AMLO no siente a la UNAM ni se siente parte de ella
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 25, Oct 2021Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Pensamiento único ¿proyecto universitario de la 4T?
Más de un universitario, egresado de la UNAM, levantó la ceja al escuchar las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador que afirman que nuestra Alma Mater se ha derechizado, que es defensora de los proyectos neoliberales o que se volvió individualista. Tal vez ese posicionamiento obedezca a que él nunca ha sentido ese espíritu de libertad y autonomía de la que afortunadamente gozan quienes han egresado de una carrera universitaria y que con esa mística educativa, de libertad de expresión, pensamiento y cátedra, siguen aportando su conocimiento y experiencia a México, desde la trinchera laboral y en las aulas.
No es la primera vez que desde el gobierno de la autollamada Cuarta Transformación llegan misiles hacia la máxima casa de estudios nacional en su intento de querer establecer una forma de pensamiento único, ya que lo mismo han habido ofensivas con propuestas para recortarle presupuesto a la UNAM o bien con mensajes frívolos en el sentido de querer someterla a “cambios profundos”, con velados propósitos para reformar su autonomía, pero ante sendos embates y aviesos propósitos que a todas luces responden a intereses políticos la comunidad universitaria siempre se ha mantenido unida y con la fuerza suficiente para salir a la defensa de la autonomía universitaria.
Y cuando decimos que López Obrador no se siente parte del proyecto de la UNAM es porque desde su primer año de gobierno anunció un plan educativo en el que se contemplaba la construcción de 100 universidades más, pero nunca dijo que antes habría un mayor presupuesto para elevar la calidad de la enseñanza o para impulsar el mejor desarrollo de los planes educativos de nuestra máxima casa de estudios.
¿Cien universidades más?, por supuesto que hacen falta centros de educación superior en todo el país, pero acaso no será mejor enriquecer, fortalecer y aumentar la infraestructura de las universidades públicas existentes, entre ellas la UNAM. En fin, suponemos que querer cuestionar los objetivos de la cátedra impartida desde nuestra Alma Mater no es otra cosa más que pretender imponer un pensamiento único desde las llamadas universidades para el Bienestar Benito Juárez García, pero si ese es el sentido de las palabras presidenciales es un hecho que éstas toparán con pared, como en su momento fueron detenidos los intentos de establecer cuotas o querer reducir a incrementos mínimos los presupuestos universitarios.
Por lo pronto, las palabras vertidas desde Palacio Nacional han quedado registradas en el ambiente universitario como un intento más de querer o pretender desacreditar el trabajo y actividad que se desarrolla en la UNAM y, tal vez, desde esa perspectiva hacerla a un lado o bien meterla a un círculo ideológico de control partidista, como en su momento lo intentaron otras opciones políticas o, mejor dicho, otros gobiernos. Una vez más la autonomía universitaria se impondrá.
LAS CARTAS HABLAN.- A propósito de la UNAM, transcribo lo que Mara Arellano Arjona, compañera universitaria, me hizo llegar a manera de reflexión sobre las palabras de AMLO en torno a la máxima casa de estudios de México:
Una parte de la definición de Universidad habla sobre “la cualidad de lo universal”. Esta cualidad significa que en “esa institución de enseñanza superior que comprende diversas facultades y que confiere los grados académicos correspondientes”, hay muchas ideas y muchas formas de pensar, sentir y actuar.
Pretender que nuestra máxima casa de estudios, la segunda más importante en América Latina y la 105, de entre mil 300 universidades a nivel mundial, prepare solamente cuadros de izquierda es una contradicción en sí misma.
Y si de ella emanan profesionistas de izquierda, centro, de derecha, anarquistas y hasta apáticos, sólo significa que está cumpliendo su labor. Sería terrible que sólo un tipo de pensamiento existiera en una universidad con más de más de 360 mil alumnos, sólo a nivel superior. Y sería aún peor que sus más de 41 mil profesores sólo impartieran sus cátedras bajo la mirada de una posición.
NO, la UNAM no perdió su capacidad de formación de cuadros de izquierda, como tampoco hoy sea formadora de neoliberales.
Ella camina con el mundo, gracias por ello, y hoy forma a los estudiantes que se necesitan, de ahí que su autonomía sea vital.
VA MI RESTO.- De izquierda o de derecha, este espacio reconoce a universitarios quienes con su trabajo han dado prestigio al país en el ámbito de la academia y la investigación y también puesto sus conocimientos al servicio de México para coadyuvar al desarrollo nacional, por todo ello, ojalá que los legisladores de la llamada 4T no pongan como argumento las palabras presidenciales a la hora de aprobar el PEF-2022, porque hoy más que nunca la UNAM requiere el impulso de sus planes y programas que fueron detenidos por la pandemia y porque el país necesita cada vez a gente capacitada para salir adelante, y hasta ahí porque como veo doy.