La educación en México
¬ Luis Ángel García viernes 19, Nov 2021Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Durante su comparecencia ante legisladores, a propósito de la glosa del informe presidencial, la titular de la SEP, Delfina Gómez Álvarez, dijo; “En mi gira por Jalisco, fui a Hermosillo y de ahí, a cuatro horas de distancia, vi las escuelas de Cananea…”. Esperemos que ese lapsus sólo sea una distracción involuntaria y no, que la jefa de los maestros de México, confunda la capital de Sonora como si fuera Guadalajara. Porque entonces sí, que Dios agarre confesados a los pobres estudiantes. Un tema que debe ocupar, más que preocupar a las autoridades educativas es el bajo nivel de los alumnos en general.
La SEP ha tenido grandes titulares como Justo Sierra -cuando era Instrucción Pública-, José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet, Narciso Bassols, Ignacio García Téllez, Agustín Yáñez, Fernando Solana y Jesús Reyes Heroles, entre otros. También han desfilado burócratas y gente que aspiró a otros cargos y utilizó el puesto como trampolín, como el actual embajador de México en Washington. Hubo aciertos y errores, se ha jugado con la educación pública y el futuro de muchas generaciones de niños y jóvenes mexicanos, pero pocos tan polémicos como el de la futura candidata de Morena a gobernadora del Edomex.
Ya perdió una vez el palacio de Gobierno mexiquense con el actual mandatario. Sin embargo, la 4T la cuerpeó y la mandó al relevo de Esteban Moctezuma en el edificio de Argentina. Pero no ha tenido suerte. Han criticado el contenido de los programas de estudios y de los libros de texto gratuitos; la puntada de pedir a los artistas plásticos y creadores el diseño de las portadas de esas ediciones sin que exigieran el pago por su obra y se conformaran con un reconocimiento.
También se olvidó el rigor científico y pedagógico para reinterpretar la historia y forzar el paso de las acciones de este gobierno por el umbral de la gloria eterna.
Tampoco en su relación con la CNTE, afín a su movimiento, ha estado muy acertada. Continúan los plantones, bloqueos de trenes y caminos y las exigencias de mayores prestaciones sindicales a los de la Coordinadora, a las que han accedido fácilmente, Ha salido caro el pago de la adhesión al proyecto político del Presidente.
Delfina Gómez también ha enfrentado denuncias de corrupción, como el pedirles “moches” o “donativos” a los trabajadores de su municipio, Texcoco, para financiar campañas políticas de su partido o de su guía moral. Aunque ella lo ha negado, queda la duda de su honorabilidad, sobre todo por los casos de corrupción que se han evidenciado de los morenistas, los cuales son muy dados al dinero fácil.
Seguramente, la titular de Educación Pública durará poco en el encargo y ya se prepara para tener sus oficinas en la Plaza de los Mártires. Mientras tanto, nadará de a muertito, en espera de los tiempos electorales.
El gran problema nacional -como lo llamaba Andrés Molina Enríquez, distinguido mexiquense-, es el destino de la educación y el futuro de millones de niños y jóvenes que reciben una mediocre y doctrinaria educación, la cual no los hace competitivos para incorporarse al aparato productivo. La educación pública está destinada a formar sólo carne de cañón, mano de obra barata, profesionistas de medio pelo. Nadie que saque a México del marasmo en que nos tiene sometido el populismo trasnochado de la 4T. De esa mediocridad también saldrá la nueva clase política, politiquillos sin preparación, como lo demostraron los seudo legisladores del Presidente, que sumisos y lambiscones, están a las órdenes del Ejecutivo. O como el remedo de gobernadora de Campeche, en eterno orgasmo cuatrotero o la insufrible alcaldesa de Iztapalapa, siempre agachona, a las órdenes de su jefa o del tabasqueño. Efectivamente, Dios agarre confesados a los alumnos de las escuelas públicas.