El penacho de Moctezuma
Alberto Vieyra G. jueves 15, Oct 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Primero fue la rifa del avión presidencial, sin el avión, y ahora AMLO esconde los 84 mil muertos por el coronavirus y otros tantos a manos de las mafias criminales, así como la catástrofe económica y otras desdichas de la patria mexicana con el penacho de Moctezuma que, según su infinita ignorancia fue saqueado de México por el emperador Maximiliano. ¿Y su esposa que supuestamente sabe de historia no le habrá dado un jalón de orejas?… ¡Vaya inaudita astucia de AMLO! para hacer cortinas de humo que no permitan ver a los mexicanos la desastrosa realidad haciéndonos creer que vamos requetebien y estamos listos conmemorar los 700 años de la Fundación de la Gran Tenochtitlán y el bicentenario de la consumación de la independencia de México.
Ahora, AMLO está enfrascado en un pleito con la monarquía española y el Vaticano exigiéndoles que se hinquen y pidan perdón por las atrocidades cometidas por los conquistadores y sin faltar con Austria, nación a la que pide entregar a México el penacho de Moctezuma, que fue regalado a Hernán Cortés, junto con otras 158 piezas de arte, en su mayoría de oro y plata, como una forma ingenua de granjearse a los conquistadores para evitar la guerra contra los nativos aztecas.
Los reyes de Castilla andaban tan ocupados en otras cosas que ni siquiera recibieron el obsequio de Moctezuma que por cierto recorrió varias naciones hasta que fue a dar accidentalmente a Austria, donde actualmente figura en el Museo Etnográfico de Viena. El gobierno austriaco decepcionó a AMLO y a su mujer, doña Beatriz Gutiérrez Müller, sobrina de Agustín Gutiérrez Canet de que el penacho de Moctezuma pueda ser prestado a México o devuelto como acervo cultural, puesto que se trata de una pieza extremadamente frágil que ni trayéndola en el avión presidencial, en barco o cualquier otro transporte moderno llegaría ilesa a territorio azteca y para el gobierno austriaco el penacho tiene un valor de más de 50 millones de dólares, amén de su valor histórico, pero AMLO lo quiere de a gorrión, igual que Luis Echeverría, quien también hizo infructuosas gestiones para traer la reliquia a México.
El penacho de Moctezuma está compuesto por 222 plumas de quetzal, unas verdes y otras azules, finamente unidas con oro, plata, bronce y piedras preciosas como la filigrana.
El penacho de Moctezuma es solamente uno de los muchos penachos que tenía Moctezuma, un gobernante tan gris como el propio López Obrador. La ingenuidad de Moctezuma II Xocoyotzin, permitió la invasión de los hombres blancos y barbados llegados desde la Extremadura, España. El gobernante azteca creía ciegamente que los conquistadores con sus 16 caballos, 14 cañones y decenas de mosquetes con pólvora y su armadura de acero eran dioses que recordaban que el regreso del Dios Quetzalcóatl ocurriría en un año caña, justo el año que arribaron al continente americano los conquistadores.
Cuitláhuac, el penúltimo emperador azteca y primo hermano de Moctezuma, le dijo en muchas ocasiones “¡hermano, despierta, no son dioses, son feroces soldados guerreros, despierta, por favor despierta!”, pero sabe qué, Moctezuma no despertó y la conquista de la gran Tenochtitlán se produciría la noche triste del 13 de agosto de 1521. En el sitio de Tenochtitlán murieron más de medio millón de compatriotas, decenas de ellos masacrados por la barbarie de los conquistadores quienes consigo traían una infame herencia de pestes, que dejaría una infinita mortandad a causa de la viruela.
AMLO, quien por cierto no lee, pues en sus 13 años que duró en la carrera de Administración en la UNAM, no se le recuerda como un hombre amante de la lectura, debería leer y releer al maestro Miguel León Portilla, a Toribio de Benavente, mejor conocido como Motolinía y otros grandes escritores del México precolombino para que no nos distraiga de la realidad nacional con cuentos del penacho de Moctezuma, el avión presidencial, el supuesto robo de medicamentos para el cáncer o del retiro de la estatua de Cristóbal Colón presuntamente para restaurarla. ¿Usted les cree a esas cortinas de humo de AMLO? Yo, no.