Una demencial ocurrencia
Alberto Vieyra G. miércoles 27, Mar 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Cuándo los reyes en la tierra, considerados los más cercanos a dios han pedido perdón por los ultrajes a la dignidad humana, en nombre del supremo creador? ¡Nunca! ¿Cuándo un rey, que no sea el rey de chocolate, ha pedido perdón a sus semejantes? ¿Hay sensatez o sano juicio en un gobernante que choca un día con periodistas, otro día con el papa Francisco y otro día con el rey de España? ¿Estamos ante una demencial ocurrencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, que exige al rey Felipe VI y al Vaticano que ofrezcan perdón por los excesos cometidos durante la Conquista española en América? ¡Vaya manera populista y demagógica de reabrir las heridas de hace 500 años!
¿Qué responde el gobierno español a la insensatez del mandatario mexicano? “La llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas, no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas. Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartiendo sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria”.
En España, la ocurrencia de López Obrador desató carretadas de críticas. La más agria seria la del escritor Arturo Pérez-Reverte, miembro de la Real Academia Española quien sin ambages le reviró a AMLO: “Que se disculpe él, que tiene apellidos españoles y vive allí. Si este individuo se cree de verdad lo que dice, es un imbécil. Si no se lo cree, es un sinvergüenza” ¡Que duro!… la rudeza del escritor hispano es equiparable a la de Diego Fernández de Cevallos cuando decía: “AMLO es un porro, es un rufián con poder”.
Y ¿Qué responde el Vaticano a la herejía del Presidente de México? Seguramente que le recordará la Santa Sede que hace 4 años el papa Francisco ya ofreció el perdón de la Iglesia católica por los excesos de los misioneros contra los indios de América, a los que llegaron a equiparar con los perros. ¡Vaya flaquísima memoria del Presidente! Y ¡Vaya su monumental ignorancia!, puesto que el perdón de España está contenido en el Tratado de Paz firmado entre México y la corona española el 28 de diciembre -día de los Santos Inocentes-, de 1836 cuando España reconoció la Independencia de México ocurrida en 1821.
Lo más sorprendente no es sólo el veneno contra los conquistadores y misioneros cristianos, que no pertenecen a su iglesia sino la extraña coincidencia que hay en la exigencia de López Obrador con lo expresado hace dos años por el dictador venezolano Nicolás Maduro, quien pidió a España en el 2016: “En vez de estar celebrando el 12 de octubre como el Día de la Hispanidad, deberían declararlo día de duelo, prender unas velas, orar y pedirle perdón a América entera por la masacre que hicieron sus antepasados coloniales…”.
Para el 2021 se cumplirán 500 años de la rendición de la gran Tenochtitlan ante los españoles de Hernán Cortés que nos trajeron sus pestes, su corrupción, su impunidad y hoy, López Obrador habla de reconciliación abriendo heridas. Me pregunto: ¿El señor Presidente sería capaz de exigirle a Donald Trump perdón a México por habernos arrebatado el 62 por ciento de nuestro territorio en la guerra de 1848 y por el exterminio del mundo indígena, entre ellos los apaches en esos territorios?