Morena, rumbo al 2024
Augusto Corro miércoles 4, May 2022Punto por punto
Augusto Corro
Que todo cambie para que todo siga igual es la síntesis del “gatopardismo” que estaría practicando el presidente López Obrador ante la sucesión presidencial de 2024.
En materia política, el tabasqueño sigue el modelo priista de sexenios anteriores. Ya empezó con la primera parte: los “destapes” de quienes participarán en la máxima contienda electoral.
El líder moral de Morena no sólo dio los nombres, sino que también el número de contendientes, que podrían ser cinco.
Entre los citados, que López Obrador tomó en cuenta desde el principio, se encuentran la jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores.
Recientemente, a la competencia política fue incorporado el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, ex gobernador de Tabasco.
Faltan dos candidatos, según las cuentas del tabasqueño López Obrador. ¿Uno de esos dos sería el líder del Senado, Ricardo Monreal? ¿Y el otro qué falta?
Como señalamos arriba, en la época priista previa a las elecciones, con mucha anticipación se “destapaba” a los precandidatos. El presidente de la República, encargado de la política, echaba a pelear a sus gallos.
Se realizaban las pugnas entre los aspirantes, en una manera de demostrar que se practicaba la democracia en su más pura acción.
Puro teatro. El Presidente ya sabía quién iba a sucederlo en el cargo. Es posible que eso vuelva a ocurrir en la época morenista.
El primer mandatario priista o panista, no esperaba que su sucesor continuará con su proyecto político, sino que “le cuidara las espaldas”, como se dice coloquialmente.
En el presente, los precandidatos nombrados por el presidente López Obrador iniciaron sus precampañas. Están en su derecho; pero surge una pregunta:
¿Esas actividades políticas no les restan tiempo para cumplir con su responsabilidad como funcionarios públicos?
En Morena, parece que ya aceptaron los “destapes” presidenciales, aunque no se puede asegurar que continuará la calma chicha en el interior de esa organización política.
Mario Delgado no fue el líder de Morena que esperaban los guindas. Desde su llegada al partido enfrentó a Porfirio Muñoz Ledo. El pleito no ha terminado.
Morena, desde la llegada al poder en 2018 se durmió en sus laureles. Ha sido López Obrador el que le inyecta fuerza. Claro, esto no será para siempre.
¿Los militantes de Morena están conformes con los “destapes” presidenciales? No pasará mucho tiempo para saberlo. Faltan alrededor de dos años para que concluya el sexenio del obradorismo de la Cuarta Transformación (4T) y surgen las siguientes interrogantes:
¿Cuáles son los resultados reales de la política económica del actual gobierno? ¿Cómo va la lucha anticorrupción? ¿Qué calificación le da usted al combate a la inseguridad?
¿Usted qué opina amable lector?
El caso Debanhi
Como le informamos en este espacio, la universitaria Debanhi Escobar, de 18 años, desapareció el 9 de abril tras salir de una fiesta, en Monterrey, Nuevo León.
Trece días después, el cuerpo sin vida de la joven fue encontrado en la cisterna ubicada al lado de un motel. El caso Debanhi pasó a sumarse a la ola de mujeres desaparecidas en esa entidad.
Las autoridades se encuentran presionadas por la población para que terminen los feminicidios y las desapariciones de mujeres.
Sin embargo, desde el mismo día que se grabó con vida a Debanhi las investigaciones de la Fiscalía aún no arrojan ninguna luz sobre lo ocurrido a la universitaria.
Sobre las últimas noticias Mario Escobar, padre de la joven, manifestó que la necropsia que mandó a hacer sobre el cuerpo de su hija tiene muchas diferencias con la realizada por la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, que pudieran apuntar que la universitaria no murió por accidente.
Dijo Mario Escobar que sí hay diferencias, “desde los tenis que no estaban puestos a ceñidos en los pies de mi hija y bueno sí digo, pues ahí encontramos una diferencia muy puntual que de alguna manera se tiene que analizar, checar y verificar porque no estaban puestos (los zapatos)”.
En fin, el caso Debanhi está como al principio. No se avanza. Es de concurso la ineptitud de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León.