Congruencia de Urzúa
Alberto Vieyra G. miércoles 10, Jul 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¡Estaba harto de sufrir ultrajes a su dignidad por parte del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador!
Carlos Urzúa se convirtió ayer en el primer secretario de Estado que le avienta el arpa al Presidente. Durante los regímenes priístas y panistas, tradicionalmente eran los presidentes quienes pedían la renuncia de sus titulares de Hacienda.
En los 7 meses y 9 días que duró como titular de las finanzas nacionales, igual que su sucesor, Arturo Herrera habían recibido solamente reproches y más reproches del jefe del ejecutivo federal.
Siempre les enmendaba la plana y los hacía quedar en ridículo ante la opinión pública nacional, pero sobre todo, ante los dueños del dinero de dentro y fuera de México que no sabían si creerle a Urzúa, al presidente o bien a Arturo Herrera y su abyección parecía no tener límites.
En el caso de Arturo Herrera, por todos es recordada aquella declaración al Financial Times de Londres, en la que afirmaba que la refinería de Dos Bocas no sería construida.
Más temprano que tarde, AMLO lo haría morder el polvo, anunciando que: su construcción era inminente y hasta habló de una inversión de 8 mil millones de dólares.
A cada declaración de ambos funcionarios que no le gustaban a AMLO, este aducía que la economía de México va “bien, requeté bien” y que los números de expertos, analistas y de instituciones internacionales como el Banco Mundial y las calificadoras, estaban mal, que él tenía otras cifras.
Ese es el estilo de López Obrador para descalificar a cualquier crítico, mientras se empeña en jurar y perjurar que vamos bien y que la economía crecerá al 2 por ciento, cuando el Banco de México, INEGI e Instituciones extranjeras hablan de una permanente desaceleración de la economía nacional que ya rasguña uno por ciento y el de crecimiento va en caída libre. Todo ello se traduce en desasosiego y desconfianza.
López Obrador, en todo momento hizo ver a Carlos Urzúa y a Herrera como los malos de la película que tenían que dar la cara por los recortes presupuestales sin ton ni son que lleva a cabo AMLO y que exhibieron a un Sector Salud sumergido en crisis y sin medicamentos, asunto que detonó la renuncia de German Martínez Casares al frente del IMSS y sin faltar el escándalo por las estancias infantiles, que a pesar de haber ganado miles de amparos, Hacienda todavía no restituye el presupuesto de más de 2 mil millones de pesos para que sigan funcionando dichas estancias que favorecían en regímenes pasados a más de 90 mil niños en México.
Aquí lo adelantamos hace 3 meses, que los primeros en renunciar al gabinetazo de AMLO serían los titulares de Hacienda, Gobernación, la titular de Semarnat y de ahí pal´ real se ira desgranando la mazorca porque la mayoría de los integrantes están hartos del protagonismo y del poder unipersonal que concentra López Obrador, propio de los regímenes tiranos y dictatoriales.
En círculos del gran poder político en México versiones van y vienen de que las próximas renuncias serán las de Alfonso Romo, jefe de la oficina de la Presidencia de la República y el titular de asuntos jurídicos Julio Scherer Ibarra.
El primero porque ya le renunció a AMLO, pero este no le aceptó la renuncia, pero se afirma que la grilla y el poder gay hacia el interior del gabinete de AMLO esta tenebrosa, pues el puesto de Romo lo quiere el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas.
Se sabe que Romo ya no tiene derecho de picaporte en la oficina presidencial y los empresarios de México le dan poco a poco la espalda y de Scherer se afirma que ha recibido carretadas de reproches de AMLO por su incapacidad para resolver los amparos contra las estancias infantiles, la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, del Tren Maya y muchas otras que paralizan momentáneamente los proyectos sexenales emblemáticos de López Obrador.
Por lo pronto, habrá que felicitar a don Carlos Urzúa en primer lugar, por su aguante y, en segundo lugar, por su congruencia. La dignidad humana está por encima de todo.