Mario Delgado, líder nacional de Morena, visita Cancún frente a las impugnaciones de aspirantes a alcaldías
José Luis Montañez Aguilar, Nacional* martes 16, Mar 2021Derecho de réplica
José Luis Montañez
Hace unas semanas el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en una de tantas mañaneras, hizo un paréntesis y dijo: “Me voy a quitar la investidura presidencial para poder hablar de lo que está pasando en Morena en este proceso electoral”; y lo menos que dijo con todas sus letras fue que al líder nacional de Morena, Mario Martín Delgado Carrillo, le había quedado grande el cargo y traía un desorden con la nominación de candidatos a puestos de elección popular en todo el país de ese instituto político. “Es mucho partido para tan poco líder”, afirmó Andrés Manuel.
Y pensamos lo que le va a decir ahora el jefe del Ejecutivo al presidente del CEN de su partido, después del “cochinero” que armó Óscar Cantón Zetina, delegado especial en Quintana Roo de Morena, tras el desaseado proceso con el que se eligió a los candidatos de ese partido a las once alcaldías que se juegan, electoralmente hablando, el próximo seis de junio, junto con diputaciones locales y federales.
Fue tal el enojo de los participantes en el “tongo” armado por el “Niño verde”, Mario Delgado y Óscar Cantón Zetina en Quintana Roo, con la selección de candidatos, que en las redes sociales se habla de que la senadora con licencia de Morena, Marybel Villegas Canché, podría dejar las filas de ese partido para competir por los partidos de oposición a la alcaldía de BJ, pues ella tiene arrastre fuerte con la gente del pueblo.
Y es que a muchos dejó muy mal sabor de boca la jugada sucia que vino a operar a Cancún, el viejo político tabasqueño, Oscar Cantón Zetina, famoso por su desmedida ambición por el dinero y el poder.
Se dice que fue el “Niño verde”, Emilio González, líder nacional del Verde Ecologista, el que prácticamente le bajó los calzones a Mario Delgado y a Cantón Zetina y les arrebató por obra y gracias de una alianza política, muchas alcaldías, diputaciones locales y federales y una que otra gubernatura.
El fin de semana Mario Martín Delgado Carrillo, se dio una vuelta por Cancún, quesque para ver asuntos personales.
En las “benditas” redes sociales se comieron vivo al presidente del CEN de Morena, diciendo que vino a ver cómo quedó el “cochinero” electoral que hizo su cómplice, Cantón Zetina.
Ya me imagino si López Obrador pierde la mayoría en San Lázaro la que se le va a armar a Mario Delgado con el “pejeman”, quién parece tener la razón de que al líder de su partido le quedó muy grande el cargo.
Playas de Cancún, a merced del coronavirus
Como bien denunció el director del CPTQ, Darío Flota Ocampo, las playas en Cancún son tierra de nadie, por lo que están a merced del coronavirus y es que no sólo se trata de que las autoridades no han enviado vigilancia, sino de que ésta no sería necesaria si tan sólo existiera un poco más civismo y responsabilidad ciudadana, lamentablemente no se cuenta con nada de esto y al menos durante el último “puente” vacacional, cientos de bañistas abarrotaron los balnearios sin respetar protocolos de salud.
Por ejemplo, Playa Langosta en Cancún, se vio con una importante presencia de bañistas y sin protocolos, ni vigilancia para evitar contagios del nuevo coronavirus, es decir, que los turistas locales, nacionales e internacionales, arribaron sin cubrebocas, ni sana distancia, puesto que incluso llegaban en grupos de más de 15 personas, provocando aglomeraciones.
En contraparte, en Playa Delfines, durante un recorrido se pudo observar que hay mayor restricción y respeto por las normas de salud, y es que por tratarse de una playa concesionada por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), corresponde a las autoridades federales aplicar y vigilar que se atiendan las recomendaciones de prevención, lamentablemente en el resto de las playas, que corresponden al gobierno municipal la vigilancia brilla por su ausencia.
En el marco del color amarillo del semáforo epidemiológico, los arenales tienen autorizado operar sólo al 60% de su capacidad, no obstante, esta es una medida que también se pasan por alto, eso sin mencionar que vendedores ambulantes ofrecen alimentos y bebidas, cuando eso también está prohibido.
Es lamentable que cuando esta enfermedad, sigue cobrando miles de vidas alrededor del mundo, existan otros miles a quienes no les interesa, ni su salud, ni la de los demás y siguen provocando focos de riesgo como lo son ahora las playas de Cancún, donde las autoridades municipales, no se han encargado de garantizar la seguridad sanitaria de los paseantes.
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