Por el momento, se salvó la UNAM de injerencias
Miguel Ángel Rivera jueves 20, Feb 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Casi desde el inicio del actual gobierno federal, el de la llamada Cuarta Transformación, surgieron rumores en el sentido de que uno de sus propósitos era el de tomar bajo su control a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Una de las acciones dirigidas contra la también llamada máxima casa de estudios del país fue eliminar el concepto autonomía en el proyecto original de la “nueva reforma educativa” – aprobada con el impulso de Morena a principios del sexenio – en el apartado referente a la educación superior.
La trampa fue descubierta de inmediato y luego de protestas, encabezadas por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Organización Superior (ANUIES), entre las cuales sobresalió la voz del rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, a quien se presumía debilitado por estar en la fase final de su primer periodo de cuatro años y en pleno proceso de buscar la reelección.
El gobierno federal y su partido, Morena, dieron marcha atrás y se disculparon con el argumento de que fue un “olvido” ratificar el principio de la autonomía universitaria.
Luego vinieron otros capítulos que evidencian el interés del gobierno federal o al menos de una parte del mismo, como el de incluir dentro de la mencionada “nueva reforma educativa” la obligación de las instituciones de educación superior de admitir a todos los jóvenes que soliciten ser inscritos.
En paralelo se anunció – y se supone que están proceso de iniciar actividades – la creación de cien nuevas universidades, para contribuir a cumplir con la nueva obligación de dar cupo a todos los solicitantes.
Esa idea de dar oportunidades a todos los jóvenes que desean cursar estudios universitarios, sin embargo no fue acompañada del necesario incremento del presupuesto a las instituciones de educación. Por el contrario, los directivos de la ANUIES y algunos rectores en lo personal tuvieron que trabajar arduamente y presionar a los diputados para evitar los recortes que ya preparaban los diputados con el beneplácito del gobierno federal, en aras de cumplir supuestamente con la política de austeridad que en este capítulo se ganó más que nunca el calificativo de “austericidio”.
A final de cuentas, las instituciones educativas tuvieron que conformarse con magros aumentos que apenas compensaron el efecto de la inflación.
El proceso de elección de rector de la UNAM – que finalmente se decidió a favor de Graue Wichers para que se mantenga en el cargo por cuatro años más – tampoco estuvo libre de presiones. En particular circularon rumores acerca de presiones al rector para sustituir a algunos de sus más cercanos colaboradores por personajes que más que por su trabajo académico se han distinguido por su militancia en Morena y sus antecedentes.
Después o al mismo tiempo surgieron los movimientos de protesta, paros y manifestaciones violentas en la UNAM, que se reproducen hasta la fecha sin que se sepa bien a bien qué es lo que exigen los inconformes que gozan de total impunidad para agredir a miembros de la comunidad académica y para causar destrozos en las instalaciones.
Estas manifestaciones van siempre acompañadas con sospechas de que son manipuladas a trasmano, al grado de que se habla mucho de una “mano negra” que “mece la cuna”, aunque algunos analistas menos radicales han matizado el color y sostienen que se trata de una “mano Morena”.
Como autor de la iniciativa aparece el diputado federal de Morena por la Ciudad de México Miguel Ángel Jáuregui Montes de Oca, que según el registro de su Cámara es egresado de la Facutad de Ciencias Políticas, de la propia UNAM.
Bastó en este caso una carta de protesta de parte del rector Graue Wichers para que la iniciativa se fuera a la congeladora.
“Deseo hacer del conocimiento de todas y todos ustedes mi rechazo absoluto a este intento de intromisión en la vida universitaria, en donde a espaldas de los universitarios se pretende incidir en la normatividad que nos rige y que nos hemos autoimpuesto a lo largo de muchos años” afirmó Graue Wiechers.
Agregó que dicha iniciativa se suma a otras que han sido presentadas ante las legislaturas estatales por representantes de distintos partidos políticos, en lo que en su opinión parece constituir una escalada contra la autonomía de la máxima casa de estudios del país.
La autonomía, un principio básico e irrenunciable
La autonomía, sostuvo el rector de la UNAM, es un principio básico e irrenunciable que fue ratificado hace unos meses por el pleno de la Cámara de Diputados, al aprobar que se preservara en forma íntegra la fracción VII del Artículo Tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Graue Wiechers advirtió que estas iniciativas solo pueden interpretarse como un intento de desestabilizar la vida universitaria, en momentos en que la UNAM lleva a cabo los cambios pertinentes a su normatividad para que las y los universitarios convivan en un ambiente de respeto, paz y seguridad.
“Exijo, como rector de la Universidad de la Nación, que las comisiones dictaminadoras correspondientes de la H. Cámara de Diputados rechacen esta iniciativa y hagan público y manifiesto el respeto irrestricto a la autonomía de nuestra casa de estudios”, puntualizó.
En respuesta a las declaraciones del rector, el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado, y la presidenta de su Cámara, la panista Laura Rojas, anunciaron que sus propios compañeros de fracción parlamentaria habían solicitado a Jáuregui Montes de Oca retirar su iniciativa y que éste había respondido de manera afirmativa. Para formalizar el retiro de su propuesta, el diputado federal deberá enviar la comunicación respectiva a la Mesa Directiva, para que su decisión se comunique al pleno en la sesión de mañana, jueves.
De paso, la bancada de Morena expresó incluso su “respeto irrestricto a la autonomía universitaria y a su vida interna”. Además, aclaró que la propuesta de Jáuregui “no forma parte de la agenda legislativa de nuestro grupo parlamentario” y señaló que el legislador por Azcapotzalco tiene el derecho constitucional de presentar iniciativas.
Conviene tomarle la palabra a los diputados “morenos” y esperar que cesen las presiones y los intentos de interferir en la vida interna de la UNAM y en general de todas las instituciones de educación que se deben mantener como centros de excelencia a donde lleguen sólo los mejores estudiantes.
Morena sigue “en capilla”
Cuando se esperaba una solución al conflicto interno de Morena, donde todavía aparecen dos presidentes, Alfonso Ramírez Cuéllar y Yeidckol Polevnsky, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) decidió posponer la sesión en que los magistrados deberán decidir a quién corresponde legalmente estar al frente del partido en el gobierno.
Los integrantes de la Sala Superior del TEPJF habían sido convocados para sesionar ayer, miércoles, para discutir la validez del Congreso de Morena realizado el pasado 26 de enero, contra el cual se presentaron más de 90 demandas.
Trascendió que el magistrado Indalfer Infante pretendía poner a consideración un proyecto de acuerdo en donde validaba la convocatoria del sexto Congreso Nacional Extraordinario y, en consecuencia, los nombramientos que allí se hicieron, como el de Ramírez Cuéllar como presidente y la decisión de mantener a Yeidckol Polevnsky sólo como secretaria general.
Al parecer esa ponencia no tenía respaldo general y por ello se decidió posponer la revisión de este caso. No se fijó fecha para dictaminar, pero extraoficialmente se manejó la versión de que este asunto quedará resuleto la semana venidera.
La Fiscalía investiga también a Peña Nieto
Para no variar, muchos de los problemas internos de nuestro país se conocen primero por medio de la prensa extranjera.
Por ejemplo, el diario estadunidense Tha New York Times reveló ayer que un funcionario mexicano informó que, como parte de las averiguaciones por suspuestos actos de corrupción del ex director de PEMEX, Emilio Lozoya, se investiga también al ex presidente Enrique Peña Nieto.
Los rumores acerca de la vinculación del ex primer mandatario ya habían circulado en México, sobre todo a raíz de que Javier Coello Trejo, abogado de Lozoya, comentó que el ex funcionario “no se mandaba solo”, pero hasta ahora no había confirmación de ningún funcionario público.