Actualización de planes de desarrollo urbano, necesidad en CDMX
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 27, Sep 2021Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Cerca de 200 asentamientos irregulares en la alcaldía Tlalpan
Entre claroscuros, los habitantes de Tlalpan recibieron la noticia de que la alcaldía que encabeza Patricia Aceves puso a consideración un proyecto de decreto por el que se modifica el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano para esa demarcación territorial, acción mediante el cual se pretende regularizar 21 asentamientos considerados como irregulares, lo cual parece una medida gubernamental adecuada si se considera que es un paso importante para el anhelo de muchas familias que desde hace varias décadas han impulsado la regularización de su único patrimonio: su vivienda.
Aquí el tema es de que tan sólo en Tlalpan existen cerca de 200 conglomerados habitacionales que están en las mismas condiciones a los que hoy se pretende regularizar y si bien es cierto unos son más irregulares que otros o también son de mayor impacto al medio ambiente, tal vez lo mejor hubiera sido presentar un estudio completo de los asentamientos irregulares en esa parte del sur de la Ciudad de México e impulsar un crecimiento más ordenado y real desde los mismos Planes de Desarrollo Urbano, porque tampoco hay que cerrar los ojos ante la realidad, hay asentamientos que existen desde hace 40, 30 o 20 años y en ese mismo sentido algunos de los servicios públicos que reciben son de manera irregular.
Es cierto, para nadie es un secreto que muchos de los predios irregulares, habilitados como conglomerados urbanos para la vivienda, son producto de invasiones promovidas por agrupaciones de profesionales de la invasión, quienes aprovechándose de la necesidad de vivienda promovieron desarrollos habitacionales en zonas consideradas de reserva ecológica y lo hicieron con la bandera de un beneficio social que les brindaba un partido político, donde el compromiso final era crear bastiones partidistas en tiempos electorales, porque un voto significaba tener derecho a la promesa de la anhelada vivienda.
Pero así como la mayoría llegó a vivir en sus actuales viviendas, algunos de ellos convertidos en verdaderos hacinamientos, es justo reconocer que otros tantos llegaron como compradores de buena fe y bajo la única circunstancia de encontrar un lugar digno donde vivir. Como sea, hoy, unos y otros, sus viviendas se ubican en zonas consideradas como irregulares.
Hace unas semanas, en la cámara de diputados local, el legislador Carlos Hernández Mirón presentó un punto de acuerdo para que la todavía alcaldesa en Tlalpan les informara o les enviara los estudios de impacto urbano ambiental y del archivo histórico sobre asentamientos humanos irregulares que existen en dicha demarcación, y pidió que esto fuera antes de que concluyera la gestión de Aceves Pastrana, lo cual no tenemos noticias de que haya ocurrido, y por eso nos llama la atención de que al parecer en lugar de eso la respuesta sea querer regularizar 21 asentamientos ¿bajo que criterios?
Entonces, la propuesta de regularizar no es mala, sólo que tampoco está bien que se excluya de esa propuesta al resto de los asentamientos, sobre todo a aquellos que no son producto de invasiones y de ocupaciones, donde por delante estuvo el lucro político, de ahí que lo correcto en este caso es que el legislativo de la CDMX analice la propuesta que la alcaldesa les presentó pero de manera conjunta con la información de las características de cada uno de los casi 200 asentamientos, que se haga y que además esto sirva para actualizar los documentos conocidos como planes de desarrollo urbano, porque el vigente para Tlalpan data de hace poco más de 10 años y de esa fecha a la actual las condiciones de crecimiento urbano en esta zona han cambiado diametralmente. Que conste.
LAS CARTAS HABLAN.- Ejemplo de compradores de buena fe lo podemos encontrar en el polígono territorial conocido como paraje Cantera Tehuehe, también en Tlalpan, poblado de San Miguel Xicalco, donde sus habitantes piden la intervención de las autoridades correspondientes y del Legislativo local a fin de que el uso de suelo donde se ubican su viviendas sea modificado, en el entendido que desde hace más de 30 años adquirieron sus predios y desde entonces servicios como el alumbrado público lo reciben de manera irregular, porque -dicen- la CFE no puede regularizarles sus tomas debido al uso de suelo que tienen.
Los habitantes de Cantera Tehuehue señalan que sus predios están clasificados como suelo de conservación ecológica y de producción rural agroindustrial, pero con más de 30 años de habitarlos consideran que pueden ser beneficiarios de un programa de ordenamiento que consista en otorgarles el uso de suelo para viviendas. Y aunque no son invasores, también son parte de los asentamientos irregulares.
VA MI RESTO.- Respecto a las consultas públicas que en materia de planeación se llevan a cabo por toda la CDMX, sería oportuno que en ese marco de la planeación también se vislumbrara el futuro de los asentamientos irregulares para los próximos 20 años, porque al final lo que importa es el desarrollo y crecimiento ordenado de los centros urbanos y en esa dinámica no se debe excluir a las familias que viven y conviven en los aproximadamente 900 asentamientos irregulares en toda la ciudad.
Conclusión, que los planes de desarrollo se actualicen siempre y cuando se tengan los estudios, diagnósticos o análisis de todos los asentamientos irregulares que existen a lo largo y ancho de la capital de la república, y hasta ahí, porque como veo doy.