La tranquiza
Alberto Vieyra G. jueves 20, Dic 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿El pacto entre el PRI y Morena en la era del PRIMOR incluye la impunidad para Enrique Peña Nieto y los ex funcionarios de su primer círculo? ¿No irán a la cárcel esos poderosos hombres de la oligarquía gobernante del sexenio que acaba de concluir? La respuesta categórica es no el pacto secreto entre Andrés Manuel López Obrador, Carlos Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto y un puñado de oligarcas de grupos empresariales de Monterrey parece ser indestructible y va para rato, aunque ya comenzaron a verse algunas traiciones.
¿Cuáles?… En su discurso de toma de posesión el primero de diciembre, López Obrador le acomodó a Peña Nieto la más brutal tranquiza de que se tenga memoria en la historia del presidencialismo contemporáneo sin que ningún priísta levantara la voz en su defensa. Fue una fenomenal tranquiza, por decirlo decentemente. Peña Nieto enrojecía de coraje parecía estar trabado de tanta metralla e incapaz sería de levantarse y hacer mutis. No le quedó más remedio que aguantar vara. A un metro de distancia, López Obrador le llamó corrupto y deshonesto, igual que a todos los presidentes priístas y no priístas de la maldita era económica neoliberal, comenzado con Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto enfatizando que: “Nada ha dañado más a México que la corrupción y la deshonestidad de los gobernantes y de una “minoría” que ha lucrado con el influyentísimo” ¿Se refería a “la minoría rapaz, que ha robado mucho”?
Y sin ambages, el mesías de Macuspana enjuició ante propios y extraños al criminal modelo económico neoliberal, diciendo que: “La crisis de México se originó, no sólo por el fracaso del modelo económico neoliberal aplicado en los últimos 36 años, sino también por el predominio en este periodo de la más inmunda corrupción pública y privada”, remarcaría López Obrador, quien por decreto parece haber puesto fin al modelo económico neoliberal, tachado por el Papa Francisco como: “la economía de la muerte”.
¿Es realmente el fin de esa oprobiosa era? No, porque el neoliberalismo y la clase gobernante crearon un Estado económico y desmantelar ese Estado económico para volver al Estado social, surgido de la Revolución Mexicana no será cosa de quitarle un dulce a un niño, ese niño está como Chabelo. Y no es el fin de la era neoliberal, puesto que el gobierno de López Obrador, figuran como consejeros un puñado de empresarios entre los que están algunos de esa “minoría rapaz que ha robado mucho” y ha dañado a México con su influyentísimo. Esos empresarios le dirán a López Obrador haz esto, haz lo otro, no hagas esto y en fin que el presidente tendrá que bailar al son que le toquen las oligarquías del dinero, aunque en el discurso dientes pa ´fuera figuren de las mayorías pobres, ultrajadas y desesperadas por la falta de oportunidades.
Pero volvamos a la tranquiza contra Peña Nieto. Los mísiles de López Obrador fueron lanzados contra el ponzoñoso endeudamiento público de los últimos tres sexenios, particularmente en el de EPN y también le cargó la mano en materia de la barbarie pública que vive la nación azteca con alrededor de 80 asesinatos diarios en el último año del régimen peñista, aunque en los primeros 4 días del gobierno de la cuarta transformación la barbarie sigue igual sólo que ahora los muertos habrá que contabilizarlos para el régimen de López Obrador.
¿Peña Nieto, su gaviota y los corruptos de ese régimen olvidarán la tranquiza histórica?