Tambores de guerra
Ramón Zurita Sahagún viernes 1, Abr 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Comenzó la verdadera batalla por las candidaturas presidenciales en todos los partidos, con los aspirantes manifestando sus deseos de competir dentro de los distintos organismos políticos que tienen derecho a participar en la contienda del 2012.
Contrario a las dudas, titubeos y evasivas con que respondían a los cuestionamientos sobre el tema, son varios los personajes políticos que se abrieron de capa para expresar sus propósitos, mientras que otros se dejan llevar por las corrientes que los respaldan.
Sin embargo, el grupo se va reduciendo, en cuanto al número de políticos que reúnen las condiciones para participar en los procesos internos de su partido.
No por conocido con antelación dejan de llamar la atención las menciones de Marcelo Ebrard y Manlio Fabio Beltrones como aspirantes presidenciales de sus respectivos partidos, aunque ambos son ubicados en los segundos lugares de las preferencias partidistas.
Marcelo ya había comentado en algunas ocasiones anteriores su interés en participar dentro de su partido y hasta propuso fórmulas para elegir al mejor posicionado.
Y es que dentro del PRD, Marcelo parece una opción sólida, solamente que tendrá que disputarla con otro aspirante ya abierto, que es Andrés Manuel López Obrador, de cuya confrontación interna puede resultar un PRD fragmentado y debilitado.
El no entendimiento entre los dos únicos precandidatos con que cuenta la izquierda puede originar dos candidaturas presidenciales, una respaldada por las corrientes afines al jefe de gobierno del Distrito Federal, y la otra, apoyada por el PT y Convergencia afines al ex jefe de gobierno del Distrito Federal y ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Dentro del perredismo o la izquierda ampliada no se advierte otro u otra aspirante que ponga en riesgo las posibilidades de Marcelo y Andrés Manuel o que se convirtiera en una tercera opción que pudiera limar las asperezas entre ambos personajes.
Los priístas parecen más definidos con el encumbramiento en las encuestas del gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, y la definición del presidente del Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones.
Peña Nieto se reposicionó con la operación quirúrgica realizada en la selección del candidato priísta a sucederlo y lo hará todavía más, en el momento mismo en que Eruviel Ávila Villegas se convierta en su sucesor, si eso ocurre como apuntan todos los pronósticos.
Ayer mismo mencionamos la larga trayectoria política de Beltrones, que arroja resultados y hoy apuntamos el carisma de Peña Nieto y su revelación como operador político.
La diferencia entre priístas y perredistas es que los primeros saben que marchando unidos, encontrando la forma de seleccionar de entre los dos al mejor candidato podrán encaminarse al triunfo electoral. Los perredistas lucharán con todo para imponer a su favorito y podrían provocar el éxodo de dirigentes y militantes.
Por el lado de los detentores del gobierno presidencial, los aspirantes se encuentran más diversificados, ya que los que se apuntan son los que tendrán que bregar más para recibir los apoyos necesarios dentro de su partido.
Santiago Creel Miranda, senador; Josefina Vázquez Mota, diputada federal, y Javier Lozano Alarcón, secretario del Trabajo, son los que han abiertos sus cartas y expresado su interés en competir por la nominación presidencial.
De forma tímida, otros secretarios como Heriberto Félix Guerra, secretario de Desarrollo Social, y Ernesto Cordero Arroyo, titular de Hacienda, también dejan entrever su deseo de convertirse en candidatos, aunque para ello requieren ser empujados y llevados de la mano hasta consolidar sus deseos.
Josefina es quien más apresurada se encuentra en la búsqueda, ya que en forma activa recorre el país y forma grupos clientelares que la respalden en la mayor parte de los estados, no solamente entre los consejeros nacionales de su partido, sino sembrando los posibles clubes de amigos con vistas a la campaña del año próximo.
En ese sentido, el primero en iniciar los movimientos dentro del partido blanquiazul fue Creel Miranda, quien desde el momento mismo en que fue bajado de la coordinación senatorial de su bancada dedicó su tiempo y esfuerzo a realizar lo que dejó pendiente hace seis años, trabajar en busca de los respaldos necesarios para la candidatura presidencial.
Los que se han quedado rezagados en esta búsqueda son los gobernadores autodestapados de Jalisco, Guanajuato y Morelos.
Emilio González Márquez, Juan Manuel Oliva y Marco Antonio Adame expresaron en algún momento su intención de inscribirse en una carrera situada a una distancia demasiado lejana para ellos, por carecer de formación, trayectoria, conocimientos y respaldos políticos necesarios para una contienda de esa naturaleza.
ADIÓS A CHÁVEZ CHÁVEZ
Sumamente anunciada, aunque postergada, fue la renuncia de Arturo Chávez Chávez a la Procuraduría General de la República, cargo que le quedó sumamente holgado.
Filtrada su renuncia desde hace más de un mes, se consideró innecesaria su presencia en la Cámara de Senadores para explicar sobre el operativo “Rápido y furioso” implementado por el gobierno de Estados Unidos.
Por eso, el entonces titular de la PGR prefirió cancelar su participación en una reunión con senadores, ante la inminencia de su salida de la dependencia.
La recién galardonada por el gobierno estadounidense Marisela Morales, fue propuesta como nueva titular de la PGR, por lo que de ser aprobada por el Senado de la República será la primera mujer en ocupar esa posición.
Victoria Adato fue la primera mujer procuradora en la historia del país, aunque ella fue designada para el Distrito Federal.
ENCINAS SOLICITÓ LICENCIA
Alejandro Encinas y Yeidckol Polevnsky van de la mano en la búsqueda del gobierno mexiquense. El diputado y la senadora pidieron licencias para actuar conjuntamente, él como candidato y ella como coordinadora de su campaña.
Los dos fueron perdedores en anteriores contiendas por ese mismo gobierno.