La de México, ¿historia cíclica?
Roberto Vizcaíno viernes 8, Ene 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Frente a la amenaza de estallidos sociales y de una insurrección, hay quienes reclaman avanzar en un nuevo pacto social, económico y político, al que sean convocados todos los sectores, como condición esencial para superar los riesgos de una desestabilización del país.
No son pocos los dirigentes y analistas políticos que ven, en el contexto y circunstancias del México actual, las condiciones sociales para una nueva revolución, o al menos para una insurrección.
Coinciden en que, el cumplimiento este año del 200 aniversario de la Independencia y el 100 de la Revolución Mexicana no sólo es una efemérides histórica más, que vaya a servir para la realización de un magno espectáculo de artistas, luz, fuegos pirotécnicos y sonido a realizarse en septiembre próximo, como lo pretende el gobierno de Felipe Calderón.
México está hoy a punto del estallido social, en la víspera de una insurrección, precisó el diputado Cruz López Aguilar, líder de la Confederación Nacional Campesina al indicar que el medio rural vive mucho más que el abandono por parte de los panistas en el poder.
Esta visión de desesperanza, inconformidad y posibles riesgos sociales podría ser compartida por quizá la mayoría de los mexicanos si tomamos en cuenta dos oportunas encuestas realizadas en las semanas recientes por Consulta Mitofsky que dirige Roy Campos.
Una de ellas busca entender cómo se sienten en este momento los mexicanos y la otra, realizada para la Revista Nexos que dirige el periodista e historiador Héctor Aguilar Camín, parte de una pregunta simple, pero que tiene connotaciones profundas: ¿qué país queremos ser?.
Los resultados de ambas dejan un panorama muy crítico respecto de la gestión del presidente Felipe Calderón.
Mire Usted, las conclusiones del primer levantamiento de opinión, respecto de los sentimientos de los mexicanos en este momento, indican que:
– Por primera vez en 9 mediciones, el porcentaje de mexicanos que consideran que “les fue peor” es clara mayoría, dejando 14 puntos abajo a los que dicen lo contrario.
– El resultado de 55 por ciento que dice que le fue peor, representa un deterioro de 6 puntos respecto a 2008 y de 24 puntos respecto a 2007.
– Quienes dicen que 2009 fue un mal año, le atribuyen la culpa al gobierno federal, a Felipe Calderón y su equipo.
– Los jóvenes son los que mayor atribución hacen a sí mismos tanto si les va bien como si les va mal, en cambio, los mayores de 50 años asignan más responsabilidad al gobierno, lo que parece reproducir un patrón generacional.
– El sentimiento de “mal año” que el ciudadano mexicano tiene respecto a su situación, coincide con la forma en que ve al país: 87 por ciento considera que la economía es peor que hace un año; 78 por ciento que la política está en esas condiciones y 76 por ciento que es la seguridad la que ha empeorado.
– Hace un año 63 por ciento esperaba un mejor año, hoy sólo el 59 por ciento muestran esa actitud.
– Hace dos años el principal deseo del ciudadano en el cambio de año era tener salud, hoy han crecido el “mejorar la economía” y sobre todo el “conseguir trabajo” que por segunda ocasión aparece en primer lugar.
– Y para el país qué deseamos la respuesta número uno, espontáneamente fue “salir de la crisis” que si sumamos a “mejorar la economía” resulta la respuesta de 3 de cada 10 personas entrevistadas; le sigue el “disminuir inseguridad”; “generar empleos”; “lograr un cambio” y “tener un buen gobierno”.
– La honestidad es la característica mejor autoevaluada por los mexicanos aunque sufre una nueva baja alcanzando su peor nivel, misma condición que se observa para felicidad, seguridad, religiosidad y confianza.
En sus consideraciones Consulta Mitofsky señala que, “si 2008 ya lo habíamos reportado como el peor año hasta ese momento, encontramos que a punto de cambiar el año de 2009 a 2010, los mexicanos se presentan con un ánimo muy deteriorado, evaluando su situación en mal momento, con bajas expectativas y con autoevaluaciones negativas.
“Todo paso de un año a otro genera momentos de reflexión que nos llevan a juzgar el periodo que se va, que genera expectativas sobre el que llega y nos lleva a evaluarnos a nosotros mismos; por ello, desde 2000, hacemos una encuesta nacional en viviendas tratando de captar lo que los mexicanos nos dicen sobre estos aspectos.
“En 2008 la medición se caracterizó por hacerse cuando ya se preveía una crisis económica pero ahora se aplica cuando ya estamos completamente inmersos en ella, lo que se refleja en el deterioro de la percepción en variables como desempleo, pobreza e incluso inseguridad”, concluye Mitofsky.
La segunda encuesta, la encargada por la Revista Nexos nos advierte que los mexicanos vivimos en medio de fuertes contradicciones respecto de nuestros sentimientos nacionales.
Mire, el reporte de Mitofsky es que:
-En forma espontánea, con un 31 por ciento a favor Estados Unidos aparece tanto como el país al que más desean los mexicanos que se parezca México que como al que menos les gustaría (con un 14 por ciento)
-Después de Estados Unidos los ciudadanos quieren que México se parezca a China, Canadá, Brasil y España mientras que otro tanto no quieren que México se parezca a China, Cuba, España, Argentina e Irak. En este punto China aparece en un segundo lugar en ambas listas.
– Cuando las opciones se reducen a 5 países predeterminados, la mayoría de los mexicanos prefieren en un 34 por ciento que México sea como Estados Unidos mientras que un 9 por ciento quieren que sea como China.
-Lo que se aprecia de otros países para admirarlos según los mexicanos, destacan aspectos como los de la economía, el empleo, el gobierno, la tecnología y la baja delincuencia.
-En cambio –dice Mitofsky-, lo que más rechazan los ciudadanos de otros países es el maltrato a los migrantes, el racismo, el clima, la comida, las costumbres inseguridad.
-En cuanto a México, la mayoría de los ciudadanos considera que lo mejor que tiene este país es su gente, su cultura, su libertad, sus paisajes, su comida y sus y tradiciones.
-Por último, lo que más criticamos los mexicanos de este país es la inseguridad, la corrupción, a su gobernante, la pobreza, el narcotráfico, la crisis, la violencia y el desempleo.
De todo lo anterior sin duda destacan tres datos precisos que denotan porcentajes muy altos, peligrosos:
“El sentimiento de “mal año” que el ciudadano mexicano tiene respecto a su situación, coincide con la forma en que ve al país: 87 por ciento considera que la economía es peor que hace un año; 78 por ciento que la política está en esas condiciones y 76 por ciento que es la seguridad la que ha empeorado”.
El gobierno, el presidente Felipe Calderón y su equipo, no tienen ni para adonde hacerse, porque la mayoría de quienes dicen que todo es peor hoy que hace un año o dos, los culpan de su situación y desesperanza.
Datos importantes ante quienes, como lo indicamos al inicio, piensan que México vive hoy una historia cíclica que bien podría derivar este año a situaciones parecidas a las de 1810 y 1910.
Es una percepción que debe ser tomada en cuenta, sobre todo cuando el presidente Calderón ha tomado la determinación de darle a una empresa privada la organización de los festejos de los dos aniversarios, el de los 200 años de nuestra independencia y los de los 100 años de la Revolución , cuando a juicio de personajes como Cuauhtémoc Cárdenas lo que debe hacerse son reformas para modernizar y democratizar realmente al sistema político mexicano.
Otros más reclaman avanzar en un nuevo pacto social, económico y político al que sean convocados todos los sectores, como condición esencial para superar no sólo la crisis y el desempleo, sino las condiciones de estallido social.