García Luna y la incertidumbre
Augusto Corro viernes 13, Dic 2019Punto por punto
Augusto Corro
La guerra contra la “narcodelincuencia” fue un fracaso. Los cárteles de la droga crecieron y se fortalecieron.
En el gobierno de Felipe Calderón se registraron más de doscientos mil muertos. Y los asesinatos continúan.
Fueron muchas las causas que propiciaron la lucha fallida de la autoridad federal. Una de ellas, el contubernio de delincuentes y funcionarios.
En el juicio a Joaquín “El Chapo” Guzmán, el testigo Rey Zambada denunció que los “narcodelincuentes” sobornaron, con millones de dólares, a García Luna, el, en ese entonces, secretario de Seguridad Pública, encargado de perseguirlos.
El narco sinaloense fue sentenciado a cadena perpetua. Las autoridades estadounidenses recogieron la información sobre su vida y obra, que se servirá en el juicio que enfrentará el exfuncionario mexicano.
La expectativa de lo que viene tiene nerviosas a aquellas personas relacionadas con García Luna, incluidos los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón.
Como se sabe ahora, los narcotraficantes, principalmente los del Cártel de Sinaloa, fueron protegidos por el gobierno federal en turno. “El Chapo”, en esas condiciones, logró escaparse del penal de Puente Grande.
La guerra fallida
Vicente Fox le heredó a Calderón un gobierno con un obstáculo difícil de salvar: el narcotráfico.
En el sexenio calderonista el Presidente, sin ninguna estrategia, decidió enfrentar a la fuerza pública contra la delincuencia organizada, seleccionada. Los resultados fueron catastróficos.
¿Nadie investigó las causas del fracaso? No, porque eran los propios funcionarios los encargados que de que la lucha se malograra.
Según el testigo mencionado, García Luna recibió millones de dólares por su colaboración con el Cártel de Sinaloa. Con información privilegiada a tiempo, los narcos no tenían preocupación alguna.
Transcurrió el tiempo y los funcionarios de los gabinetes de Fox y Calderón, aliados con la delincuencia, pensaron que ya no tenían que rendir cuentas de sus acciones ilegales.
Los sacudió la sorpresa de la captura de García Luna. La detención de este personaje poderoso podría ser el hilo de la madeja de la corrupción que aún se desconoce.
¿A quiénes alcanzará el espinoso asunto del contubernio entre autoridades y delincuentes? ¿Cuál fue el papel de Fox y Calderón? No es posible que los ex presidentes no supieran lo que hacía su subordinado?
¿Fue la osadía lo que permitió a García Luna engañar a los ex mandatarios? ¿Qué grado de responsabilidad tiene Fox y Calderón, en la conducta de corrupción de uno de sus principales funcionarios?
En el transcurso del juicio se sabrá quienes participaron también en la protección al Cártel de Sinaloa. ¿También serán encarcelados los aliados de García Luna en esa trama de sobornos millonarios en dólares?
Todo dependerá de lo que diga en el juicio el ex secretario de Seguridad Pública. ¿Se declarará culpable? ¿Decidirá convertirse en testigo protegido? ¿Protegerá a sus benefactores?
Por cierto, el presidente Enrique Peña Nieto durante su mandato no actuó contra García Luna. ¿No conoció del contubernio entre el funcionario de Calderón y el Cártel de Sinaloa?
Ponerse las pilas
La captura de García Luna favorece al gobierno federal, que deberá estar muy pendiente de las declaraciones del enjuiciado.
Se conocerán nombres de políticos y funcionarios inmiscuidos en hechos de corrupción que ya en otros tiempos fueron denunciados por narcotraficantes.
¿Serán llamados a declarar Calderón, Fox y Peña Nieto?
El gobierno lopezobradorista tendrá que lanzarse a fondo para erradicar la corrupción desde sus raíces. Es una oportunidad, inclusive, para replantear la lucha contra la delincuencia organizada.
Se debe actuar sin consideración alguna contra aquellos irresponsables que llevaron a México a la penosa situación en que se encuentra.
Debe ponerse fin a la delincuencia organizada que envenena a millones de consumidores de droga en Estados Unidos y en México provoca miles de muertos.
En el renglón de la política, el caso de García Luna pasará a afectar a Calderón y a su esposa, Margarita Zavala, quienes buscan registrar un nuevo partido. El e xpresidente tendrá que despedirse de su proyecto, nadie en su sano juicio apoyaría a un personaje que, con su guerra fallida, enlutó miles de hogares.
Feliz fin de semana.