Otro político asesinado
Augusto Corro miércoles 9, Feb 2022Punto por punto
Augusto Corro
No se ve cercano el final de la espiral de violencia.
Ya dijimos que la delincuencia organizada actúa sola o en contubernio con los caciques políticos.
El resultado es decenas de personas asesinadas: activistas, periodistas, políticos, etc.
Además, el rasero de muertes alcanzó a las familias, a personas ajenas a cualquier tipo de conflicto.
Vamos por partes.
El alcalde de Contepec, Michoacán, Enrique Velázquez Orozco, fue asesinado a balazos. Estaba desaparecido desde el sábado. Las autoridades localizaron el cuerpo sin vida el lunes en la tarde. El edil, de extracción priista, tenía menos de cinco meses en el poder. Michoacán se encuentra sumido en la violencia desde hace varios sexenios. Las pugnas de los cárteles de la droga tienen a la población agobiada. También las luchas de los representantes políticos terminan en asesinatos.
Otro ejemplo de la violencia desmedida ocurrió en Tlajomulco, Jalisco, Eduardo Salomón Puertos Gaytán, de 16 años, fue secuestrado. Hasta su domicilio llegaron tres sujetos para llevárselo. Las autoridades encontraron el cuerpo del menor sin vida el domingo.
La policía dijo que capturaron a uno de los presuntos asesinos.
Otra entidad donde continúa imparable la violencia es Zacatecas. El gobierno federal ordenó el reforzamiento de la fuerza pública para contrarrestar las agresiones de la delincuencia organizada. De acuerdo con las cifras, en 2021 se registraron 1,632 asesinatos. Como se ve, es elevado el número de víctimas ocurridas por diversas causas, entre ellas las muertes de activistas, periodistas y políticos, En el 2021, el proceso electoral intermedio que culminó el 6 de junio dejó 102 políticos asesinados, de ellos, 36 eran aspirantes y candidatos a distintos cargos.
Mario Delgado y sus conflictos
Las designaciones de los aspirantes a gobernadores provocaron un sinnúmero de inconformidades en el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Fue el dirigente de esa organización política, Mario Delgado, quien recibió las quejas de aquellos que fueron eliminados.
Algunas protestas se centraron en las encuestas. Este método para escoger a los aspirantes a cargo de elección popular no es aceptado completamente por los morenistas.
Esa manera de consultar no satisface mucho a los militantes de Morena, porque se hace sigilosamente.
No se conoce quien se encarga de las encuestas. De estas se conocen solamente los resultados.
El líder nacional de Morena, Mario Delgado, ha tenido que dar la cara y aguantar las manifestaciones de descontento. Este año se llevarán a cabo elecciones para el cambio de gobernadores en seis entidades: Oaxaca, Hidalgo, Tamaulipas, Aguascalientes, Durango y Quintana Roo.
En varios eventos del partido, el dirigente Mario Delgado fue objeto de agresiones.
Ahora, el citado líder realiza intensa labor para desactivar los conflictos en Morena. Ya advirtió que en esa organización política no se trabaja por cargos ni por puestos. Recalcó que no se trata de proyectos personales ni de egos, “se trata de regenerar la vida pública del país”. Los pleitos en Morena apenas empiezan. No pasará mucho tiempo para saber de grupos o tribus morenistas.
No se debe olvidar que un porcentaje considerable de morenistas estuvieron en el Partido de Revolución Democrática (PRD) y emigraron a Morena para continuar con sus ambiciones políticas.
El colmo de cinismo
El actor Roberto Palazuelos, activista del escándalo, está ahora como precandidato único del partido Movimiento Ciudadano (MC) a la gubernatura de Quintana Roo.
No tendría ninguna objeción a sus ambiciones políticas si se tratara de un político más o menos honorable.
Pero la situación para Palazuelos se ve complicada. En una entrevista reciente, el actor y empresario confesó públicamente lo siguiente:
“Yo traía una 380 con una portación de la Secretaría de la Defensa, que es el calibre que puedes portar, traía a un teniente del Ejército con una 9 milímetros de uso exclusivo,y traía un amigo mío colombiano mafiosón con otra 9, más chueca que él. Llegamos y se arma el show y la madre, abren la puerta y pow pow, nos tiran dos madrazos al aire y nos encañonan con una pistola 22, un gordote…
“Yo con mi conocimiento de jurídico, dije: Este wey ya le jaló, trae pólvora, si me lo chingo es legítima defensa, de repente veo que se está agarrando con el de la puerta y la chingada, se armó una balacera, matamos a dos cabrones”.
¿Usted qué opina amable lector?