¿Revisión, refundación o nueva redacción? El dilema a 105 años de la Constitución
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 7, Feb 2022Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Reformas hablan del dinamismo político, social y económico de México
A 105 años de la promulgación de nuestra Carta Magna, hoy en día sigue latente una opinión que aunque nos es de todos, sí es como para reflexionar en serio por gran parte de la población nacional: “No hay nada que celebrar”, dicen quienes piensan que 105 años son muchos como para hablar de un texto constitucional vigente, aunque queda claro que hay quienes opinan que la vigencia está en el espíritu con que fue creado y que ahora hay que entenderla a partir de sus reformas.
En ese contexto, hoy recordamos que, un año después del centenario, escuchamos decir a un representante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que el principal enemigo de la Constitución es su incumplimiento por parte de autoridades y ciudadanos y nos referimos explícitamente a las palabras que con motivo de la celebración del texto constitucional pronunció el entonces ministro presidente de la SCJN, Luis María Aguilar Morales, al considerar que existían opiniones de que “el país nada en ríos de ilegalidad” y agregaba “no es sólo que las autoridades no hagan cumplir las leyes. Es que los ciudadanos tampoco están dispuestos a acatarlas”.
Tal vez por ello, en el marco del 105 Aniversario de la promulgación del documento emanado en 1917, el presidente Andrés Manuel López Obrador nos hace ver que, al triunfo del movimiento que lo llevó a ocupar la primer magistratura del país, en 2018, pensó en proponer hacer una nueva Constitución.
Tal vez no sea la única persona que en este país en algún momento haya pensado en la posibilidad de una revisión profunda al texto de nuestra Carta Magna, porque en términos reales la historia misma nos hace ver que del texto promulgado en 1917 ya poco queda e incluso estudiosos del tema, como el destacado jurista de nuestra máxima casa de estudios, Diego Valadés, se han pronunciado por una refundación constitucional.
En fin, diversos estudios sobre el tema señalan que nuestra Constitución ha sido modificada más de 600 veces y -de las vigentes- es la Constitución más vieja de América Latina, aunque también la que más cambios ha sufrido desde su nacimiento, incluso varios artículos reformados han tenido contrarreformas en más de una ocasión, eso no obstante que para lograr una reforma constitucional se requiere que sucedan tres condicionantes: lograr votación aprobatoria con mayoría calificada en las cámaras legislativas del ámbito federal, una en el senado de la república y otra en la de diputados y -en el tercer paso de este trámite- obtener mayoría simple en más de la mitad de los Congresos estatales, y si eso se logra es el Ejecutivo federal a quien corresponda promulgar los cambios a través de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Queda claro, reformar nuestra constitución no es nada fácil y pensar en la redacción de un nuevo texto constitucional resultaría casi impensable, de ahí que las reformas a artículos precisos hasta ahora sea los más conveniente en la praxis política de nuestro sistema democrático, pero aun así hay quien opina que es el momento de cambiar por una nueva la carta magna que rige a las y los mexicanos. ¿Ustedes qué opinan amables lectores?
LAS CARTAS HABLAN.- Nuestro país ha tenido sólo dos Constituciones, la primera en 1857 y la actual data de 1917, misma que la componen 8 títulos y 136 artículos más 19 transitorios, y aunque haya quienes piensen que no hay nada que celebrar, habría que recordar que reformas que dieron derecho a las mujeres a sufragar y muchas otras que hablan del dinamismo que vive el país, hoy tienen el aplauso de una población mayoritaria como las reformas establecidas en materia de derechos que este 5 de febrero recordó el presidente Andrés Manuel López Obrador y que se aprobaron en la primera mitad de su sexenio de gobierno, como el derecho logrado para los adultos mayores o la pensión a niñas y niños con discapacidad. También dijo que se elevó a rango constitucional que estudiantes pobres reciban una beca para estudiar.
VA MI RESTO.– En alguna ocasión, para este espacio, el jurista y académico de la UNAM, Diego Valadés Ríos nos habló del tema antes aludido y nos dijo que “más que una nueva Constitución, cabría pensar en la utilidad de una revisión sistemática, una auténtica refundación del texto vigente, para darle utilidad técnica y de estilo que ya perdió”.
Es cierto, habrán voces que digan lo contrario o bien que opinen que hay que cambiar o plantear la construcción de un nuevo texto constitucional porque –dicen- la actual no satisface las necesidades del país, pues sí, tal vez, pero lo que es un hecho es que la mayoría piensa que, más que una nueva constitución, lo que todos los mexicanos deberíamos de buscar es el cumplimiento al pie de la letra de cada uno de sus preceptos. Ese es el punto.
Bueno, son opiniones y propuestas, pero lo cierto es que en el marco de las celebraciones de nuestra Constitución habrán muchas voces que a modo de reflexión opinen sobre los dilemas que plantea el texto vigente y eso se llama libertad de expresión y hasta ahí porque como veo doy.