Con la nueva secretaria, la disidencia magisterial llega a lo más alto de la SEP
Miguel Ángel Rivera martes 16, Ago 2022Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Al presentar a la nueva secretaria de Educación, Leticia Ramírez Amaya, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo:
“Es la que atiende, junto con un grupo de compañeros y compañeras, a todos los que vienen de los estados del país a plantearnos sus demandas y son los encargados de dar respuesta y seguimiento a esas peticiones. Entonces es una persona de absoluta confianza, preparada, honesta igual que la maestra Delfina, con convicciones”.
Todo muy bien, pero ¿cuál es la preparación que la faculta para hacerse cargo de uno de los despachos de mayor importancia para la nación?
¿Son suficientes 12 años de estar a cargo de un salón de clases para desempeñar con eficiencia un despacho al frente del cual han estado intelectuales tan destacados como el fundador de la Secretaría de Educación Pública, José Vasconcelos, o como Jaime Torres Bodet, o Agustín Yáñez o Jesús Reyes Heroles?
Tampoco se puede comparar con funcionarios públicos de alto nivel en el México relativamente reciente, como el ahora incómodo crítico de la llamada Cuarta Transformación, Porfirio Muñoz Ledo o Fernando Solana o José Ángel Pescador o Miguel Limón. Bueno ni siquiera con el que ahora será su compañero de gabinete presidencial, el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Manuel Bartlett Díaz, con una larga carrera en la administración pública que incluye, además de la SEP, a la Secretaría de Gobernación y el gobierno de Puebla.
Lo que explica el nombramiento es que otra vez, el presidente aplicó su propio principio: “Los funcionarios de mi administración deben tener 90% honestidad y 10% experiencia”.
El primer mandatario formuló ese principio en noviembre de 2019, luego de las críticas suscitadas por la designación de José Ángel Carrizales López al frente de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), a pesar de haber sido rechazado cinco veces por el Senado para asumir un puesto en la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El principal motivo de las protestas es que se consideraba que Carrizales carecía de la adecuada preparación. Lo que prevaleció es que formó parte del grupo de Ayudantía del presidente López Obrador.
Ahora, la nueva titular sale de otro organismo muy cercano al del jefe del Ejecutivo, ya que era la coordinadora de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República, además de que tuvo una posición similar en el gobierno del antes Distrito Federal, cuando lo encabezaba López Obrador.
Es de esperar que, además de la confianza que le tiene el presidente López Obrador, la nueva titular de la SEP demuestre que tiene capacidad para dirigir un organismo tan grande e importante. Baste recordar que tendrá bajo su responsabilidad uno de los sistemas educativos más grandes de América, con cerca de 2 millones de maestros, más de 30 millones de estudiantes y alrededor de 255 mil escuelas, de acuerdo con datos el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En su presentación, el primer mandatario destacó asimismo que la nueva secretaria de Educación fue dirigente en la Sección 9 del magisterio, desde que el control lo tenía el oficialista Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pero se mantuvo cuando dominó ese sector la disidente Coordinadora de los mismos apellidos, más conocida como CNTE.
Esos antecedentes hacen concebir la esperanza que la secretaria Ramírez Amaya pueda tener interlocución con las dos poderosas fuerzas sindicales que se disputan la conducción del gremio magisterial.
De no ser así y en caso de inclinarse la nueva secretaria a favor de sus más recientes compañeros de lucha sindical, se podría aplicar la centenaria expresión de que “la Iglesia está en manos de Lutero”.
Delfina Gómez tendrá que superar resistencias en el Estado de México
La transmisión del mando al frente de la SEP se realizará formalmente hoy, en una ceremonia en que la secretaria saliente, Delfina Gómez Álvarez presentará un informe de los resultados de su administración, algo que no ocurrió cuando senadores y diputados la llamaron a comparecer, pero ella logró evadir el bulto, ya sea mediante el recurso se exigir reuniones privadas o simplemente negarse a acudir a los recintos legislativos.
Esa ceremonia es, al mismo tiempo, una oportunidad para ocupar espacios mediáticos y justificar de alguna manera su nominación como candidata de Morena y rémoras al gobierno del Estado de México, posición que se le escapó hace cinco años, al ser superada por corto margen por el priista y actual gobernador Alfredo Del Mazo.
La mayor parte de las encuestas indican que Morena y satélites tienen ventaja para arebatarle esa importante posición, retenida desde el siglo pasado por el PRI, considerada la “joya de la corona” en el espectro electoral de México, por ser la que tiene mayor número de electores registrados y que, por lo mismo, será decisiva para la siguiente elección presidencial.
Sin embargo, la virtual candidata de Morena, a pesar de la ventaja adicional de poder iniciar de hecho su campaña con gran anticipación, tiene por el contrario un pesado lastre por el comprobado delito de haber cobrado “diezmo” a los trabajadores del municipio de Texcoco, que ella gobernó, para entregar esos recursos a su partido.
Esas acciones están tipificadas como delitos electorales y, de hecho ya condenas, de parte del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Tribunal del ramo (TEPJF), pero solamente contra Morena, por no reportar esos ingresos y en el caso de Delfina Gómez se dio turno a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales(Fepade), que está a cargo de José Agustín Ortiz Pinchetti, muy cercano al presidente López Obrador, quien no ha emprendido ninguna acción.
En el terreno estrictamente electoral, los expertos indican que por este antecedente, Gómez Álvarez podría ser sancionada con la pérdida del registro como candidata al gobierno mexiquense, pero dado el enconado embate de la llamada Cuarta Transformación contra el INE y el TEPJF, se considera poco probable que se arriesguen a una acción de esas dimensiones.
El riesgo mayor puede venir de “fuego amigo”
Si bien, la ex secretaria de Educación, a partir de hoy, puede considerarse libre de ese riesgo, no puede considerar segura su nominación, pues también desde dentro de las filas de Morena su elección ha generado inconformidades.
El mayor desacuerdo con la nominación ha sido entre los allegados al influyente senador Higinio Martínez Miranda, presidente de la Comisión de la Defensa Nacional, y jefe del denominado Grupo de Acción Política (GAP), corriente de Morena que es dominante en el Estado de México, con sede en Texcoco pero con fuerte influencia en el resto del oriente, pero con ramales y alianzas en otras zonas de esa entidad.
Como argumento para sostener la fortaleza del GAP como grupo dominante en Morena del Estado de México, se menciona su influencia en la amplia victoria que lograron en las pasadas elecciones intermedias, donde el partido guinda conquistó, además de su bastión Texcoco, los municipios de Tultitlán, Chicoloapan, Ixtapaluca, Tecámac, Chalco, Valle de Chalco, Tultepec, Valle de Bravo, y en alianza con el alcalde Juan Hugo de la Rosa, el ayuntamiento de Nezahualcóyotl y todos los distritos con cabecera en esa demarcación.
Delfina Gómez es parte del mismo grupo, pero el jefe es Higinio y por eso se le considera dentro de Morena como el indicado para competir contra la posible alianza del PRI, PAN y PRD. Y, para completar el cuadro, también se le reconocen méritos a otro integrante de la misma corriente, el director de Aduanas, Horacio Duarte Olivares.
En las encuestas realizadas por la dirigencia de Morena, la triunfadora absoluta fue Gómez Álvarez, que se sabía tenía el voto definitorio del presidente López Obrador.
Los otros dos aspirantes, Martínez Miranda y Duarte Olivares, aceptaron el fallo y ofrecieron respaldar la candidatura de Gómez Álvarez. Sin embargo, entre sus seguidores no hay la misma convicción, por lo que esperan cualquier “resbalón” de la que, de momento, es dirigente del partido, con el título de coordinadora de los comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
De hecho, el verdadero dirigente del partido en Edomex es Higinio Martínez. Por eso sus seguidores confían en que, a final de cuentas, habrá un giro en la nominación y el abanderado de Morena será su jefe.