Un “asesino serial”
Alberto Vieyra G. lunes 30, May 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Mientras no se pruebe lo contrario, el jerarca nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, Amlito o como le llamen, quien tiene una voz horrible se convirtió en un “asesino serial” de los periodistas de México a los que “hay que matar, no a balazos, papá, sino de hambre”. ¡Qué indolencia de semejante burócrata que está llevando al PRI con celeridad al matadero!
Ahora, el gremio periodístico de México cuenta ya con cuando menos 3 enemigos: AMLO, el crimen organizado y Alito Moreno.
El burócrata mayor del PRI que se siente presidenciable para el 2024, pero con el cual la alianza opositora PRI, PAN, PRD iría derechita a la debacle electoral ha sido incapaz de arrebatarle a AMLO y a Morena los principales espacios políticos y periodísticos y con la infortunada declaración que comenzó a ser divulgada en Campeche y supuestamente patrocinada por la hija del ex líder nacional priista, Carlos Sansores Pérez, Layda Sansores, Alejandro Moreno se habría convertido en otro “asesino serial” de los periodistas de la nación azteca, en vez de empujar en el Congreso de la Unión reformas legislativas para evitar que la mayoría de mis colegas en la República Mexicana formen parte de un gremio mendicante, que del griego mendicare quiere decir prácticamente con sueldos de limosna o salarios de hambre, con excepción de las llamadas “vacas sagradas” que llegan a poseer flamantes residencias, algunos que cotizan en la bolsa de valores y hasta yate tienen.
No hay duda que Alejandro Moreno lo tienen alambreado a nivel estatal o federal. AMLO sabe de sus tropelías contra el erario de los campechanos cuando fue gobernador y se las quiere cobrar a como dé lugar, pues su odio creció cuando el jerarca priista se negó a dar los votos priistas para aprobar la regresiva reforma eléctrica. Ya van 3 ventanazos que le dan y los 3 lo dejan mal parado, pero se cree que hay todavía más leña que se impactará sobre el nonagenario PRI. Cuando Alejandro Moreno fue gobernador de Campeche también se exhibió como un gobernador intolerante a la crítica periodística y cuando menos 35 colegas sufrieron la represión ordenada desde el poder.
Recordaré que hasta 1987, el PRI acaparaba los principales espacios en los medios de comunicación, pero después de las elecciones presidenciales de 1988 que llevaron al poder a un espurio Carlos Salinas de Gortari, el PRI se dejó arrebatar esos espacios en los medios y no pocos de sus dirigentes llegarían a abrigar mucho odio contra los periodistas a los que se acusaba en voz baja de ser los causantes de la catástrofe priista que paulatinamente lo llevaría a perder el gran poder político de México, tras haberlo ostentado por más de 7 décadas.
Amlito Moreno no tiene discurso, conoce muy poco de ciencia política y la crítica le causa urticaria. Por ello, no se descarta su infame declaración de que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, sino de hambre”.
Alejandro Moreno se queja de una campaña gubernamental en contra del PRI y de su infortunado liderazgo, pues lo que el régimen amlista pretende es resquebrajar la alianza Va por México, integrada por el PRI, PAN, PRD, y con miras a sumar al Movimiento Ciudadano, cuyo propietario es Dante Delgado, pues Movimiento Ciudadano es suyo, suyito y de su propiedad.
Tal vez en ello tenga razón, pero por ahora el tipludo Alejandro Moreno tendrá que demostrar que no dijo lo que dijo o que, si lo dijo deberá ofrecer una disculpa pública al gremio periodístico de México del que se convirtió en un “asesino serial”, pues según su dicho “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, sino de hambre”.
¿Sabrá de qué es capaz un periodista hambriento o un gremio periodístico con hambre?