Pintura antisísmica
Alberto Vieyra G. lunes 21, Jun 2021De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Conoce usted, amable lector o radioescucha la pintura antisísmica? Yo, no. Pero la corrupta clase política azteca, sí la conoce perfectamente bien.
La pintura antisísmica no la fabrica ninguna marca en el mercado, pero la clase política en el poder la aplicó durante los macabros terremotos de 1985 y 2017. El gobierno se dio a la tarea de aplicar pintura antisísmica y como por arte de magia los edificios y construcciones en general, quedaron “rehabilitados”, en espera de que venga otro sismo todavía más letal.
Esa misma pintura antisísmica la aplicó Marcelo Ebrard en la construcción hecha con los pies en la llamada “Línea Dorada” -la Línea 12 del Metro-, que el pasado 3 de mayo se colapsó con fatídicos resultados de 26 muertos y decenas de heridos. Había prisa, mucha prisa por entregar esa obra una hora antes de que concluyera el mandato de Marcelo Ebrard, como jefe de gobierno en la capital del país.
A simple vista, todo parecía lindo con la pintura antisísmica que hoy sale a flote, pues hay tramos en los que las trabes fueron bien colocadas y soldadas, pero hay otros tramos en los que la soldadura chafa y mal colocada delata a todos los que la construyeron.
Pero, ¿por qué entonces ocurrió “la falla estructural” de la Línea 12? Por mal hecha. Pa´que le damos vueltas al espejo. El peritaje realizado por una empresa noruega DNV, por pedido del gobierno morenista chilango y el estupendo reportaje The New York Times no dejan lugar a dudas de que la línea dorada del metro estuvo mal hecha de punta a punta. Ambos estudios como otros, a cargo de varias agrupaciones de ingenieros y arquitectos de México coinciden en que se utilizaron materiales chafas, mal soldados y cuyos pernos ni siquiera embonaban. Por supuesto, que su desgaste no se hizo esperar y ocurrió lo que era lógico que ocurriera: Una tragedia.
Y entonces: ¿Quiénes son los responsables, acaso las golondrinas? AMLO, el Presidente más mentiroso de México ha prometido que habrá castigo para los culpables. ¿Dejaría que sus dos principales delfines que están en la meta rumbo a la sucesión 2024 vayan a la cárcel? ¿Sería capaz AMLO de mandar a la cárcel a su aliado histórico, Carlos Slim, dueño del Grupo Carso, o a los meros, meros del Grupo ICA? ¿Hasta cuándo dejaran de “echarse la pelotita” los corruptos que hicieron mal la Línea 12 del Metro? O ¿Nos saldrán con que en este pueblo no hay ladrones, ni culpables? ¿Será entonces, que los partidos políticos se han convertido en las tapaderas de politicastros corruptos que pueden ultrajar la dignidad de los mexicanos haciendo barbaridades con sus patentes de corso que les da el poder y la impunidad?
El peritaje que se le encomendó a la empresa noruega, ¿o acaso a The New York Times o fue esa empresa la que le filtró santo y seña al periódico estadounidense, del que por cierto Carlos Slim es accionista? ¿No habría sido mejor que el gobierno de Claudia Sheinbaum se hubiera ahorrado más de 20 millones de pesos que costó el peritaje y que están dando a cuenta gotas, es decir en 3 partes y se hubiese esperado a conocer el reportaje científico-periodístico del New York Times? (…)
Por lo pronto, la catástrofe de la Línea 12 del Metro ha dejado a Morena y al Presidente de la República prácticamente en la lona y sólo un milagro podría hacer que en las elecciones presidenciales de 2024 no le cobren esa factura al partido, que hoy está de moda. No hay duda “los muertos no hablan, pero es muy grande su penar”; los muertos fueron la tumba política del PRI con el caso Ayotzinapa y la catástrofe de la Línea 12 del Metro y muchas otras metidas de pata serán el Waterloo de Morena en las presidenciales en 2024.