“Dictadores perversos”
¬ Mauro Benites G. martes 26, Feb 2019Municiones
Mauro Benites G.
El trabajar para los que nada tienen, pero quieren tener, está el meollo de toda noble actividad humana.
Nunca he creído que un hombre pobre, sin posesión alguna, por el simple hecho de ser pobre se lo merezca todo. Y aquí está la enorme falla, la horrible estafa del populismo: hacer un “dictador” de un populista, además de ser una injusticia, es también una negación de la condición humana.
Admiro a los que nada tuvieron y llegaron a tener, por supuesto, por méritos propios, no por medios ilícitos. Por eso fracasó, quebró, el llamado pedantemente “socialismo científico”. Es condición humana querer lo mejor para nuestros hijos, para nuestra mujer. Y es legítimo conseguirlo decentemente, sin ofender y menos despojar a nadie.
El buen futuro está en los países democráticos, ante los jóvenes, de él o de ella dependerá realizar una existencia libre, digna, sobre todo digna y alcanzar las metas que se propone. La oportunidad está dada para todos. No creo en las víctimas “a priori”, en los desheredados por mandato del destino social. Solamente se requiere un compromiso general: el de la libertad.
Pero claro: la tragedia consiste en que los que nacen en plena libertad apenas lo notan, nunca reparan en ella. Y es en los países en libertad donde surgen los líderes, algunos trágicos, otros cómicos, la mayoría perversos que distorsionan las “reivindicaciones sociales”.
Si un obrero es un borrego, no tiene derecho a quejarse. Si un hombre cualquiera carece de ambición, ambición noble, claro está, ¿a quién puede culpar de su situación, suponiendo que sea mala, si no merece otra? Las mujeres y los hombres somos iguales en derecho.
Lo demás lo que se agrega a la condición humana, debe conseguirse por el trabajo, el estudio, por el esfuerzo. No creo en los que afirman que ellos representan el estudio o el trabajo en el esfuerzo de los de más. A esos líderes los he conocido a través de la historia: en realidad son parásitos, farsantes y además perverso.