Un engendro maligno
Alberto Vieyra G. lunes 28, Oct 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Presentan en sociedad a Morena como “La Esperanza de México”, ¿Es Morena el partido aglutinador de los mexicanos o es el engendro maligno del divisionismo nacional? ¿Es el Movimiento de Regeneración Nacional otra lacra social que sólo busca el poder, por el poder y no por el convencimiento y la ciencia política?
Hasta hoy, Morena no pasará a la historia como partido político sino como eso: Un movimiento en formación de partido político en el que figuran ideologías de chile, de dulce, de sal, de manteca, de rancios, sí, muchos rancios y muchas células del crimen organizado.
Sólo así puede entenderse lo que está ocurriendo en el Partido de Estado en el que impera la violencia, todos los vicios ávidos y por haber en la ponzoñosa partidocracia y en el que cada quien le jala a la cobija como le viene en gana, sin importarles los supremos intereses de la nación azteca. Ese no es el partido que los mexicanos deseaban ni esperaban y menos que viniera a poner fin a la abismal crisis y hartazgo que impera entre la mayor de las lacras sociales que conocemos como partidos políticos. Ese engendro maligno no es el veneno que México esperaba.
Lo que México reclama es un partido que no divida, sino que aglutine a la sociedad mexicana, un partido con identidad y ética política.
El proceso electoral interno en Morena para relevar a la dirigencia nacional durante el mes de noviembre, se ha tenido que postergar por tiempo indefinido ante las marranadas y violencia en la mayoría de las asambleas a lo largo del país donde se han tenido que cancelar casi 100 asambleas. Abundan vicios como el rasurado del padrón, acarreo, coacción del voto, compra de sufragios y mucha violencia, como si no estuviésemos hasta la coronilla los mexicanos de violencia. La muy ricachona señora Yeidckol Polevnsky, jerarca nacional de Morena, Mario Delgado, líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y Alejandro Rojas Díaz Duran entre otros que suspiran por la dirigencia nacional han denunciado que el proceso electoral interno se lleva a cabo con un padrón apócrifo, no autorizado por el Árbitro Electoral de México (INE), pues en el figuran priistas, panistas, petistas y de todos los demás venenos políticos que hoy conforman precisamente Morena y que no quieren estar fuera del presupuesto, pues saben que vivir fuera de él, es vivir en el error y el horror.
Pero lo más vergonzoso es que todo un ejército de burócratas al servicio del presidente de la república conocidos como siervos de la nación, son los que buscan colocar a sus principales cuadros en el disque partido Morena, para que de ahí parten el queso y salten a candidaturas, a diputaciones, gubernaturas y alcaldes para el 2021 y claro que no faltan los arribistas a los que el hermano de López Obrador les ha prometido el oro y el moro primero para que manden a la rechintola a sus partidos y luego se unan al engendro maligno del presidente de la república.
El hermano incómodo del presidente al quien apodan Pio se ha convertido en el hombre recluta, pues en las últimas dos semanas recluto a unos 25 alcaldes del Estado de Chiapas y las malas lenguas dicen que va por más, que chistoso es el poder, porque mire usted, este tal Pio prometió su voto en las pasadas elecciones presidenciales a otros candidatos presidenciales pues aseguraban que ni loco, votaría por su hermano. ¿Verdad que cae más rápido un hablador, que un cojo? ¡Poderosos caballero es don dinero!
¿Qué le parece a usted la Esperanza de México? ¿Verdad que sin lugar a dudas estamos ante otra lacra social que reproduce los mismos vicios y venenosas prácticas políticas del pasado?