Salvar a México del populismo reaccionario, propone Roger Bartra
Miguel Ángel Rivera lunes 22, Nov 2021Clase Política
Miguel Ángel Rivera
“No tengo amistad con él, pero sí sabía de él, porque era de los intelectuales de izquierda marxista más famosos, tenía con el maestro Enrique Semo una revista que se llama Historia y Sociedad, muy buena revista, estoy hablando de los años 70, y era un hombre de izquierda; y de repente se cansó de ser como era y se pasó a la derecha”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en octubre de 2020 acerca del investigador Roger Bartra, uno de los intelectuales de izquierda más prestigiados en México.
Como ejemplo del reconocimiento que tiene Bartra en los medios académicos está lo expuesto por Sara Lara, también investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la revista Resonancias.
“Hijo de exiliados españoles, Roger Bartra comenzó sus estudios de arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, los cuales abandonó debido a su afiliación a un grupo estudiantil de izquierda radical que lo llevó a buscar un campo de estudios que le permitiera la comprensión de la realidad social. Este fue el primer salto disciplinar, de la arqueología a la antropología social, que se convertiría en uno de los rasgos característicos de la trayectoria académica del Doctor Honoris Causa por la UNAM e investigador Emérito del Instituto de Investigaciones Sociales.
“En los años 70, mientras las corrientes antropológicas dominantes de la época se centraban en el análisis del rasgo cultural, Roger Bartra introdujo en sus investigaciones sobre el agro mexicano el análisis de la estructura social. A partir de su análisis del proceso de transferencia de la renta de la tierra en el Valle del Mezquital, en el que vaticina el abandono del campo mexicano, inaugura la polémica entre campesinistas y proletaristas, que establecería las bases de la sociología agraria”, afirmó la doctora Lara.
“Durante los años 80, Bartra transita del marxismo hacia una crítica al estructuralismo al introducir, en sus estudios sobre el poder político, el análisis de las redes simbólicas y culturales que afianzan la dominación. Este enfoque se desarrollará posteriormente en su libro La jaula de la melancolía donde analiza la identidad nacional y la forma de reproducción de la cultura política en México, señaló Beatriz Urías, también investigadora del IIS.
El comentario que encabeza esta columna lo hizo el presidente López Obrador luego de la publicación de la secuela de la mencionada obra, La Jaula de la Melancolía, titulada Regreso a la Jaula, misma que lleva como subtítulo El fracaso de López Obrador, lo cual naturalmente provocó el disgusto del primer mandatario, quien condenó al intelectual de izquierda a formar parte de la legión de académicos “conservadores” y “neoliberales” a los que vapuleó prácticamente desde el inicio de su mandato.
Lo más grave, probablemente para el presidente López Obrador y para su proyecto de la llamada Cuarta Transformación es que, en esta segunda obra, Bartra sostiene que el régimen del tabasqueño no es de izquierda.
Fue entonces que vino el airado comentario del político tabasqueño y su decisión de expulsar a Bartra del olimpo de los intelectuales de izquierda y relegarlo al despreciable espacio donde se mueven los académicos conservadores y neoliberales.
En una entrevista concedida al diario El Universal Bartra respondió que el mandatario no debate y sólo insulta.
Por otra parte, en entrevista con el diario español El País, Bartra, menciona que “esta proclamada Cuarta Transformación, que es comparada a la Independencia, la Reforma, o la Revolución, no tiene nada que ver con eso. A pesar del enorme ruido que está haciendo López Obrador, no hay tal gran transformación”.
“López Obrador es completamente clásico, parece sacado de un manual de teoría política. Es un populista reaccionario. Lo podemos comparar a las corrientes populistas reaccionarias de Europa y del entorno europeo, como Turquía, y, desde luego, al gran populista que desgraciadamente tuvimos aquí al lado, que fue Trump”, sentenció.
Clasificado entre conservadores y neoliberales,
Bartra reaparece al lado de priistas
Es presumible que Bartra no se amilana con una polémica de ese calibre. Con anterioridad ha publicado numerosos artículos que polemizan con la izquierda ortodoxa y ha marcado una forma diferente de plantear el trabajo intelectual en el ámbito público, caracterizada por la crítica a sí mismo y a su público, señaló el también investigador del IIS Francisco Valdés, quien mencionó controversias con Pablo González Casanova y con Octavio Paz.
Estas reflexiones se realizaron durante el encuentro “Diálogo sobre la obra de Roger Bartra” organizado por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y moderado por Manuel Perló, director de esta institución, el cual contó con la presencia de exdirectores, investigadores eméritos, invitados especiales e integrantes de la comunidad académica del Instituto.
Como prueba de que no tiene nada que recriminarse, Bartra aceptó una invitación del ahora repudiado PRI para participar en los trabajos rumbo a la XXIII Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional.
Lo sola presencia del destacado intelectual de izquierda en ese foro le merece recriminaciones de los allegados y defensores de la llamada Cuarta Transformación, pero eso no es todo, allí ante los tricolores, Bartra sostuvo que “es necesario salvar a México del populismo reaccionario y retrograda que gobierna hoy en día y que amenaza la democracia y el desarrollo económico”.
En su conferencia magistral, el destacado investigador universitario afirmó que esa operación de salvamento “implica buscar una candidatura común a la Presidencia” por parte de los tres partidos coaligados, PAN, PRI y PRD, aunque reconoció que “esto es algo bastante complicado”.
En el foro, organizado por la Fundación Colosio, encabezada por el ex gobernador de Oaxaca José Murat, Roger Bartra puntualizó que para lograr esa alianza es muy importante acercarse a las organizaciones y sectores ciudadanos independientes, como “Sí por México”, que “cumple un papel crítico” y el “Frente Cívico”, que “apenas se está gestando”.
“Si se parte de un rechazo a las contrarreformas, que es un elemento común que deben tener los tres partidos coaligados, buscar una candidatura común a la Presidencia es el paso siguiente más importante”, destacó el también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
“Bajo las condiciones actuales, lo que parece más viable es la organización de elecciones primarias, para escoger candidatos en cada partido y para después de eso llegar a una gran elección primaria de los partidos coaligados”, recomendó el intelectual descalificado por el presidente López Obrador.
“Me parece que eso es algo muy importante y que un partido de la importancia del PRI tiene que impulsar de manera muy clara”, añadió.
Bartra también señaló que será muy difícil reconstruir los daños que ha provocado el actual gobierno federal autoritario y se preguntó si el Partido Revolucionario Institucional será capaz de auspiciar o impulsar “una opción como la que estoy perfilando o similar”.
El foro fue presencial, en la sede de la dirigencia nacional del tricolor y se transmitió en vivo por plataformas digitales. Participaron José Murat, quien fungió como moderador, y la secretaria general de la Fundación Colosio, Irma Piñeyro.
Por si lo anterior fuese poco, en la Cámara de Diputados, la bancada del PRI presentó una iniciativa para crear una comisión que evalúe las políticas públicas y programas de gobierno federal que no están funcionando.
Esta iniciativa tiene como uno de sus principales objetivos contribuir a solucionar una de las más criticadas fallas de la llamada Cuarta Transformación, el desabasto de medicamentos, en particular los destinados a los niños que padecen cáncer.
El compromiso del gobierno de la Cuarta Transformación por garantizar a los mexicanos atención médica y medicamentos gratuitos, con un sistema de salud de primera, está lejos de consolidarse, afirmó la diputada federal Frinné Azuara.
La propuesta del PRI consiste en crear una comisión con autonomía y capacidad técnica y operativa, lo cual va en contra de la tendencia de la llamada 4T de eliminar o controlar todos los organismos independientes.