SUTGCDMX, ante su cita con la transparencia
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 6, Sep 2021Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Diputados. Tiempos de negociación en la LXV Legislatura
Mal inicio el que están teniendo los agremiados del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX) rumbo al proceso comicial para elegir a su próximo líder, porque aunque se aprestan a organizar una elección en el marco de la nueva Ley Federal del Trabajo, que habla de procesos de renovación de dirigente sindicales mediante el voto libre, secreto y transparente, los posibles votantes ya se dieron su primer cale y dieron una pequeña muestra de los que son capaces si no se cumplen sus caprichos.
La fecha para elegir a quienes serán su próximo presidente del SUTGCDMX y su Comité Ejecutivo, será el 22 de septiembre, pero a menos de 20 días de esa jornada electoral los simpatizantes de unos y otros aspirante no sólo se entregaron tarjetas de presentación durante el registro de candidatos sino que de acaloradas consignas de apoyo entre grupos pasaron a los empujones y luego a los golpes, donde después de la trifulca algunos sindicalistas resultaron con lesiones diversas.
Son precisamente ese tipo de acciones, cual viles peleas callejeras, las que la base trabajadora repudia y en ningún sindicato quiere volver a verlas en los cambios de sus dirigentes, porque a cambio de ello aspiran a situaciones en las que se vean reflejados los métodos democráticos, como los del diálogo, la negociación, el consenso, el acuerdo y la civilidad, lo que en otras palabras quiere decir la praxis de la política.
La renovación de cuadros dirigentes entre los trabajadores sindicalistas del gobierno de la Ciudad de México apenas empieza, la agrupación cuenta con un registro de más de 100 mil agremiados y la mayoría anhela que quien gane sea porque los votos le favorecieron en buena lid y no porque grupúsculos desde ahora intentan manipular y/o controlar el proceso mediante la intimidación, la coacción, la presión o la agresión.
Entre los trabajadores de base del gobierno capitalino hay ánimo y confían en que el marco de renovación de la dirigencia del sindicato al que pertenecen serán las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador las que se impongan en el sentido de que las elecciones de los liderazgos sindicales deben realizarse en un marco de democracia y libertad, para asociarse con autonomía, y que las imposiciones o reelecciones amañadas ya no tienen cabida en los nuevos tiempos que ha empezado a vivir el sindicalismo mexicano.
Y si de intervenir se trata, los agremiados piden que sean las autoridades capitalinas las que lo hagan, no para organizar ni mucho menos para orientar o direccionar los votos, pero sí para vigilar y garantizar que el desarrollo de este proceso alcance la legitimidad deseable en su nuevo dirigente y también, por qué no, que garantice la rendición de cuentas de quienes hasta ahora han manejado la cuantiosas aportaciones de los más de 100 mil trabajadores, y si eso se cumple entonces sí estaremos ante verdaderos aires de democracia y transparencia en la vida del sindicalismo mexicano. Que conste.
LAS CARTAS HABLAN.- El padrón de los miembros del SUTGCDMX es de aproximadamente 106 mil trabajadores y aunque desde ahora se habla de que secretarios generales de las 40 secciones laborales han cerrado filas en torno a la candidatura de Aarón Ortega Villa, no hay que perder de vista de que por primera vez los votos serán emitidos en urnas transparentes y eso es lo que marcará la diferencia con anteriores procesos, así que bajo ese nuevo escenario no hay que descartar a los otros tres dirigentes que lograron su registro y solo por ese hecho ya están en la pelea.
Heladio de la Rosa, Sergio Vázquez y Liborio Muñoz son quienes completan la cuarteta de candidatos y si se cumplen los designios de la la Ley laboral, si eso sucede, cualquiera de los candidatos con registro puede ganar. Ahh, en las 16 alcaldías se instalarán módulos de votación.
VA MI RESTO.- Pasando a otro tema, también de sumas y restas en la política, luego de tres años de decisiones de un sólo partido en la Cámara de Diputados, se prevé que ahora en la LXV Legislatura regresen términos que fueron olvidados prácticamente por la legislatura saliente.
Y es que ante el equilibrio de fuerzas, el partido mayoritario y sus aliados se verán obligados a negociar, acordar, cabildear, dialogar, reflexionar, revisar, consultar y algo más con sus pares del grupo opositor, y cuando hacemos alusión a estos términos es porque ni de uno ni de otro lado existe mayoría calificada, es decir dos terceras partes más uno del total de votos, lo que los obliga a sentarse horas y horas para negociar no solo algunos temas en materia de iniciativas de leyes, sino también de la coyuntura política, social y económica del país, y ni que decir de los cargos de comisiones o de la estructura de gobierno al interior del palacio de San Lázaro. Por todo ello, sea bienvenida la democracia y los contrapesos en la toma de decisiones del legislativo, y hasta ahí porque como veo, doy.