encuentra el desarrollo tecnológico, el cual está ligado intrínsecamente al arte, desde el momento en que propone parámetros conceptuales, pero también, establece las herramientas para la creación y modificación de las técnicas. Naturalmente, la tecnología abarca un amplio panorama, al que pertenece el entretenimiento virtual: los videojuegos.
Es fácil reconocer la evolución que ha tenido el mundo de los juegos desde los clásicos Pong y Space Invaders, hasta la posibilidad de multijugador vía internet, con gráficos y argumentos cada vez más complejos, aunque con ello, crece el estigma que cargan por el temor a la creciente enajenación que provocan. La primera gran película en destacar dichos miedos sobre las hipotéticas posibilidades del videojuego, fue Tron, que a principio de la década de los ochenta sembró la idea de las trampas dentro de la realidad virtual.
Tanto visual como argumentativamente, Tron abrió la gama temática en el cine, con respecto a la problemática de los juegos de video. Y aunque a partir de ella se han repetido muchas veces las mismas ideas, hay particulares destellos que caben destacar, como el caso de eXistenZ, de David Cronenberg, pone en tela de juicio el sustento de realidad (muy diferente al modo de Matrix), por cuestiones de avances tecnológicos en las consolas de videojuegos, las cuales, llegan a convertirse en máquinas orgánicas sensibles.
Aunque suena sencillo decir que el Arte y el Entretenimiento van de la mano, sucede una separación muy fuerte, que indudablemente desata disputa. Posiblemente tenga que ver con su forma de distribución masiva, de la que prosiguen inmensas ganancias económicas; tal vez se deba a que los principales consumidores de videojuegos son adolescentes.
Lo cierto es que las herramientas que dan fundamento a dichos juegos, no difieren mucho de los cimientos de una película, ambos tienen un guión, diseño de personajes, incluso iluminación y edición y movimientos de cámara. Y si a eso le agregamos el capital, entonces aparecen los duetos constantes de película y videojuego, saliendo al mercado a la par, así como las películas basadas en videojuegos y viceversa.
Si analizamos desde cierta perspectiva, el juego reúne todas las características del arte como creación y entretenimiento, es muy probable que pronto se lleve a cabo la discusión para decidir si el videojuego puede, o no, considerarse parte de las manifestaciones artísticas.
Cuadro por cuadro
David Cronenberg, quien comenzó alzándose como emblema del movimiento de la nueva carne, ha dado un giro los últimos, para centrarse a los temas de la mafia y el crimen organizado. Su próximo filme, sin embargo, tratará sobre un empresario, y curiosos eventos sucediendo a manera de coincidencias durante un viaje en limosina. El protagonista será Robert Pattinson (Crepúsculo). *** Los actores de comedia británicos Nick Frost y Simon Pegg, protagonistas de Shaun of the Dead, volverán a atacar con el cine de parodias con Paul, haciendo alusión a la ciencia ficción. Sus anteriores cintas han demostrado que la comedia de parodia puede ser verdaderamente buena, sin perder elegancia.