Gobierno atrapado
Alberto Vieyra G. jueves 5, Dic 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En su desesperación por levantar a la debilucha economía mexicana, en recesión, el régimen del “me canso gansismo” ha quedado atrapado entre republicanos y demócratas que buscan rabiosamente hacerse de la presidencia norteamericana en 2020.
Con inusitada celeridad, AMLO privilegió la creación de la Guardia Nacional, no para hacer frente a criminales que tienen como rehén a México, sino para ponerla al servicio de Donald Trump, para contener la avalancha migratoria de Centro América y evitar que miles y miles de “mojados” o indocumentados lleguen a los Estados Unidos, bajo la amenaza de imponer a México aranceles de hasta el 25 por ciento a todos los productos mexicanos que ingresen a los mercados norteamericanos. Casi 30 mil efectivos de la Guardia Nacional están dedicados a contener los flujos migratorios, mientras la nación azteca se desangra y esta convertida en un gigantesco cementerio con mas de 30 mil asesinatos en el primer año del régimen de los “abrazos y no balazos”.
Con esa lógica de obtener ventajas al más puro estilo de Donald Trump, los demócratas congresistas, encabezados por la poderosa señora Nancy Pelosi, quien podría convertirse en la primera presidenta de los Estados Unidos, en caso de que Donald Trump sea sometido a juicio político, busca llevar “agua a su molino” encabezando las exigencias de la poderosa Central de Obrera Norteamericana, AFL-CIO (La Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales) que busca a toda costa homologar a México con Estados Unidos en materia de salarios y empuja, a través de un prófugo de la justicia mexicana, Napoleón Gómez Urrutia una iniciativa de ley para criminalizar a los empresarios que tengan contratado personal por la vía de la sub-contratación, conocida como outsourcing. Bajo esa figura de la sub-contratación hay en México casi 9 millones de trabajadores. La trasnacional Walmart propiedad de la más rica familia del mundo, los Walton funciona bajo ese sistema de sub-contratación y prácticamente todo el sistema financiero nacional que es extranjero.
Los demócratas buscan doblegar a AMLO, haciendo que inspectores norteamericanos supervisen directamente a las empresas mexicanas para constatar que éstas, están cumpliendo la ley en materia laboral, pues saben que AMLO tiene prisa porque los congresos norteamericanos y canadiense aprueben el Tratado de Libre Comercio, como la única vía para darle oxígeno a la debilucha economía mexicana. ¡Por primera vez!, AMLO reconocería el pasado 1 de diciembre la debilidad de la economía azteca.
Esto último, y el asunto de la sub-contratación tienen “como agua para chocolate” a los principales cúpulos empresariales que han pegado el grito en el cielo y exigen al gobierno de AMLO “no permitir una injerencia norteamericana”, de tal naturaleza que resultaría violatoria de la soberanía nacional, argumentando que dicha medida arruinaría la poca confianza que se tiene en materia jurídica en el gobierno mexicano para la no inversión en nuestro país, evitando la creación de empleos.
Como usted puede ver, el gobierno de AMLO ha quedado atrapado en la guerra electoral norteamericana por la presidencia de los Estados Unidos para 2020. Demócratas y republicanos buscan llevar “agua a su molino” para endulzar los oídos de sus electores. Donald Trump ya lo logró. ¿Lo lograran los demócratas? …
En ese callejón sin salida, ha quedado atrapado el Tratado de Libre Comercio, al que hoy se pretende añadir el asunto de las “metichonas narices del tío Sam” para inspeccionar empresas mexicanas que no cumplan con las leyes laborales y violen derechos humanos.
Como pintan las cosas, todo indica que seguiremos funcionando con el viejo Tratado Comercial heredado de Carlos Salinas en 1994, a menos que AMLO resulte mas vende patria que los entreguistas que le antecedieron.