Reformismo electoral mexicano
Alberto Vieyra G. miércoles 13, Mar 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Entre 1977 y 2014, el sistema electoral democrático de México ha sido sometido al impúdico manoseo partidista y presidencialista de 11 reformas electorales y las últimas dos rayan en la tiranía.
Normalmente ocurre que después de unas elecciones fraudulentas, se produce una reforma electoral disque para abrirle cada vez más y más causes a la democracia y uno de esos causes figura preponderantemente en una cláusula de apertura a la democracia en el TLC que Carlos Salinas firmó con Estados Unidos y Canadá y entró en vigor el 1 de enero de 1994.
Sin temor a equivocarme, la reforma electoral más genuina en el siglo pasado, ocurrió en 1977 llamada Reyes Heroles que como ideólogo del PRI es el padre de la actual conformación de la Cámara de Diputados, 300 por la vía del voto directo y 200 curules por la vía plurinominal.
Con ello, el sabio Reyes Heroles sentaba las bases jurídico políticas para que ningún partido político estuviese sobrerrepresentado en la llamada Cámara Baja.
Tras el fraude electoral de 1988, el gobierno soltaría el control de los procesos electorales sepultando a la Comisión Federal Electoral, que controlaba el secretario de Gobernación y dando lugar al nacimiento de las instituciones electorales ciudadanizadas como el IFE y el INE. Por cierto, que en la reforma electoral peñista del 2014 solo se le cambió al órgano electoral la N por la F. Las últimas dos reformas electorales, las del 2007 y del 2014, fueron sencillamente tiránicas.
Con ello, las instituciones electorales perdieron rumbo y sentido, dando lugar a litigios entre partidos y sembró la desconfianza en el sistema electoral mexicano.
Al INE se le ve hoy, como el Torquemada Árbitro Electoral de México, todo a merced de la reforma electoral del 2007, empujada después del fraude electoral del 2006 que llevó a Felipe Calderón a la silla presidencial.
En esa tiránica reforma, que facultaba al IFE y hoy al INE para llenar de basura y podredumbre electoral a todas las estaciones de radio y televisión del país en una abierta, descarada y tiránica violación a la libertad de expresión consagrada en los artículos 6° y 7° constitucional.
Hoy, el Lopezobradorismo y morenismo empuja la primera reforma electoral que busca reducir al 50 por ciento el financiamiento federal a partidos políticos, pero los desmemoriados diputados de Morena Tatiana Clouthier y Mario Delgado no tienen ninguna propuesta para retirar el cochinero electoral de los medios electrónicos de comunicación que no se ha traducido ni en mayor participación de la ciudadanía y lo peor es que tanta podredumbre ha provocado el hartazgo de la gente y pérdidas multimillonarias en la industria de la radiodifusión.
Por ello, el muy docto jurista don Sergio Fajardo Ortiz, representante de más de 300 radiodifusoras del país agrupadas en la Cámara Nacional de la Radio y Televisión y la Asociación Nacional de Radiodifusores Independientes se está dado a la tarea de promover ante los líderes de partidos políticos, presidentes de las Cámaras de Diputados y Senadores, coordinadores parlamentarios y consejeros electorales del INE reformas al artículo 41 constitucional para evitar que las estaciones de radio y televisión del país sigan siendo basureros de los partidos políticos que los utilizan de manera tiránica cada que se les viene una elección y cada vez que se les pega la gana.
El licenciado Fajardo ha enviado a los principales escritorios políticos del país, incluyendo al de Andrés Manuel López Obrador una carta exigiendo que en la reforma electoral propuesta por los diputados morenistas se acabe con esa tiranía. Durante la Semana de la Radiodifusión en octubre de 2017 todos los candidatos presidenciales incluyendo López Obrador se comprometieron a retirar dicha basura de los medios electrónicos.