¿Una taza de café?
José Antonio López Sosa lunes 16, Dic 2019Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
El café es un brebaje que desde hace más de un siglo y medio es parte fundamental de nuestra sociedad, de nuestra familia y de nuestra vida. Independientemente que lo bebamos o no, que nos guste o no, forma parte de nuestro entorno e incluso es motivo de polémica por los efectos de su consumo. Ahora bien, ¿cómo llega el café a nuestras vidas? Existen varias historias, varias anécdotas que nos narran el descubrimiento del café, de ellas la más aceptada y la más difundida es la que nos narra que en el año de 1440 un pastor etíope llamado Kaldi, que cuidaba su rebaño de cabras, notó que durante la noche los animales en vez de dormir y descansar, no hacían más que saltar y moverse de un lado al otro. Sin pensarlo, probó él mismo las bayas y al cabo de unos momentos, para su sorpresa, comenzó a sentirse extraordinariamente animado y fortalecido. Convencido de que se trataba de un milagro, corrió al monasterio y preso de gran emoción, contó su historia al tiempo que mostraba unas bayas que había traído en el zurrón. En el monasterio, temiendo que fuera obra del demonio, tiró las bayas al fuego, tras lo cual un magnífico y exótico aroma se difundió por la estancia. Convencido entonces de que era obra de Dios, el abad ordenó que los granos fueran inmediatamente rescatados del fuego. A continuación, los mezclaron con agua para que todos los monjes del monasterio pudieran compartir el milagro.
En realidad desconocemos si esto sucedió de esta forma, pero entre todas las historias existen ciertas similitudes por lo que ésta es la más socorrida por los historiadores. El cafetal es originario de medio oriente, cuando en París en el siglo XIX se abrió la primer cafetería con el formato que conocemos, un lugar de reunión social, se comenzó con una industria que con el paso del tiempo daría lugar a importantes derramas económicas: la producción de café. Los países de medio oriente quisieron acaparar la producción prohibiendo que las semillas salieran y fuesen cultivadas en otros lugares. Afortunadamente para el mundo entero esto fue prácticamente imposible y se comenzó a cultivar en todas partes del mundo donde las condiciones climáticas y de altura lo permitieran. Existen básicamente dos tipos de semilla: Robusta y Arábiga, la más conocida y comercializada es la denominada Arábiga. En la actualidad los mejores granos del mundo se cosechan en Kenya, Brasil, Colombia, México, Cuba y Centroamérica. Ahora bien, la mitad en importancia es el cultivo y la otra mitad es el proceso de tostado, existen diversas clases y métodos para obtener un tostado que dé cuerpo y sabor a la aromática bebida; entre estos tostados existen los siguientes tipos: CAFÉ DE TUESTE NATURAL: El café tostado así sin más, es el que denominamos café de tueste natural.
CAFÉ DE TUESTE TORREFACTO: Si el café que estamos tostando le añadiésemos azúcar obtendríamos el café de tueste torrefacto. Los granos de café torrefacto son de color negro, pues el azúcar caramelizado recubre su parte exterior. La bebida que de él se obtiene también es muy oscura y tiene un fuerte sabor característico.
MEZCLAS: La adición de café torrefacto al café natural en distintas proporciones va a dar lugar a las mezclas.
CAFÉ DESCAFEINADO: Es café natural sometido a un proceso en el cuál le eliminan la cafeína por debajo de un 0,1%
CAFÉ SOLUBLE: El café soluble se obtiene por extracción industrial de café tostado y molido. El extracto de café así obtenido es posteriormente concentrado siguendo los siguentes métodos:
Spray drying: Se rocía sobre un flujo de aire a 250ºC a contracorriente lo que hace que se evapore la parte líquida y se deposite el polvo. Liofilización: El extracto acuoso del café se congela y posteriormente se sublima (paso directo de sólido a vapor), lo que hace que se separe el agua del polvo del café (en este caso es aún más concentrado).
Cuando se habla de café de inmediato se piensa en cafeína, debemos tomar en cuenta que son más de 500 sustancias que contiene una taza de café y que muchas de ellas son benéficas para el organismo, incluso muchos médicos coinciden en que beber café con moderación reduce importantes riesgos de cáncer. Los efectos del café son diversos, no sólo la alteración del sistema nervioso, de hecho la Organización Mundial del Café (ICO) se reunió hace poco tiempo el Londres, Inglaterra para reiterar y demostrar que el consumo moderado de este brebaje es benéfico para la salud: “Numerosos estudios recientes demuestran que el café tiene efectos muy positivos contra enfermedades como el cáncer, el mal de Parkinson o la diabetes, gracias a sus antioxidantes”, argumenta Pablo Dubois, Jefe de operaciones de la ICO. El Centro de investigaciones científicas sobre el café (COSIC), organización británica que estudia los efectos de la bebida en el cuerpo humano, indicó que consumido con moderación y regularmente, el café suaviza las crisis de asma, reduce los riesgos de formación de cálculos biliares y disminuye los riesgos de cáncer de colon.
Además, facilita la concentración, mejora la memoria a corto plazo y reduce la ansiedad, la fatiga y los riesgos de depresión, añadió el COSIC. Todo ello con la condición de no abusar de esta bebida. Los estudios recalcan que un consumo excesivo (más de cuatro tazas por día) puede provocar una hiperestimulación del sistema nervioso. ¿Interesante no?
Existen varios tipos de café: Americano, Espresso y por Prensa Francesa. El Americano es el que todos conocemos y se prepara por un método de colado, cuando el agua a punto de hervor pasa por un filtro con café molido (en término medio) y con esto obtenemos una ligera carga en el agua. El café espresso se elabora mediante presión, una pequeña cantidad de agua pasa por una porción de café molido de manera muy fina y obtenemos con esto una robusta bebida, este tipo de café es la base para crear capuccinos, frapuccinos y diversas clases de cafés exóticos. El café de Prensa Francesa es elaborado en una prensa caliente, con café molido en forma gruesa y se expone al agua en reiteradas ocasiones obteniendo un brebaje más fuerte que el americano y menos robusto que el espresso; esta clase de café es la menos conocida por la gente aunque vale la pena probarlo.
Ahora bien, el café desde el punto de vista “artístico” por llamarlo de alguna manera, suele ser el acompañante perpetuo en los momentos de alegría, tristeza, soledad o nostalgia; suele ser nuestro amigo discreto y siempre atento a lo que nos aqueja, puede ser fuente de inspiración o compañero de catástrofes. La próxima vez que le ofrezcan una taza de café, piense en todo lo que conlleva una taza de café.
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