“Contreras”
Armando Ríos Ruiz lunes 10, Ago 2020Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Hace unos días, el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Manuel Toledo Manzur, hizo circular un audio en el que arremetió contra la Cuarta Transformación encabezada por AMLO, el tabasqueño de Macuspana que se hizo Presidente de México después de tres intentos y a lo largo de toda una vida de preparación para llegar a su objetivo, que por cierto, muchos ven como si no hubiera abrevado experiencias, por su errática conducción del destino de México.
El audio en cuestión se autentificó. Nadie de la dependencia mencionada lo desmintió y finalmente, una fuente confiable confirmó su legitimidad. Por lo tanto, quedó con las palabras acusadoras del secretario, que revelan la inconformidad que navega entre las filas de quienes conforman el entramado de la denominada Cuarta Transformación que, en muchas mentes, ha servido, hasta hoy para realizar una regresión hacia realidades ya superadas en todos los sentidos.
En la acusación volvió a aparecer en el centro del escenario el nombre de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, cuya función nadie explica. Ha permanecido ausente, sólo para aparecer algunas veces con el prurito de intervenir en diferentes áreas de la administración, para entorpecer sus diversos quehaceres.
Toledo Manzur habló de diferencias y luchas de poder y recalcó que la Cuarta Transformación “no tiene como tal un objetivo claro y está llena de contradicciones”. La 4T no existe. Las contradicciones se expresan en luchas internas de poder.
Dijo que Alfonso Romo lo cita sólo para presionarlo y mencionó que mientras él desea manejar las cosas para confeccionar los mejores servicios, superar deficiencias y ofrecer bondades, el regiomontano sólo piensa en hacer negocios.
Conocedores de las reacciones del Ejecutivo, quienes nos enteramos de las decisiones ejercidas por el secretario creímos que su renuncia sería inminente.
Para sorpresa de muchos, no fue así. En este caso, dijo que sus empleados tienen libertad de expresarse como deseen, lo que no ocurrió cuando presentaron su retirada Germán Martínez, a la dirección del Seguro Social, Carlos Urzúa, a la SHCP, Javier Jiménez Spriú, a la SCT y otros.
La prensa nacional coincidió en que, una vez que el Presidente regresara a México, terminada su gira por Sinaloa y Sonora, no sólo aceptaría una renuncia, sino que la exigiría.
La prensa hizo mucho ruido en ese sentido y esta situación debe haber influido en el ánimo de quien manda, para operar exactamente al revés. Si en su gabinete nadie tiene derecho a hacer algo motu proprio, ¿por qué la prensa va a impedirle hacer un capricho más?
El señor Toledo no se iría porque los medios lo dijeran. Se irá siempre y cuando el jefe lo decidiera. O pudo renunciar definitivamente, si a alguien no se le hubiera ocurrido mencionarlo. Entonces hubiera ocurrido como con los otros funcionarios: aceptar su renuncia y listo.
Por otro lado, si el secretario tiene tantos problemas para desempeñar su cargo y se atreve a realizar una denuncia pública, lo más atinado es presentar la dimisión con carácter de irrevocable y como consecuencia, dejar que otro se encargue de aguantar las burlas y vejaciones. Ahí tienen el caso de Arturo Herrera, secretario de Hacienda, quien decidió soportar regaños y burlas públicos.
En todos los gobiernos del mundo y en todos los tiempos, han abundado los desacuerdos, las intromisiones de quienes piensan que su puesto es más importante y los pleitos internos. Las intrigas y los abusos. Las imposiciones y, desde luego, los desatinos. En los autoritarios, es el jefe máximo quien tiene la última palabra y por lo tanto, la decisión de aceptar o rechazar condiciones de otros.
De todas formas, el señor Toledo debe agradecer que muchos coincidimos con él, en que la 4T es un engaño soberano. Un medio para llevar a México al precipicio. Como tiro de precisión, una frase recogida de WhatsApp dice: “Está dejando más muertes la paz de López que la guerra de Calderón”. “Está saliendo más barata la corrupción de Peña que la honestidad de López”.











